El Tea Party, movimiento conservador que aboga por poner coto al sobrepoder de las instituciones públicas, resucita tras su victoria en Indiana y se lleva el gato al agua en el Estado de Texas. El pasado martes, Ted Cruz, "líder carismático" del ala republicana del té, derrocó a su adversario "pro-establishment" David Dewhurst en la candidatura al Senado y lo hizo con una mayoría del 55%.
Ted Cruz, de 41 años, abogado de Harvard, hijo de inmigrante cubano y férreo defensor de la religión en la vida pública ha conseguido una enorme popularidad de la noche a la mañana y supone un halo de esperanza para los partidarios del conservadurismo antiestado, como revela The New York Times. Según The Washington Post, es concebido por los suyos como esa "estrella polar de la campaña de 2012" que ha sido capaz de ganar a un rival que cuenta con un amplio respaldo financiero y con el apoyo de los republicanos más poderosos.
Los activistas del Tea Party miran al futuro con optimismo y ven el resultado como "la gran victoria del año" y como "el pistoletazo de salida" de victorias ulteriores. Matt Kibbe, el presidente del grupo conservador y antiestado "FreedomWorks", sostiene que "Texas se construyó en Indiana" y que "todos los activistas del país depositan sus esperanzas en Texas".
El Tea Party mantiene viva la esperanza y se prepara para las primarias de Missouri y Wisconsin. En este último Estado, la mayoría de los republicanos depositan su confianza en Mark Neumann, afín a los conservadores del té.
No hay comentarios:
Publicar un comentario