jueves, 28 de febrero de 2013

¡¡VILLALUENGA NOS ESPERA!! ¡¡HASTA EL DOMINGO!!

Foto de mi amigo Berna Barea


Esta semana mi particular retiro del “mundanal” ruído empieza antes. Hoy, jueves, último día del mes aprovecho para hacer “puente” y marcharnos a nuestro pueblo.

Dicen que allí está haciendo mucho frío, otros opinan que si no nos aburrimos de pasar nuestros días libres en un lugar tan pequeño, hay algunos que opinan que tenemos dependencia a este bello rincón.

En estas aseveraciones unos tienen razón y otros no. Es verdad, en la sierra hace bastante frío, aunque al ser seco con solo abrigarte y hacer algo de ejercicio terminas por no acordarte de él, también les digo que tienen razón a los que opinan que tengo cierta dependencia porque, en la madurez de mi vida, he encontrado un lugar donde ser feliz cuesta muy poco, donde no se necesitan grandes cosas para sentirte pleno, donde desde la soledad estás inmensamente acompañado, donde el espíritu se mantiene elevado por el solo hecho de encontrar momentos propicios, en medio de la naturaleza, para la oración y para la meditación profunda de nuestro devenir diario. Por contra les diré a los que piensan que es aburrido que, a mi entender, están equivocados aunque esta equivocación es por ignorancia. ¡No os podéis imaginar la cantidad de cosas que se pueden hacer! En mi caso os diré que me faltan horas, que siempre dejo cosas para otra semana, para otros días. Me lo paso tan bien, me llena tanto, tengo tan buenos amigos de los que hablamos de lo divino y de lo humano con total libertad y con escrupuloso respeto.

Dentro de unos minutos nos vamos, camino hacia Villaluenga del Rosario donde nos espera la impresionante sierra del Caíllo, un recoqueto pueblo blanco mecido entre montañas, todo enmarcado en un tapiz verde con el que se termina un bello cuadro con un paisaje espectacular. La belleza de lo sublime, de lo sencillo.

Y allí, en medio de esa maravilla, sus gentes, nuestra gente, que nos reciben con los brazos abiertos. Desde que llegamos recibimos saludos y muestras de cariño por donde vamos. Sentimientos estos que son recíprocos.

Cuatro días en medio de la naturaleza, en mi querido pueblo, en la inmensidad de lo que es natural, de lo soberbio, de la soledad buscada y encontrada que tanto bien hacen a mi corazón, a mi ánimo y a mi alma.

Llego a estos días asfixiado e intoxicado de muchas cosas que necesitan del lavado fresco que produce este retiro y antes el Señor del Sagrario, en intimidad absoluta, rezaré, hablaré y escucharé lo que necesita mi alma, que es el motor de mi cuerpo, para seguir prestando servicio allá donde esté.

Cuando emprendemos el Santo Padre Benedicto XVI está viviendo sus últimas horas de Pontificado, cuando volvamos y empiece a actualizar este blog, la Sede de San Pedro estará vacante a la espera que el Cónclave con la ayuda, imprescindible, del Espíritu Santo elija un nuevo Papa que debe regir a la Santa Madre Iglesia.

Os pido, por favor,  que hoy recemos por Su Santidad Benedicto XVI así como el Colegio Cardenalicio y por nuestra Madre la Iglesia. Yo, aprovecharé estas tranquilas jornadas para hacerlo en la profunda intimidad interior que Dios me está regalando.

El próximo domingo 3 de Marzo nos volvemos a encontrar en nuestro blog.

Un fuerte abrazo y que Dios os bendiga,

Jesús Rodríguez Arias

"SED VALIENTES" NO SE ACTUALIZARÁ HASTA EL PRÓXIMO DOMINGO.

"SED VALIENTES" no se actualizará hasta el próximo domingo 3 de Marzo del año en curso, toda vez que  nos vamos unos días a Villaluenga del Rosario y nuestro propósito es desconectar de todo.

Gracias por vuestra fidelidad y que Dios os bendiga.

Un fuerte abrazo en el Señor,

Jesús Rodríguez Arias

¡GRACIAS SANTO PADRE!


Quedan solamente horas para que abandone el Vaticano y Su extraordinario Pontificado, quedan tan solo unas horas para que todos los católicos del mundo nos sintamos un poco "huérfanos" porque el Sumo Pontífice que ha regido la Iglesia estos cerca de ocho años, que ha solucionado graves problemas que estaban enquistados, que ha sido la mano amiga, el abrazo constante, la sabiduría de la fe, el que nos ha ido acercando más y más a Dios con su brillante Magisterio, ese Papa cercano, humilde, tímido, estudioso, orante, ese Santo Padre se habrá marchado para no volver a sentarse en la Cátedra de San Pedro.

Cómo ha sido tocado su corazón por el Dedo Bendito del Señor, sabe lo que es la mansedumbre y humildad, también la la valentía de renunciar al Pontificado porque las fuerzas ya no le acompañan para llevar el timón de esta nave que es la Iglesia y lo ha hecho sentando cátedra, con un mensaje profundo a la vez que humilde y sencillo, como su corazón, ha dejado todo dispuesto para que las cosas sean más fáciles para la elección por parte del Cónclave y del Espíritu Santo del nuevo Santo Padre que regirá la Santa Madre Iglesia a partir de ahora.

Él se va, con sencillez, en busca de un ostracismo necesario donde la oración, la meditación, el estudio y la contemplación serán su vida hasta el final de sus días en los que se encuentre con el Señor al que tanto ama y ha servido hasta la extenuación.

No se deben hacer comparaciones nunca, aunque me considero al cien por cien de Benedicto XVI el cual me ha enseñado y me  ha mostrado mi particular camino hacia la salvación, me ha mostrado con palabras sencillas los insondables Misterios de nuestra Fe.

He rezado todos los días por él y lo seguiré haciendo hasta que me falten las fuerzas porque a un discípulo, un trabajador del Reino de los Cielos de la única manera que se puede ayudar y, además, estar conectados y comunicados en por medio de la oración profunda y la meditación sosegada.

¡Gracias Santo Padre! ¡Dios le bendiga por todo lo que  ha hecho y lo que seguirá haciendo por el bien de Él y de todos sus hijos!

Jesús Rodríguez Arias

DIOS NOS JUZGARÁ POR EL CORAZÓN.



Autor: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net
Jueves segunda semana Cuaresma. La auténtica Cuaresma es la purificación del corazón.
 
Dios nos juzgará por el corazón
El Evangelio nos narra la parábola de Epulón y Lázaro, donde nos damos cuenta de que al morir, Dios los juzga por su corazón. ¿Qué ha hecho Lázaro de bueno para subir al seno de Abraham? Nada. ¿Qué ha hecho Epulón de malo para no subir al seno de Abraham? Nada. Podríamos pensar que la diferencia está en que uno es muy pobre y el otro rico, pero no es el motivo por el cual Cristo los juzga. Cristo los juzga por el corazón. La diferencia está en ser una persona de corazón abierto o de corazón cerrado a Dios nuestro Señor.

Quizá a nosotros en Cuaresma se nos podría nublar un poco la vista y estemos juzgando nuestra vida por nuestro exterior y, entonces, estaremos viviendo una Cuaresma simplemente exterior, olvidándonos de que la auténtica Cuaresma es la purificación del corazón. El profeta dice: “El corazón del hombre es la cosa más traicionera y difícil de curar. ¿Quién lo podrá entender? Yo, el Señor, sondeo la mente y penetro el corazón, para dar a cada uno según sus acciones, según el fruto de sus obras.”

Es Dios quien sondea el corazón, a nosotros nos toca, si queremos vivir de cara a Dios nuestro Señor, vivir con un corazón listo a ser sondeado por Él. El primer gesto de purificación que en nuestra Cuaresma tenemos que buscar es la purificación de nuestro corazón, la purificación de nuestra voluntad, la purificación de nuestra libertad.

Purificar el corazón, purificar la voluntad y purificar la libertad es atreverse a tocar una fibra muy interior, porque es la fibra en la cual nosotros reposamos sobre nosotros mismos. Cada uno de nosotros, en última instancia, reposa sobre su propia voluntad: la voluntad de querer algo o la voluntad de rechazarlo. Cada uno de nosotros en la vida acepta o rechaza las cosas por su corazón, por su voluntad. El profeta es muy claro: “Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone su fuerza y aparta del Señor su corazón”. Son palabras muy duras, sobre todo en cuanto a las consecuencias: “Será como cardo plantado en la estepa, que no disfruta del agua cuando llueve; vivirá en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable”.

Si nuestro corazón no aprende a purificarse, si nuestra voluntad no aprende a actuar bien, si nuestro interior no opta en una forma decidida, firme y exigente por Dios nuestro Señor, se puede ir produciendo, poco a poco, una especie como de desertificación de nuestra vida, un avanzar del desierto en nuestro corazón. Si nuestro corazón no está apoyándose en todo momento en Dios nuestro Señor y nuestra voluntad no está purificándose para ser capaz de encontrarse con Él, sino que por el contrario, nuestra voluntad está confiando en el hombre, es decir, confiando simplemente en esa veleta de acontecimientos que constantemente nos suceden, querrá decir que nuestra vida acabará plantada en medio de una estepa, tierra salobre e inhabitable.

¿No podría ser, el verse plantadas así, el destino de muchos corazones, de muchas vidas? Y cuando empezamos a preguntarnos el por qué, en el fondo, acabamos encontrando siempre una misma respuesta: No supieron poner su libertad totalmente en Dios nuestro Señor. Y aquí no importa si les faltó poco o les faltó mucho, aquí lo que importa es que les faltó.

En el Evangelio, no importa si el rico fue poco injusto o muy injusto, lo importante es que no llegó a estar del otro lado. Su libertad no se puso del lado que tenía que ponerse, su voluntad no se orientó hacia donde tenía que orientarse. Nos puede dar miedo pensar siquiera en la posibilidad de orientar nuestra voluntad. Nos puede dar miedo el intentar tocar nuestro corazón para empezar a preguntarle: ¿Estás verdaderamente orientado a Dios? ¿En quién confías? ¿Auténticamente tu confianza está puesta en el Señor?

De nada nos servirá después, la súplica del rico: “Padre Abraham, ten piedad de mí”, porque nuestra libertad necesita ser ahora purificada.

Es importantísimo que esta Cuaresma se convierta para nosotros en un momento de reflexión sobre hacia dónde está orientada nuestra voluntad, qué estamos haciendo con nuestra vida, qué ha elegido nuestra libertad, qué caminos tiene, qué opciones ha tomado. De poco nos serviría pensar que nuestra libertad y nuestra voluntad están orientada hacia Dios nuestro Señor, si en el fondo, nosotros mismos no hemos sido capaces de purificarnos, de tal manera que, auténticamente se orienten hacia Dios.

“El corazón del hombre es la cosa más traicionera y difícil de curar ¿Quién lo puede entender? Yo, el Señor, sondeo la mente y penetro el corazón”. Atrevámonos a ponernos en Dios nuestro Señor. Atrevámonos a ponernos en Él como el único que va a ser capaz de decirnos si auténticamente nuestra voluntad y nuestra libertad están orientadas de tal forma que, en esta vida nos abramos a Dios, y en la futura nos encontremos con Él.

Atrevámonos a permitirle a Dios tocar los recursos, los resortes interiores de nuestra libertad.

Cuántas veces podríamos juzgar que estamos haciendo bien, y realmente podría ser que estuviésemos viviendo engañados, traicionados por lo más interior de nosotros mismos, que es nuestro corazón, “la cosa más traicionera y difícil de curar”. ¿Me atrevo yo a permitir que ese médico del alma que es Dios, entre a mi corazón, toque y cuestione mi libertad y toque y fortalezca mi voluntad?

Creo que éste sería un buen camino de Cuaresma: el ir purificando nuestra voluntad y nuestra libertad de tal manera que, en el encuentro con la Pascua de nuestro Señor, lleguemos a decir que nuestro corazón, siendo débil como es, tiene una certeza y tiene una garantía: el estar apoyado sólo y únicamente en Dios nuestro Señor. Porque así, “será árbol plantado junto al agua que hunde en las corrientes sus raíces; cuando llegue el calor, no lo sentirá y sus hojas se conservarán siempre verdes; en el año de sequía no se marchitará ni dejará de dar frutos”.

En nuestras manos está el hacer de nuestra libertad y de nuestra voluntad un camino de esterilidad, apoyado en nosotros; o un camino de fecundidad, apoyado en Dios.

DESPEDIDA DEL PAPA: "NUNCA ME HE SENTIDO SOLO".



«He querido a todos y cada uno», afirmó el Papa en su última Audiencia general, en la que se ha despedido de la Iglesia con un texto profundamente personal y lleno de gratitud e invitaciones a confiar en Dios, que guía a su pueblo. También ha explicado que «el Papa pertenece a todos», y que su renuncia no implica para él una vuelta a la vida privada, pues el compromiso con el Señor que asumió al ser elegido como sucesor de Pedro es para siempre. «No retorno a la vida privada, no abandono la Cruz; quedo de un modo nuevo junto al Señor crucificado»
Noticia digital (27-II-2013)

Gratitud, alegría, y la firme confianza en Dios, que guía a su Iglesia y no la abandona. Han sido las tres claves de la última Audiencia general de Benedicto XVI. Lejos de las previsiones, que esperaban que centrara su catequesis en el ciclo sobre el Credo que inició hace unos meses con motivo del Año de la fe, el Papa ha querido que su último acto público fuera una despedida de los fieles, y un claro mensaje para -una vez más- confortarlos y confirmarlos en la fe.
Ha sido así desde su llegada a la Plaza de San Pedro, repleta de peregrinos, que llenaban también parte de la Vía de la Conciliazione. A la vista de las numerosas banderas y pancartas en distintos idiomas, llenas de mensajes de agradecimiento y cariño, el Papa se mostró, nada más comenzar su intervención, «verdaderamente conmovido» por todas las oraciones y muestras de afecto; y -parafraseando el fragmento de la Carta a los Colosenses que se acababa de leer- dio «gracias a Dios por las noticias que he podido recibir» de todo el mundo durante su pontificado. «Siento que llevo a todos en la oración», y «recojo todo encuentro, viaje..., para «confiarlos al Señor». También se mostró alegre y con «gran confianza, porque sé que la Palabra de verdad del Evangelio es la fuerza de la Iglesia, es su vida». Ésta «es mi confianza, ésta es mi alegría».
Testimonio personal
Esta última catequesis del Papa -que se puede leer íntegra al final de esta noticia- seguramente quedará en la memoria como una de las intervenciones más personales de Benedicto XVI. Los fieles lo han agradecido, interrumpiendo en muchas ocasiones las palabras del Santo Padre con sus aplausos. Recordó varias veces, por ejemplo, su elección como Papa, el 19 de abril de 2005. En ese momento, rezó: «Señor, ¿qué me pides? Es un peso grande el que me pones sobre la espalda. Pero, si me lo pides, sobre tu palabra echaré las redes, seguro de que Tú me guiarás». Ocho años después, «puedo decir que el Señor verdaderamente me ha guiado, ha estado cerca de mí», en un pontificado en el que ha habido «momentos de alegría y de luz, pero también momentos no fáciles».
«Siempre he sabido -continuó- que en la barca está el Señor, y que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra. Es Suya, y el Señor no deja que se hunda. Es Él el que la conduce, ciertamente a través de los hombres que ha elegido». Ésta es «una certeza que nada puede anular». Por eso, acto seguido manifestó su deseo de que todos depositen «firme confianza en el Señor. Sus brazos son los que nos sostienen y nos ayudan a caminar». Querría también «que cada uno se sintiese amado por Dios», porque «Dios nos ama, y espera que también nosotros lo amemos».
Agradecimiento a sus colaboradores
Pero, aunque la gratitud del Papa se dirigía sobre todo a Dios, no era Él su único destinatario. El Santo Padre ha mostrado su agradecimiento a tantas personas que «el Señor me ha puesto al lado»: el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado; los miembros del colegio cardenalicio ­-muchos de los cuales habían acudido a Roma para asistir a la Audiencia- y de la Curia; sus «hermanos en el episcopado y en el presbiterado», los consagrados, y el «entero pueblo de Dios». Aseguró: «Nunca me he sentido solo en llevar la alegría y el peso del ministerio petrino».
De la misma forma que Benedicto XVI se ha sentido tan querido por todos, «también yo he querido a todos y cada uno sin distinciones. Cada día he llevado a cada uno en mi oración con corazón de padre». No sólo a los fieles católicos bajo su cuidado, sino a todas las personas, de otras religiones o no creyentes: «El corazón del Papa mira al mundo entero».
Cartas de hermanos e hijos
Recordó en especial, en este momento, a las «personas que me han enviado signos conmovedores de amistad y oración». Cada día recibe «cartas de los grandes» del mundo de la política, la ciencia, la cultura..., «pero también de muchísimas personas sencillas, que me escriben sencillamente desde su corazón y me hacen sentir su afecto». Estas personas «no me escriben como se escribe a un príncipe o a un grande que no conocen, sino como hermanos o como hijos».
El Papa «pertenece a todos y muchísimas personas se sienten cercanas a él». En esto -añadió- «se puede tocar qué es la Iglesia: no un organismo, no una asociación con fines religiosos o humanitarios, sino un cuerpo vivo, una comunión de hermanos y hermanas en el Cuerpo de Cristo, que nos une a todos». Esta experiencia de la Iglesia «es motivo de fuerza y de alegría, en un tiempo en el que tantos hablan de su declive».
Un compromiso «para siempre»
Acto seguido, Benedicto XVI pasó a explicar su renuncia, en la que -resaltó- ha buscado «tomar la decisión más justa no para mi bien», sino para el de la Iglesia. «He dado este paso con la plena conciencia de su gravedad y novedad, pero con una profunda serenidad de ánimo. Amar a la Iglesia significa también tener el valor de tomar decisiones difíciles, sufridas». Desde su elección como Papa, sabía que estaba «comprometido por siempre y para siempre con el Señor», y que el Sucesor de Pedro «no tiene ya vida privada. Pertenece siempre y totalmente a todos, a toda la Iglesia».
En estos ocho años de pontificado ­-continuó- y también ahora, «he podido experimentar que uno reciba la vida cuando la da». Una vez aceptado el ministerio petrino, «ya no se puede volver a lo privado», y su renuncia «no revoca esto. No retorno a la vida privada, a una vida de viajes, encuentros, conferencias, etc. no abandono la Cruz; quedo de un modo nuevo junto al Señor crucificado». Por eso, como ya había anunciado, va a dedicar lo que le queda de vida al «servicio de la oración», y seguirá «acompañando a la Iglesia con la oración y la reflexión, con esa dedicación al Señor y a su Esposa que he intentado vivir hasta ahora cada día y que quisiera vivir siempre».
Benedicto XVI concluyó su catequesis animando de nuevo a tener confianza, porque «Dios guía a su Iglesia, la sostiene siempre, sobre todo en los momentos difíciles». Por eso, deseó que «en el corazón de cada uno de vosotros quede siempre la alegre certeza de que Dios está cercano, no nos abandona», y «nos recoge en su amor».
Palabras en español
«Queridos hermanos y hermanas -ha afirmado el Papa en español a continuación-: Muchas gracias por haber venido a esta última audiencia general de mi pontificado. Asimismo, doy gracias a Dios por sus dones, y también a tantas personas que, con generosidad y amor a la Iglesia, me han ayudado en estos años con espíritu de fe y humildad. Agradezco a todos el respeto y la comprensión con la que han acogido esta decisión importante, que he tomado con plena libertad».
«Desde que asumí el ministerio petrino en el nombre del Señor he servido a su Iglesia con la certeza de que es Él quien me ha guiado. Sé también que la barca de la Iglesia es suya, y que Él la conduce por medio de hombres. Mi corazón está colmado de gratitud porque nunca ha faltado a la Iglesia su luz. En este Año de la fe invito a todos a renovar la firme confianza en Dios, con la seguridad de que Él nos sostiene y nos ama, y así todos sientan la alegría de ser cristianos».
«Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y de los países latinoamericanos, que hoy han querido acompañarme. Os suplico que os acordéis de mí en vuestra oración y que sigáis pidiendo por los señores cardenales, llamados a la delicada tarea de elegir a un nuevo Sucesor en la Cátedra del apóstol Pedro. Imploremos todos la amorosa protección de la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia. Muchas gracias. Que Dios os bendiga».
María Martínez López
Texto íntegro de la catequesis del Papa:
Os doy las gracias por haber venido tan numerosos a esta última audiencia general de mi Pontificado. Os lo agradezco de corazón, estoy realmente conmovido. Veo la Iglesia viva. Pienso que tenemos que dar gracias al Creador, por el buen clima que nos ha regalado, cuando aún estamos en invierno.
Como dice el apóstol Pablo en el texto que hemos oído, también yo siento en mi corazón el deber, sobre todo, de dar gracias a Dios, que guía y hace crecer a la Iglesia, que siembra su Palabra y así alimenta la fe de su Pueblo. En este momento mi espíritu se alarga para abrazar a toda la Iglesia repartida por el mundo; doy gracias a Dios por las noticias que he podido recibir durante estos años de ministerio petrino sobre la fe en nuestro Señor Jesucristo, y sobre la caridad que circula verdaderamente en el Cuerpo de la Iglesia y la hace vivir en el amor, y sobre la esperanza que nos abre y orienta hacia una vida plena, hacia la patria del Cielo.
Os tengo a todos presentes en mi oración, en un presente que es el de Dios, donde recuerdo cada encuentro, cada viaje, cada visita pastoral. Uno en la oración a todo y a todos para encomendarlos al Señor: «para que Dios les haga conocer perfectamente su voluntad, y les dé con abundancia la sabiduría y el sentido de las cosas espirituales. Así podrán comportarse de una manera digan del Señor, agradándolo en todo, fructificando en toda clase de obras buenas» (Col. 1, 9-10).
En este momento, tengo una gran confianza, porque sé -lo sabemos todos- que la Palabra de Verdad del Evangelio es la fuerza de la Iglesia, su Vida. El Evangelio purifica y renueva, da fruto, allí donde la comunidad de los creyentes lo escucha y acoge la gracia de Dios en la verdad y vive en la caridad. Esta es mi confianza, esta es mi alegría.
Cuando el 19 de abril de hace casi ocho años acepté asumir el ministerio petrino, tuve una certeza que nunca me ha abandonado. En ese momento, como he explicado en otras ocasiones, las palabras que resonaron en mi corazón fueron: «Señor, ¿por qué me pides esto y qué me pides? Es un peso grande el que cargas sobre mis espaldas, pero si Tú lo pides, por tu Palabra echaré las redes, seguro de que Tú me guiarás, a pesar de todas mis debilidades». Ocho años después, puedo decir que el Señor verdaderamente me ha guiado, ha estado cerca de mí, he podido sentir a diario su presencia. Ha sido un episodio en el camino que recorre la Iglesia en el que ha habido momentos de alegría y de luz, pero también momentos no fáciles; me he sentido como San Pedro con los Apóstoles en la barca en el lago de Galilea: el Señor nos ha dado tantos días de sol y brisa ligera, días en los que la pesca ha sido abundante; también hubo momentos en los que las aguas estaban agitadas y el viento era  contrario, como en toda la historia de la Iglesia, el Señor parecía dormir. Pero yo he sabido siempre que en esa barca está el Señor. He sabido siempre que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino suya y Él no dejará que se hunda. Es Él quien la conduce, ciertamente por medio de hombres que Él ha escogido porque así lo ha querido. Esta ha sido y es una certeza, que nada puede ensombrecer. Y por eso hoy mi corazón está lleno de agradecimiento a Dios porque no ha quitado nunca ni a la Iglesia ni a mí su consuelo, su luz, su amor.
Estamos en el Año de la fe, que he querido convocar para reforzar nuestra fe en Dios en un contexto que parece ponerlo cada vez más en un segundo plano. Querría invitar a todos a renovar una firme confianza en el Señor, a confiarnos como niños en los brazos de Dios, seguros de que esos brazos nos sostienen siempre y son quienes nos permiten a diario caminar a pesar del cansancio. Querría que cada uno se sintiera amado de ese Dios que nos ha dado a su Hijo y que nos ha demostrado su amor sin límites. Querría que cada uno experimentase la alegría de ser cristiano. Hay una bella oración para ser recitada por la mañana que dice: «Te adoro, Dios mío, y te amo con todo el corazón. Te doy gracias por haberme creado, por haberme hecho cristiano...»
¡Sí, estamos contentos por haber recibido el don de la fe, el bien más valioso que ninguno nos puede arrebatar! Agradezcámoslo al Señor cada día, con la oración y con una vida cristiana coherente. Dios nos ama, pero espera que nosotros lo amemos también.
Pero no quiero dar las gracias únicamente a Dios. Un Papa no guía él solo la barca de Pedro, aunque él sea el primer responsable; yo nunca me he sentido solo al llevar la alegría y el peso del ministerio petrino; el Señor me ha puesto cerca a tantas personas que, con generosidad y amor a Dios y a la Iglesia me han ayudado y me han sostenido.
En primer lugar, vosotros queridos cardenales: vuestra sabiduría, vuestros consejos, y vuestra amistad han sido muy valiosos para mi; mis colaboradores, empezando por el Secretario de Estado que me ha acompañado con fidelidad durante estos años; la Secretaría de Estado y toda la Curia Romana, como también todos aquellos que, en las diferentes áreas, prestan su servicio a la Santa Sede: hay tantos rostros que no aparecen, que trabajan ocultos, pero en el silencio, en su dedicación diaria, con espíritu de fe y humildad han sido para mí una ayuda segura y fiable. Un puesto especial lo ocupa la Iglesia de Roma, mi diócesis. No puedo olvidar a mis hermanos en el Episcopado y Presbiterado, las personas consagradas y todo el Pueblo de Dios: en las visitas pastorales, en las audiencias y en los viajes he percibido siempre gran dedicación y afecto; pero al mismo tiempo yo también he querido mucho a todos y a cada uno, sin distinciones, con la caridad pastoral que existe en el corazón de cada Pastor, especialmente en el Obispo de Roma, en el sucesor del Apóstol Pedro.
Cada día he rezado por cada uno de vosotros, con el corazón de un padre. Querría que mi saludo y mi agradecimiento llegase a todos: el corazón de un Papa se alarga a todo el mundo. Querría dar las gracias al Cuerpo diplomático ante la Santa Sede, que hace presente la gran familia de las naciones. También me vienen a la cabeza quienes trabajan para las comunicaciones, a quienes agradezco por su importante servicio. Ahora querría también dar gracias de corazón a las numerosas personas en todo el mundo que, durante las últimas semanas, me han enviado muestras cariñosas de afecto, amistad y oración. Sí, el Papa nunca está solo: ahora lo experimento de forma tan clara que me toca el corazón. El Papa pertenece a todos y muchas personas se saben cercanas a él. Es verdad que recibo muchas cartas de los grandes del mundo -desde los jefes de Estado a los líderes religiosos, representantes del mundo de la cultura, etcétera-. Pero también recibo muchas cartas de personas sencillas que me escriben sencillamente con el corazón, y me hacen sentir su afecto, un afecto que nace de una vida junto a Cristo Jesús, en la Iglesia. Estas personas no me escriben como se escribe, por ejemplo, a un príncipe o a una personalidad que no se conoce. No, me escriben como hermanos o hermanas, como hijos e hijas, que se saben unidas por un lazo familiar muy afectuoso. Aquí se puede experimentar qué es la Iglesia: no una organización, no una asociación con fines religiosos o humanitarios, sino un Cuerpo vivo, una comunión de hermanos y hermanas en el Cuerpo de Jesucristo, que une a todos. Experimentar la Iglesia de este modo y poder casi tocar físicamente la fuerza de su verdad y de su amor, es un motivo de alegría, en un tiempo en que tantos hablan de su declino.
En estos últimos meses he experimentado que mis fuerzas iban disminuyendo, y he pedido a Dios insistentemente, en la oración, que me iluminase con su luz para que pudiera tomar la decisión más justa, no por mi bien sino por el bien de la Iglesia. He dado este paso conociendo plenamente su gravedad y su novedad, pero también con una profunda serenidad de espíritu. Amar a la Iglesia significa también tener la valentía de tomar decisiones difíciles, sufridas, teniendo siempre presente el bien de la Iglesia y no el de uno mismo. Permitidme que vuelva de nuevo al 19 de abril de 2005. La gravedad de la decisión dependía justamente del hecho que desde ese momento me había comprometido siempre y para siempre con el Señor. Siempre: es decir, el ministerio petrino implica que uno no tiene ninguna privacidad. Pertenece siempre y totalmente a todos, a toda la Iglesia. A su vida le viene quitada, por así decirlo, la dimensión privada. He podido experimentar, y lo experimento precisamente ahora, que uno recibe la vida cuando la da. Antes he dicho que muchas personas que aman al Señor aman también al Sucesor de Pedro y le tienen mucha estima; que el Papa tiene verdaderamente hermanos y hermanas, hijos e hijas en todo el mundo y que se siente seguro en el abrazo de su comunión: porque no se pertenece ya a sí mismo, pertenece a todos y todos pertenecen a él. El siempre es también un por siempre, no se puede regresar a la vida privada. Mi decisión de renunciar al ejercicio activo del ministerio no cambia este aspecto. No regreso a la vida privada, a una vida de viajes, encuentros, recibimientos, conferencia, etcétera. No abandono la cruz, sino que permanezco de un modo nuevo junto al Señor Crucificado. No poseeré ya la potestad del oficio para el Gobierno de la Iglesia, pero en el servicio de la oración me mantendré, por decirlo así, en el recinto de san Pedro. San Benito, cuyo nombre llevo como Papa, será siempre un grande ejemplo para mí en esto. Él nos mostró un camino hacia una vida que, activa o pasiva, pertenece completamente a la obra de Dios. Agradezco a todos y a cada uno también por el respeto y la comprensión con que habéis acogido esta decisión tan importante. Continuaré acompañando a la Iglesia en su camino con la oración y la reflexión, con la dedicación al Señor y a su Esposa que he intentado vivir hasta ahora cada día y que deseo vivir siempre.
Os pido que os acordéis de mi ante Dios, y especialmente que os acordéis de rezar por los Cardenales, llamados a una tarea tan importante, y por el nuevo Sucesor del Apóstol Pedro: que el Señor lo acompañe con la luz y la fuerza de su Espíritu.
Invocamos la materna intercesión de la Virgen María Madre de Dios y de la Iglesia, para que acompañe a cada uno de nosotros y a toda la comunidad de la Iglesia. A ella nos confiamos, con profunda confianza.
¡Queridos amigos! Dios guía a su Iglesia, la sostiene siempre también y especialmente en los momentos difíciles. No perdamos de vista esta visión de fe, que es la única visión verdadera en el camino de la Iglesia en el mundo. En nuestro corazón, en el corazón de cada uno de vosotros, haya siempre la alegre seguridad que el Señor está junto a nosotros y no nos abandona, está cerca y nos envuelve con su amor. ¡Gracias!
www.opusdei.es / Traducción provisional

EL CARDENAL UROSA SEÑALA QUE LO MÁS IMPORTANTE NO ES DE DÓNDE SEA EL PRÓXIMO PAPA SINO QUE SEA PROFETA DE CRISTO.

INFOCATOLICA.COM

El cardenal y arzobispo de Caracas, S.E.R Jorge Urosa, ha asegurado en una entrevista a la agencia Efe que las supuestas luchas internas dentro de la Iglesia católica ante la elección de un nuevo papa son una «fábula» y destaca la autenticidad y franqueza de Benedicto XVI por tomar una decisión en la que no hay que buscar «cinco patas al gato». El prelado cree que lo más importante no es de dónde venga la persona que sea elegida como sumo pontífice sino que sea el «profeta de Cristo», destacando que entre las tareas que deberá afrontar están la renovación interna y la lucha contra el «secularismo».
28/02/13 8:29 AM | Imprimir | Enviar
(Efe) A punto de partir para Roma, donde participará en el cónclave para la elección del Papa, que, según dijo, podría ser el 10 o el 11 de marzo, el cardenal Urosa destacó la personalidad y el legado de Benedicto XVI.
«Ha sido algo absolutamente sorpresivo, yo había estado en Roma en días anteriores y había estado inclusive conversando con el santo padre, nadie pensaba que el Papa renunciaría», indicó Urosa, recordando no obstante que tras su viaje a México y Cuba el Sumo Pontífice «vio que sus fuerzas realmente habían mermado».
«El Papa es un hombre muy auténtico y muy franco», dijo Urosa, creado cardenal precisamente por Benedicto XVI.
Cuando se le pregunta por los motivos detrás de la decisión del Papa, el purpurado responde que «no hay que buscarle cinco pies al gato».
«Las razones de la renuncia del Papa, que es un hombre que no se arredra ante los problemas, han sido las que él dijo, y yo creo que tenemos que respetar eso», afirmó.
En ese sentido, destacó que en momentos difíciles como el escándalo «de la infidencia terrible» de su mayordomo o con «los gravísimos escándalos» en Irlanda, el Papa no renunció y por el contrario fue «muy firme en condenar todos esos hechos execrables que lamentablemente algunos eclesiásticos han cometido».
Lo que «se ha buscado ahora es inventar, un poco por sensacionalismo y yo diría que también por cierto odio a la Iglesia, al cristianismo», sostuvo.
Señaló que las supuestas pugnas en la Iglesia forman parte «de esa especie de fábula que rodea al Vaticano».
«Yo soy cardenal desde hace siete años nada más, pero he tenido oportunidad de participar en dos sínodos y conozco un poco la vida interior de la Iglesia, pero yo no he visto esas luchas, de verdad, esa amarga batalla de la cual hablan supuestamente expertos vaticanistas», indicó.
Defendió la actuación de la Iglesia cuando han surgido escándalos en su seno, como el que recientemente salpicó al cardenal Keith O'Brien, acusado de «comportamiento inapropiado» hacia otros religiosos.
«Cuando esto se ha sabido se han tomado medidas de inmediato y ha sido una cosa muy buena que el cardenal O'Brien haya declinando su asistencia al cónclave», indicó Urosa, al destacar la firmeza tanto de Benedicto XVI como de Juan Pablo II en este asunto.
«La Iglesia tiene sus mismos mecanismos permanentes de renovación y de corrección, lo malo es cuando no los aplicamos», insistió.
Para el cardenal venezolano, el nuevo obispo de Roma tendrá como misión la «renovación interna» en la «línea del amor a Dios y del amor al prójimo», tener una gran sensibilidad social y también el «reto» de impulsar la superación del secularismo, «la tendencia a dejar a Dios de lado».
Destacó que hay «una gran cantidad de personalidades brillantes, de hombres de Dios» en el colegio cardenalicio.
«Lo importante no es de dónde venga el papa (...) lo importante es que tenga esa actitud de profeta de Jesucristo y que tenga capacidad de dialogar, de comunicar, de hacer presente a Jesucristo», señaló.
«Estamos conscientes de que tenemos un compromiso muy grande ante Dios nuestro Señor de darle a la Iglesia el mejor cardenal que pueda entonces asumir el papel de sucesor de Pedro», afirmó.

CAMBOYA: SEMANA DE ARMONÍA ITERRELIGIOSA PARA CONMEMORAR A LAS VÍCTIMAS DE LOS JEMERES ROJOS.

INFOCATOLICA.COM


CRISTIANOS, BUDISTAS Y MUSULMANES JUNTOS


Cristianos, budistas y musulmanes camboyanos se han reunido recientemente en Choeung Ek, el «campo de exterminio» de Camboya, para conmemorar y orar por los miles de camboyanos inocentes ejecutados allí bajo el régimen de los Jemeres Rojos. El recuerdo de las víctimas del genocidio ha formado parte de la «Semana de la armonía interreligiosa», que se ha caracterizado por vigilias de oración, encuentros y debates. Al final de la semana, los líderes religiosos han plantado algunos árboles en el campo de Choeung Ek.
28/02/13 8:42 AM | Imprimir | Enviar
(Fides) Según han informado a la Agencia Fides los jesuitas en Camboya, en la celebración han participado jóvenes cristianos, católicos y protestantes, musulmanes y monjes budistas, especialmente de Phnom Penh.
Se han plantado unos 50 árboles, todos de una especie llamada «Rumdul» (nombre científico: Mitrella mesnyi), flor nacional de Camboya. La flor del Rumdul tiene tres pétalos y es de color amarillento. Es conocida por su fragancia reconocible incluso a gran distancia. «El buen olor de Rumdul acompaña, como nuestras oraciones, a nuestros hermanos y hermanas que murieron en los campos de exterminio de Choeung Ek», han dicho los presentes.
La idea de una semana interreligiosa en Camboya refleja la iniciativa lanzada por las Naciones Unidas de la «Semana Mundial de la Armonía interreligiosa».

LA SEMANA SANTA ISLEÑA DE 2013 CUENTA YA CON SUS ITINERARIOS Y HORARIOS OFICIALES.

El Castillo de San Fernando



SEMANA SANTA
El Consejo de Hermandades y Cofradías de San Fernando ha hecho públicos este lunes los itinerarios y horarios de la próxima Semana Santa, que comenzará el domingo 24 de marzo. Entre las novedades más destacadas, respecto a la Semana Santa del año pasado, resalta el adelanto de la salida de la cofradía de los Estudiantes, que saldrá a las 17.30 horas, cuando antes salía a las 18.00 horas. La Hermandad Sacramental de los Afligidos será la primera en pasar por la Carrera Oficial, pasando su paso ante la iglesia Mayor minutos antes de que emprenda su salida la Archicofradía de Medinaceli, una cofradía que gracias a este adelanto, recuperará la calle Churruca en su itinerario. Otro día con importantes novedades es el Miércoles Santo, donde la cofradía del Gran Poder, dejará a un lado la calle San Rafael para seguir por Comandante Ruiz Marcet y Reyes Católicos, tomando el convento de las Madres Capuchinas a la ida y no al regreso de la Carrera Oficial de la Semana Santa.

La hermandad de la Sagrada Resurrección también dejará de pasar por la calle Rosario y buscará por Capitanía la calle Murillo y La Herrán para salir a la calle Real.
En los itinerarios oficiales viene fijada la salida de la Vera-Cruz el Miércoles Santo, después de el último comunicado de la cofradía donde anunciaba que no lo haría. Pese a todo, del Miércoles de Ceniza al sábado, en el que la cofradía ha celebrado una asamblea de hermanos, se ha cambiado de parecer y saldrá a la calle.
HORARIOS E ITINERARIOS OFICIALES DE LA SEMANA SANTA DE SAN FERNANDO 2013
DOMINGO DE RAMOS
Venerable Hermandad Sacramental y Cofradía Lasaliana de Cristo Rey en su TriunfalEntrada en Jerusalén y María Santísima de la Estrella
Capilla de Nuestra Señora de la Estrella (2 pasos)
Salida: 16,00 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 17,45 horas.
Recogida Cruz de Guía: 21,45 horas.
ITINERARIO:
Real, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, General García de la Herrán, Plaza de la Iglesia, Real, CARRERA OFICIAL, Real, Tomás del Valle, Pece Casas, Bravo, Lanuza, Héroes del Baleares, Real y a su Templo.
Venerable Hermandad y Cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo de Humildad yPaciencia, María Santísima de las Penas, San Juan Evangelista y Santa María Magdalena
Parroquia de San Servando y San Germán (2 pasos)
Salida: 18,00 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 21,00 horas.
Recogida Cruz de Guía: 01,00 horas.
ITINERARIO:
Avda. Ponce de León, Avda. Al-Andalus, Rotonda Hornos Púnicos, Benjamín López, Cascos Azules de la Isla, Avda. de las Marismas, Colegio Naval Sacramento, Cecilio Pujazón, Calderón de la Barca, Sánchez Cerquero, General Valdés, Plaza del Rey, Las Cortes, General García de la Herrán, Rosario, Plaza de la Iglesia, Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, General Valdés, Alameda Moreno de Guerra, Real, Manuel de Arriaga, San Joaquín, Plaza General Pidal, Jovellanos, San Juan de la Cruz, Dr. Florencio Pérez Gallardo, Avda. Al-Andalus, Avda. Ponce de León, a su Templo.
Real, Venerable y Antigua Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Atado yFlagelado en la Columna y Nuestra Señora María Santísima de las Lágrimas
Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo (2 pasos)
Salida: 18,30 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 18,35 horas.
Recogida Cruz de Guía: 00,00 horas.
ITINERARIO:
Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, 24 de septiembre de 1810, Rosario, Colón, San Rafael, Maestro Portela, Manuel Roldán, Colón, Cardenal Spínola, Murillo, La Herrán, Real, Almirante Cervera, San Servando, San Vicente, Pérez Galdós, Capataz Nicolás Carrillo, Plaza de la Iglesia, a su Templo.
LUNES SANTO
Real, Venerable y Seráfica Esclavitud y Antigua Archicofradía del Santísimo Sacramento, de la Inmaculada Concepción y Animas Benditas y Fervorosa Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima de la Trinidad (Medinaceli)
Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo (2 pasos).
Salida: 18,45 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 18,50 horas.
Recogida Cruz de Guía: 23,30 horas.
ITINERARIO:
Plaza de la Iglesia, Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, San Diego de Alcalá, Antonio López, Plaza Jesús de Medinaceli, Constructora Naval (Estación de Penitencia en el Convento de las RR.MM. Clarisas Capuchinas), Colón, Churruca, Maestro Portela, Manuel Roldán, Colón, Beato Cardenal Spínola, Diego de Alvear, Real, Plaza de la Iglesia, a su Templo.
Venerable Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos, María Santísima de la Amargura y Santo Tomás de Aquino (Estudiantes)
Parroquia del Santo Cristo (1 paso)
Salida: 17,30 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 18,30 horas.
Recogida Cruz de Guía: 22,00 horas.
ITINERARIO:
Pza. Madre Teresa de Calcuta, Profesor Antonio Ramos, Maestro Portela, Manuel Roldán, Colón, Beato Marcelo Spínola, Murillo, La Herrán, Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, 24 de Septiembre de 1810, Rosario, Murillo, San Esteban, San Gaspar, Constructora Naval, Colón, Churruca, Maestro Portela, Profesor Antonio Ramos, Plaza Madre Teresa de Calcuta y a su Templo.
Real y Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Ecce-Homo y María Santísima de la Salud (Vulgo del Comercio)
Parroquia de la Divina Pastora (2 pasos)
Salida: 19,00 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 20,30 horas.
Recogida Cruz de Guía: 00,30 horas.
ITINERARIO:
Plaza de la Pastora, Santa Rosalía, Marconi, Santo Domingo, Beato Cardenal Spinola, Diego de Alvear, Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, 24 de septiembre de 1810, Antonio López, Constructora Naval, Colón, Churruca, Maestro Portela, Mariana de Pineda, Santo Domingo, Marconi, Santa Rosalía, Plaza de la Pastora, a su Templo.
MARTES SANTO
Venerable Hermandad y Cofradía de Penitencia de la Sagrada Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto, María Santísima de Gracia y Esperanza Coronada y Beato Marcelo Spínola
Parroquia de la Divina Pastora (2 pasos)
Salida: 18,15 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 19,45 horas.
Recogida Cruz de Guía: 23,30 horas.
ITINERARIO:
Plaza de la Divina Pastora, Santa Rosalía, Marconi, Santo Domingo, Cardenal Spínola, Murillo, la Herrán, Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, 24 de septiembre de 1810, Rosario, Colón, San Rafael, Maestro Portela, Mariana de Pineda, Santo Domingo, Marconi, Santa Rosalía, Pza. de la Divina Pastora, a su Templo.
Venerable Hermandad Sacramental y Cofradía de Penitencia de Nuestra Madre y Señora la Santísima Virgen de la Caridad, y Santísimo Cristo de la Salvación en el Misterio de su Sagrada Mortaja
Parroquia Vaticana y Castrense de San Francisco de Asís (1 paso)
Salida: 19,00 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 21,00 horas.
Recogida Cruz de Guía: 01,00 horas.
ITINERARIO:
Real, Almirante Faustino Ruíz, Colegio Naval Sacramento, Cecilio Pujazón, Calderón de la Barca, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, General García de la Herrán, Plaza de la Iglesia, Real, CARRERA OFICIAL, Real, Tomás del Valle, Pecce Casas, Bravo, Lanuza, Barceló, San Marcos, Tirso de Molina, Velarde, Lope de Vega, Real, a su Templo.
Venerable Hermandad Sacramental y Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento, María Santísima del Buen Fin y San Juan Evangelista
Parroquia de San José Artesano (2 pasos)
Salida: 17,45 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 21,45 horas.
Recogida Cruz de Guía: 00,00 horas.
ITINERARIO:
General García de Herrán, Poeta Jiménez Ayllón, Pza. de la Ladrillera, Escritor Montes Aguilera, Constructora Naval (Estación de Penitencia en el Convento de RR.MM. Clarisas Capuchinas), Colón, Beato Cardenal Spínola, Diego de Alvear, Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Arenal, Interior Parque Almirante Laulhé, Av. Doctor Revuelta Soba, a su Templo.
MIÉRCOLES SANTO
Orden Seglar de Siervos de María (Servitas)
Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo (1 paso)
Salida: 19,00 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 19,15 horas.
Recogida Cruz de Guía: 23,00 horas.
ITINERARIO:
Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, 24 de septiembre de 1810, Antonio López, Constructora Naval, Colón, Churruca, Mazarredo, San Rafael, Colón, González de la Vega, Juan de Mariana, San Esteban, Murillo, La Herrán, Real, Almirante Cervera, Pérez Galdós, Nicolás Carrillo, Real, a su Templo.
Venerable Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y Nuestra Señora del Mayor Dolor
Parroquia del Santo Cristo (1 paso)
Salida: 17,30 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 19,45 horas.
Recogida Cruz de Guía: 22,40 horas.
ITINERARIO:
Plaza Madre Teresa de Calcuta, Profesor Antonio Ramos, Maestro Portela, Manuel Roldán, Colón, Beato Cardenal Spínola, Murillo, La Herrán, Real, Estación de Penitencia en la Iglesia Mayor, Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, General García de la Herrán, Rosario, González Hontoria, Constructora Naval, Colón, Churruca, Méndez Núñez, Bazán, Patrona, San Ignacio, Plaza Madre Teresa de Calcuta, a su Templo.
Venerable Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Amor
Parroquia de la Sagrada Familia (2 pasos)
Salida: 16,45 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 20,00 horas.
Recogida Cruz de Guía: 02,30 horas.
ITINERARIO:
Parroquia de la Sagrada Familia, Eume, Eo, Nautilus, Arapiles, Marqués de la Ensenada, Avda. de Carlos III, Paseo General Lobo, Comandante Ruiz Marcet, Plaza Madre Teresa de Calcuta, Avenida de Reyes Católicos, Colón, Constructora Naval, Estación de Penitencia en el Convento de las R.R. M. M. Clarisas Capuchinas, González Hontoria, Rosario, Plaza de la Iglesia, Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, General García de la Herrán, Rosario, Colón, San Rafael, Maestro Portela, Mariana de Pineda, Plaza Sánchez de la Campa, Hernán Cortés, Avenida del Cid, Puente Jesús del Gran Poder, Revelación, Nazaret, Felipe II, Eume, Plaza de la Sagrada Familia, a su Templo.
JUEVES SANTO
Hermandad y Cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo del Perdón y Nuestra Señora de la Paz
Parroquia de la Inmaculada Concepción (1 paso)
Salida: 16,00 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 19,15 horas.
Recogida Cruz de Guía: 00,20 horas.
ITINERARIO:
Plaza de San Juan, Magallanes, San Federico, Rotonda de la Cruz, Puente de la Casería, San José y San Antonio, Patrona, San Ignacio, Calatrava, Colón, Constructora Naval, González Hontoria, Rosario, Plaza de la Iglesia, Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, García de la Herrán, Rosario, Colón, San Rafael, Plaza José Suárez, Pintor Martínez Pepiño, Paseo General Lobo (lado izquierdo), Joly Velasco, San Federico, Santa Rosa, Hermanos Pinzones, Alcázar de Toledo, Ricardo Isasi, Batalla del Ebro, Juan Sebastián Elcano, San Roque, Magallanes, Plaza de San Juan, a su Templo.
Real y Venerable Hermandad Sacramental, Fervorosa y Devota Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús de la Misericordia, María Santísima de la Piedad y Santa Mujer Verónica
Parroquia de la Divina Pastora (2 pasos)
Salida: 18,15 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 19,45 horas.
Recogida Cruz de Guía: 23,30 horas.
ITINERARIO:
Plaza de la Pastora, Santa Rosalía, Marconi, Santo Domingo, Beato Cardenal Spínola, Diego de Alvear, Real, Estación de Penitencia en la Iglesia Mayor, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, General García de la Herrán, Rosario, Colón, San Rafael, Maestro Portela, Mariana de Pineda, Santa Rosalía, Plaza de la Pastora, a su Templo.
Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y María Santísima de las Angustias
Parroquia de la Sagrada Familia (1 paso)
Salida: 20,30 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 00,15 horas.
Recogida Cruz de Guía: 07,30 horas.
ITINERARIO:
Parroquia de la Sagrada Familia, Padre José Neira, Carretera Arsenal de la Carraca, Puente de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, Avenida del Cid, Plaza Juan Vargas (paso por la puerta de entrada a la Venta de Vargas), Montañeses de la Isla, Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, General García de la Herrán, Rosario, Colón, Santo Domingo, Marconi, Santa Rosalía, Hernán Cortés, Avenida del Cid, Puente de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, Carretera del Arsenal de la Carraca, Reyes Magos, Nazaret, Belén, Felipe II, Eume, Padre José Neira, a su Templo.
Real y Venerable Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de la Esperanza(Vulgo El Silencio)
Parroquia Vaticana y Castrense de San Francisco de Asís (2 pasos)
Salida: 21,30 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 00,40 horas.
Recogida Cruz de Guía: 02,15 horas.
ITINERARIO:
Real, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, 24 de septiembre de 1810, Rosario, Murillo, San Esteban, San Gaspar, Constructora Naval, Estación Menor en la Capilla de las R.R.M.M. Capuchinas, Antonio López, González Hontoria, Rosario, Plaza de la Iglesia, Real, CARRERA OFICIAL, Real, Sánchez Cerquero, General Valdés, Alameda Moreno de Guerra, Real, a su Templo.
VIERNES SANTO (MADRUGADA)
Venerable Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores
Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo (2 pasos)
Salida: 02,00 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 02,05 horas.
Recogida Cruz de Guía: 09,00 horas.
ITINERARIO:
Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, General García de la Herrán, Rosario, Murillo, San Esteban, San Gaspar, Constructora Naval, Colón, Churruca, Maestro Portela, Manuel Roldán, Colón, Cardenal Spínola, Diego de Alvear, Real, Plaza de la Iglesia, a su Templo.
VIERNES SANTO
Venerable Hermandad y Antigua Cofradía de Penitencia de Nuestra Señora de la Soledad, Santísimo Cristo de la Redención descendido de la Cruz en su Traslado al Sepulcro y San Juan Evangelista
Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo (2 pasos)
Salida: 19,30 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 19,35 horas.
Recogida Cruz de Guía: 00,00 horas.
ITINERARIO:
Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Calderón de la Barca, Cayetano del Toro, 24 de septiembre de 1810, Antonio López, Constructora Naval, San Gaspar, San Esteban, Murillo, La Herrán, Real, Almirante Cervera, San Servando, San Nicolás, Pérez Galdós, Capataz Nicolás Carrillo, Real, a su Templo.
Venerable y Gremial de Sanidad, Hermandad de Caridad y Cofradía de Penitencia delSantísimo Cristo de la Sangre, María Santísima de los Desamparados y Patriarca Bendito Señor San José
Capilla de Nuestra Señora de los Desamparados (2 pasos)
Salida: 17,30 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 21,00 horas.
Recogida Cruz de Guía: 22,00 horas.
ITINERARIO:
Plaza de San José, San José, Real, Isaac Peral, General Valdés, Las Cortes, General García de la Herrán, Antonio López, Constructora Naval, Colón, Rosario, Plaza de la Iglesia, Real, CARRERA OFICIAL, Real, San José, Plaza de San José, a su Templo.
Real, Muy Ilustre y Venerable Hermandad Carmelitana y Antigua Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima del Mayor Dolor en su Soledad
Iglesia Conventual de Nuestra Señora del Carmen (2 pasos)
Salida: 19,00 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 21,30 horas.
Recogida Cruz de Guía: 23,55 horas.
ITINERARIO:
Real, Isaac Peral, Plaza del Rey, Las Cortes, General García de la Herrán, Rosario, Plaza de la Iglesia, Real, CARRERA OFICIAL, Real, Manuel de Arriaga, San Joaquín, Plaza del Carmen, Real, a su Templo
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Hermandad de la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de la Victoria
Parroquia de San José Artesano (1 paso)
Salida: 09,30 horas.
Entrada en Carrera Oficial: 12,00 horas.
Recogida Cruz de Guía: 14,15 horas.
ITINERARIO:
General García de la Herrán, Antonio López, Constructora Naval, Colón, Cardenal Marcelo Spínola, Murillo, La Herrán, Real, CARRERA OFICIAL, Isaac Peral, Arenal, Parque Almirante Laulhé (interior), Doctor José Revuelta Soba, a su Templo.