lunes, 28 de noviembre de 2022

* PARA MÁS TARDE

 

¿Cuántas veces has pensado o dicho eso de dejar aquello para "más tarde"?

Pues de eso trata hoy mi artículo, precisamente de eso...

Jesús Rodríguez Arias


PARA MÁS TARDE

Es lo que dejamos para atender lo que creemos más importante y que cuando nos queremos dar cuenta de que no es así ya es tarde. Todos tenemos arcones llenos de momentos y vivencias que hemos preferido dejarlos para más adelante.

¿Cuánto hemos dejado por hacer? ¿Cuánto hemos dejado de vivir? ¿Cuántos te quiero, cuantos abrazos, cuantas llamadas, cuantas quedadas, cuantos cuantas vivencias con nuestra familia, seres queridos, amigos, han quedado en el arcén del olvido por haberlas dejado para más tarde?

El trabajo, las responsabilidades, el no ver que existe algo más que lo que tenemos entre manos, hace que la realidad sea maleable hasta llegar a perder la noción de esta.  Hay momentos y situaciones que nunca más llegarán a producirse porque ya tu vida ha cambiado e incluso muchos de esos que estaban contigo hace ya algún tiempo que desaparecieron por decisión propia o porque les llegó la hora de recorrer los senderos que llevan a celestiales caminos.

Otros momentos, en cambio, se pueden y deber vivir, aunque sea de forma distinta, porque no hay nada más importante que reencontrarte con lugares, situaciones, e incluso personas que en ningún momento se han marchado de tu lado vivan cerca o muy lejos. Piensa que cuando llega el momento de despedir al ser querido uno de los pensamientos que quedan marcado a fuego en la mente es el haberle dedicado más tiempo.

Esta semana despedimos noviembre para recibir al colorido y luminoso mes de diciembre tan lleno de sonrisas y deseos de buena voluntad, de compartir con los nuestros e incluso hacerlo con los más necesitados, de felicitaciones de ida y vuelta que dejan sin memoria el móvil y cuando pasa todo si te he visto no me acuerdo. Es el mes de la Esperanza porque celebramos el nacimiento de Jesús, aunque después en muchos lugares el portal lo sitúen en una esquina para mayor honor y gloria de Santa Claus.

Con este personal e intimista artículo quiero invitaros a reflexionar sobre nuestra conducta con los demás, así como también con nosotros mismos. Que no todo quede en los parabienes tan de usar y tirar del venidero mes de diciembre y nuestros buenos deseos, nuestra disponibilidad, nuestro querer hacer aquello con las personas que cada uno estime oportunas, se perpetúen durante el resto del próximo año. Que cada día atendamos nuestras obligaciones, responsabilidades, quehaceres, pero también que vivamos todo aquello que siempre dejamos para más adelante.

Cuando llega el último mes del año hacemos resumen de lo que ha sido para cada uno de nosotros, lo que querríamos cambiar y que esté a nuestro alcance, lo que en verdad importa, lo que es inmensamente necesario y que con la visión de vida se va convirtiendo en lo poco imprescindible por lo que vale la pena levantarse todos los días. Escribamos en nuestra particular agenda los objetivos reales que queremos intentar lograr en 2023 y pongamos toda la carne en el asador para que así sea. Que cuando comience enero tengamos claro que es lo que deseamos para nuestra vida, que es lo que nos hace crecer como seres humanos, con quienes deseamos estar acompañados en este tramo de nuestra existencia. Para esto que os propongo no hace falta tener más o menos dinero sino la intención y firme voluntad de lograrlo, que lo que dejemos para más tarde sea simplemente lo anecdótico.

Llama más a tu madre, a tu padre, a la familia, a los amigos, a esas personas que hace mucho que no ves y lo más que haces para comunicarte con ellas es enviarles algún que otro mensaje de texto cargado de emoticonos o de voz. Intenta dedicarte más a tu pareja, hijos, nietos, que muchas veces son los grandes perjudicados de dejar tantas cosas para más tarde.

Dedícate también tiempo a ti alimentando el espíritu, paseando, leyendo, caminando, escuchando música, conversando, rezando, riéndote. Asómate al necesario silencio que nos ayuda a reorganizar las ideas, haz todo el bien que puedas y permítete ser feliz.

Ya os digo que no es fácil pero cuando se consigue una paz inmensa habitará en vuestro interior. Gracias a Dios sé de lo que hablo.

Jesús Rodríguez Arias


lunes, 21 de noviembre de 2022

* ALFONSO CARAVACA

Te debía este artículo, querido Alfonso, hace más de dos meses y medio. Hasta hoy no he podido escribirlo pues han sido muchos los momentos y vivencias que se agolpaban en mi mente a modo de recuerdos.

Va por ti hermano.

Jesús Rodríguez Arias


ALFONSO CARAVACA

Te lo debía mi querido y buen hermano, ha pasado tiempo, pero al final me he puesto frente a la siempre temible página en blanco para escribir al dictado del corazón de ti, de cuanto has significado para mí, para la Iglesia, para la provincia de Cádiz ya que tus labores profesionales hacían que cada día recorrieras mil carreteras desde tu despacho.

Cuando el pasado dos de septiembre me dio la noticia de tu fallecimiento nuestra querida Tere Sahagún la verdad es que no me lo podía creer pues tú formabas parte de los que yo consideraba como inmortales. Recuerdo que en esa fecha estábamos en Cantabria y solo pude transmitir mi pesar por las redes. Me acordé de tu venerada familia cuanto estarían sufriendo con tu marcha.

Nos conocíamos desde hace tanto que al intentar recordarlo mis pensamientos se diluyen en la nebulosa de los tiempos. Lo que es verdad es que siempre nos tributamos un recíproco sentimiento de cariño y respeto. Puedo decir que no he conocido a nadie que estuviera al tanto de cuanto sucedía en ese apostolado tan apasionante como es el cofrade, no he conocido a nadie que se supiera el nombre y pusiera cara a todos los hermanos mayores de la diócesis de Cádiz y Ceuta, que estuviera al tanto de sus cuitas y sus dichas, que ofreciera su mano sincera para ayudar a todas desde el espíritu conciliador que tanto te caracterizaba.

No era una casualidad que llevara más de veinte años ostentando el cargo de director del Secretariado de Hermandades y Cofradías habiendo trabajado desde la lealtad con los prelados de Cádiz y Ceuta que estuvieron al frente de la diócesis. Cristiano y cofrade hasta la médula fue hermano mayor de la gaditana Hermandad de la Sentencia entre 1986 y 1996.

Alfonso fue un cofrade ejemplar porque vivió este apostolado desde el servicio constante a la Madre Iglesia. Fue, sigue siéndolo en la memoria de tantos, un buen cristiano que intentaba sembrar siempre, con una actitud de servicio a los demás que lo hacían tan único y ciertamente irrepetible.

Conocedor como pocos del mundo empresarial y más concretamente de ese sector tan desconocido por la mayoría como es el de los transportes toda vez fue presidente del Consejo de Administración de Transportes Generales Comes, Presidente de Honor de Fandabus, habiendo ostentado el cargo de la presidencia de dicha Federación durante 25 años. Presidente a su vez de la Federación de la Patronal Nacional de Viajeros Fenebus. En 2008 fue distinguido con la Medalla al Mérito del Transporte Terrestre que se otorga a aquellas personas que se han distinguido por sus actuaciones en el ámbito del transporte terrestre. Formó parte de la junta directiva de la Confederación de Empresarios de Andalucía.

Alfonso Caravaca era un cañaílla que vivía en la Trimilenaria Ciudad de Cádiz, era un cañaílla que nunca dejó de serlo pues aún recuerdo las anécdotas que me contaba de esa La Isla de siempre en nuestras conversaciones.

Alfonso entendía la Caridad como lo que es: Una virtud teologal que junto a la Fe y la Esperanza nutren de contenido la vida de todo discípulo de Cristo. La Caridad que siempre ejerció fue la ajena al protagonismo personal, la que se hace sin que la mano derecha sepa lo que hace la izquierda, la que se entrega y dona para hacer un bien a nuestro prójimo. Muchas personas, jóvenes y mayores, pueden dar fe de la bondad y de la caridad cristiana de mi querido e inolvidable hermano Alfonso Caravaca de Coca.

Hombre muy preocupado con la situación política y económica de España e internacional hablando, de la deriva de los valores que son inherentes a nuestra sociedad, así como del laicismo lacerante que desde los poderes públicos quieren imponernos a toda cosa en España y en el resto del mundo.

Para mí se ha ido un referente, un amigo y un buen hermano en la Fe, un fiel cristiano y un verdadero caballero. Te recordaré siempre. Descansa en Paz querido Alfonso.

A su mujer Milagros, a su hija Cristina y resto de la Familia les traslado mi pesar.

Queda pendiente ese café que nos debíamos. No te preocupes que algún día, cuando Dios así lo disponga, nos lo tomaremos.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 14 de noviembre de 2022

* CALLE ÁNGEL REVALIENTE

El pasado viernes 11 de noviembre muchos fuimos los que nos reunimos para ser testigos presenciales del descubrimiento de la placa de la Calle Ángel Revaliente Domínguez en el perímetro de las pistas polideportivas "Manuel Luis Martín".

Fueron muchos los que pidieron este mas que merecido reconocimiento y por eso fue un placer presenciar un acto tan bonito y tan lleno de humildad.

Este lunes mi tribuna tiene nombre y apellidos por derecho propio: Ángel Revaliente Domínguez

Jesús Rodríguez Arias


CALLE ÁNGEL REVALIENTE

Ángel Revaliente con su mujer Soledad Mera

Me gusta cuando las cosas se hacen en vida. Dar las gracias, pedir perdón, compartir, soñar, ofrecer, recibir un reconocimiento, dar ánimos, apoyo, trasladar los sentimientos, decir te quiero o te amo, ayudar, dar un beso, un abrazo, es siempre importante y más si se hace en vida.

Por eso me he alegrado y mucho del reconocimiento que ha recibido de la ciudad de la que es oriundo mi buen amigo y hermano Ángel Revaliente Domínguez en la tarde del pasado viernes 11 de noviembre. Ese día se descubrió la calle que lleva su nombre en el perímetro de las pistas polideportivas “Manuel Luis Martín” en la barriada de Icovesa en Jerez de la Frontera, muy cerquita del Santuario de María Auxiliadora.

La inclusión en el callejero de la ciudad de Ángel Revaliente viene de la mano de la Asociación de vecinos que junto a otros colectivos y entidades de la barriada tales como el AMPA del Centro Salesiano Lora Tamayo, nuestra querida Hermandad de la Redención, la Peña Xerecista Icovesa, entre otros, solicitaron al Ayuntamiento de Jerez rotular con su nombre a un vecino histórico de tan populosa barriada, hermano de la Redención que ha ostentado cargos de responsabilidad durante varios años habiendo ejercido como Teniente de Hermano Mayor hasta el mes de septiembre pasado que fue cuando tomó posesión de sus cargos la Junta de Gobierno presidida por nuestro hermano D.  Juan Manuel Pina Morillo. Ángel también es un referente en la obra salesiana, así como un periodista ilustre que desde hace dos años se encuentra jubilado que no retirado pues eso en un profesional de casta como él es se hace verdaderamente imposible.

Ha ejercido su labor profesional en varios medios siendo su bautizo periodístico en la primigenia “La Voz del Sur” y desde 1994 en Publicaciones del Sur, editora de las cabeceras “Viva Jerez” e “Información”. Este fue el año en el que otro grande del mundo de la comunicación como es el isleño José Antonio Sánchez Mallou lo fichara para que se integrara en los medios de este grupo en Jerez.

Ángel por su forma de ser, por su particular forma de entender la vida, es muy querido, diría que venerado, en la profesión pues todos los compañeros, sean del medio que sean, lo nombran con inmenso cariño, respeto y admiración.

Los pilares de su vida son Familia, trabajo, obra salesiana, hermandad, amigos, deporte, siendo un apasionado jerezano y xerecista, así como Chipiona donde la mar y el eterno Faro han robado un cachito de su azulino corazón.  Hombre de trato cercano y afable, entregado a quienes quiere, puedo dar fe de ello, que nunca tiene un no por respuesta. Hombre lleno de sencillez que sobrelleva todos los homenajes que está recibiendo desde que se jubilara en noviembre de 2020 con una inmensa humildad. Hombre que se emociona en lo poco y también en lo mucho.

En la tarde del viernes se descubría la Calle Ángel Revaliente Domínguez en Jerez de la Frontera, que es un modo de perpetuar la memoria de este querido y buen amigo más allá de los tiempos. Todos los allí presentes pudimos comprobar como en un sencillo acto se daba justo reconocimiento a una persona con un corazón que no le cabe en el pecho.

Y si Ángel estaba profundamente agradecido y emocionado ni os cuento su mujer, hijos, nietos, familia, amigos y hermanos en la Redención entre los que nos incluimos Hetepheres y yo. Todos los allí congregados estábamos presenciando un momento de nuestra historia reciente que resalta y realza los valores de una vida dedicada a servir por encima de todo dentro del perfil humanista que en él es tan característico.

Este merecido reconocimiento ha sido otorgado en vida cosa que es muy importante ya que tanto Ángel como su mujer, hijos, familia y seres queridos, lo han podido, hemos podido, disfrutar y que por tanto quedará prendido para siempre en la retina de nuestra memoria.

Reconozco que para mí Ángel Revaliente Domínguez es un modelo para seguir, un referente que tengo muy cerca de mi vida, y doy gracias a Dios y a él por haberme permitido compartir tantos momentos, así como dos preciosos proyectos con el que también estaremos unidos para siempre.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 7 de noviembre de 2022

* NOVIEMBRE

 

 

Noviembre es un mes que según vas cumpliendo años lo vas mirando de forma distinta.

En el artículo de hoy lunes quiero mostraros el Noviembre que contemplo en la madurez de la vida.

Jesús Rodríguez Arias


NOVIEMBRE

Noviembre es una paleta de colores tenues y vivos a la par. Son treinta días para pensar en la vida sin perder de vista la muerte.

Noviembre es refulgente amanecer o contemplar un bello atardecielo como los que nos muestra Tachy Barea en sus fotografías, es pincel en blanco lienzo que dibuja lo que con sus ojos ven Antonio Benítez Román, Marcos Sánchez o Juan Pérez Bey.

Son versos rasgados en un papel de mi buen amigo y vecino José María Bohórquez que contempla el devenir de la vida en su patio mientras Manga olfatea, duerme o ladra cuando le viene en gana.

Noviembre es música que sale de cualquier ventana, es escuchar el lejano relincho de un caballo que puede ser Gabriel, José Manuel o Mateo. Es quejío de la guitarra de mi amigo Javier o melodía a piano de aquel compositor cuando se halla inspirado. Es el tañer de las campanas que nos anuncia a Misa, son chiquillos jugar en la Alameda, son ancianos pasear, es un pueblo o ciudad que reza y recuerda más si cabe a sus antepasados.

Son pastores que pastorean, ganaderos que cuidan del ganado, son percherones en plena libertad que recorren Loma Somera de lado a lado.

Es Gerardo que trabaja a destajo en el campo mientras Marisa, su mujer, despacha en la panadería con amable sonrisa al vecindario mientras Antonio y Nerea hacen el mejor pan de leña que en mi vida he probado.

Es “La Covacha” que además de buena quesería es nuestro particular colmado. Son los quesos Oliva hechos a base de tradición o el Payoyo internacionalmente reputado.

Es un mes de Misa para los vivos, de réquiem para los muertos, de visitas a los camposantos.

Noviembre es la cadencia de un solo instante como una chicuelina de toreros de antaño como Luis Parra “Jerezano”, Juan Pedro Peña Chotesco, Rafael de Paula, Curro Romero, Ruiz Miguel, o el Maestro Antoñete, es pase de pecho de Morante, Roca Rey, David Galván, José Tomás, o Pablo Aguado.

Y es que la Tauromaquia es Arte, Pasión, Cultura, y en su defensa se halla inmerso un hombre que es bravura, pundonor, coherencia y claridad como mi respetado y querido amigo Rafael Valenzuela que preside la Fundación Cultura Taurina.

En noviembre se visualizan colores tan nítidos que hacen embellecer el alma con un ecosistema único que pervive en las dehesas donde el toro bravo es el que manda. Es respirar aire puro de bosques y montañas mientras en segundos puedes ver pasar la esbelta figura de un ciervo que siempre es reflejo de la libertad soñada. Es tiempo de caza y montería que lo que hacen es mantener el necesario equilibrio de la fauna. No conozco a personas que amen más a la naturaleza y a los animales que los cazadores a los cuales respeto, admiro y defenderé por siempre.

Son días que nos invitan a la reflexión y no solo de lo que es la vida cuando se va acercando el final de esta sino de cuestionarnos también el por qué somos capaces de fagocitar nuestras más entroncadas tradiciones mientras adquirimos otras venidas de otros lugares y que distan mucho de la forma de ser de los que hemos nacido en esta bella nación. Fe y Tradición son pilares que han pasado de padres a hijos y que ahora parecen molestar.

Con este artículo, tan personal, he querido demostrar que noviembre no es ni por asomo un mes triste sino lleno de vida, de momentos, que nos invitan a compartir, convivir, estar alegres y a no tener miedo. Es un mes lleno de Esperanza ya que los que tenemos la dicha de tener Fe no vemos la muerte como el final de todo sino como el principio de la Vida.

Son días donde, según el cristal con el que miras, podrás captar esa paleta de colores alegres que nos invitan a la melancolía como leer bajo una lampara mientras escuchas el crepitar de la leña quemándose en la cercana chimenea, escuchar música admirando un embriagador atardecer, reír al calor de la buena amistad mientras la noche se hace más visible y la oscuridad más presente.

Disfrutemos de la placidez de un mes que es antesala de diciembre tan lleno de luz y alegría.

Jesús Rodríguez Arias