lunes, 25 de abril de 2022

* BENDITA GLORIA

 

Cuando Dios te da una segunda oportunidad en la vida hay que saberla aprovechar para hacer una transformadora revisión de todo lo que te acontece.

Pues de esto y algunas cosillas más hablo hoy lunes en mi tribuna de Andalucía Información - Información San Fernando...

Jesús Rodríguez Arias


BENDITA GLORIA


A gloria bendita me sabe este tiempo de Gloria…

Y es que después de unos días tan intensos como los vividos en esta pasada Cuaresma y Semana Santa tanto a nivel litúrgico, espiritual y cultual donde hemos conmemorado la Pasión y Muerte de Jesús, llega el tiempo de Gloria, de Pascua de Resurrección, y ya todo es alegría porque Cristo en persona se ha encargado de vencer por nosotros las oscuridades de la muerte.

No quiero dejar pasar la oportunidad de felicitar a todas las Hermandades y Cofradías que han hecho sus salidas penitenciales por las abarrotadas calles de San Fernando ofreciendo un testimonio de Fe pública y una catequesis plástica sin parangón. Dar mi enhorabuena y también las gracias por su coherencia demostrada tanto a Afligidos, Medinaceli y Ecce-Homo que no efectuaron sus salidas penitenciales el pasado Lunes Santo ante las inclemencias del tiempo. Habéis demostrado que hacer estación de penitencia es un medio, no el fin de la Hermandad. Vuestras decisiones son un ejemplo ante los que piensan que hay que salir sea como sea, aunque después sea un verdadero desastre.

He de reconocer que antes era más de Cuaresma y Semana Santa. Ahora con el discurrir de los años y cuanto ha ido aconteciendo en mi vida debo confesar que soy más del tiempo litúrgico en el que ahora estamos ya que fue un Lunes de Pascua de hace ocho años cuando Cristo Jesús me dio una segunda oportunidad ya que en dos mil catorce me intervinieron quirúrgicamente en Madrid. Una semana antes había salido revistiendo mi túnica en Afligidos siendo esta la última vez ya que por las disfunciones que padezco me es del todo imposible enfundarme el blanco hábito nazareno con botonadura y antifaz grana.

Ocho años viviendo cada día como el milagro que es, ocho años en los que ha habido días muy buenos y otros mejor no contarlos, pero siempre dando gracias a Dios porque hace precisamente ocho años me permitió una segunda oportunidad donde era necesario hacer una revisión total de mi vida, de lo que era prescindible, casi todo, y lo que es intocable. En ese filtro quedaron amigos que nunca lo fueron, situaciones, momentos, responsabilidades adquiridas que quitaban demasiado tiempo y también salud.

Ocho años para comenzar de cero pues cuando pasas por una situación como esta debes superarte todos los días, afrontando cada situación con una sonrisa sabiendo lo que en verdad tiene importancia y lo que no la tiene. Os puedo garantizar que los imprescindibles se convierten en sagrado y lo que no entra dentro de ese campo comprendes, aun pesándote, que no vale la pena…

Para mí este tiempo de Gloria es como abrir la ventana cada día para ver amanecer, para que entre aire fresco y puro que nos oxigene de fuera para dentro.  Cada mañana abro la ventana y me acuerdo de estas letras de la canción Aire de José Mercé: “Abre la ventana, que a mí me da mañana, al cuarto y la cocina. Aire, aire, aire pasa, aire nuevo aire fresco pa’ la casa”.

Aire que limpia el alma cuando cierras los ojos y respiras con calma…

Aire puro que entra hasta llegar a los pulmones, aire que refresca la mirada. Aire que rompe en mi rostro despertándome cada mañana mientras escucho el piar de los pajarillos revoloteando en los tejados, el perro ladra donde le da la gana, el gallo canta un nuevo día, los tenues balidos de las cabras payoyas y las ovejas merinas de Grazalema anuncian que empieza la jornada y nos recuerda que todo está por hacer al abrir mi ventana.

Que el trabajo, los estudios, las responsabilidades, las mil cosas donde nos encontremos metido, no nos quiten tiempo para decir un te quiero a la persona amada, demostrar el amor es lo más noble e importante que debemos hacer en nuestra vida. Que no se nos quede en el baúl de los recuerdos un te amo, una palabra de cariño o de apoyo sincero. Hechos y no palabras porque el día que seamos conscientes de que todos los días son únicos e irrepetibles nos daremos cuenta de que en el mejor de los casos hemos desperdiciado media vida.

De nosotros está aprovechar lo que nos quede.

Jesús Rodríguez Arias

 

lunes, 11 de abril de 2022

* TRES HERMANOS

Tres hermanos de Medinaceli, tres hermanos de honor de una gran Hermandad y  Archicofradía que cada Lunes Santo envuelve a La Isla de Piedad y Fe.

Y Pepe  Coto, Antonio Garnarez y Juan Guerrero son tres hermanos de honor por méritos propios.

Mi tribuna del Lunes Santo a ellos va dedicada.

Jesús Rodríguez Arias


TRES HERMANOS

Que merecen el título de Honor y cuyo nombramiento fue aprobado por aclamación del Cabildo Extraordinario que la Real, Venerable Seráfica y Trinitaria Esclavitud y Antigua Archicofradía del Santísimo Sacramento, de la Inmaculada Concepción y Ánimas Benditas y Fervorosa Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima de la Trinidad (Medinaceli) celebró el mes de febrero.

Tres hermanos que son al cien por cien de Medinaceli como José Coto Rodríguez, Antonio Francisco Garnarez Acosta y Juan I. Guerrero Pérez.  Este acuerdo ha sido trasladado al órgano competente del obispado de la diócesis de Cádiz y Ceuta con el fin de que emita el visto bueno oficial.

Y es que no podía ser de otra manera ya que Pepe Coto, Antonio Garnarez y Juan Guerrero son santo y seña de Medinaceli más allá de los límites geográficos de La Isla de León. Hombres entregados a un carisma único, consecuentes y coherente con la Fe que nos une, hermanos de gran categoría que lo único que han hecho durante sus vidas es servir a su Hermandad y con esta a la Santa Madre Iglesia. Hermanos que viven la misión que tienen encomendada desde el altruismo y un espíritu de sacrificio encomiable y sumamente difícil de igualar en los tiempos que corren. Hermanos que saben lo que es la otra cara de la sociedad pues viven de cerca la desnudez de lo que es en verdad la caridad cristiana gracias a la Fundación ProLibertas. Hermanos que lo mismo lo ves con pliegos de décimos y talonarios de Lotería de Navidad y del Niño, vendiéndoselos a ingente cantidad de amigos y conocidos, recogiendo donativos, repartiendo huchas, trabajando donde haga falta para sacar los cuartos tan necesarios para el día a día de una cofradía de la categoría de Medinaceli. Hermanos que este Lunes Santo su mayor honor será acompañar a Jesús Cautivo y Rescatado, así como a la Madre de la Trinidad.

Con los tres me une una luenga amistad de muchos años amén de ser hermanos en la misma cofradía. A los tres los considero parte indispensable de mi vida y aunque ya no nos veamos con la asiduidad de antes, no hablemos periódicamente, ellos saben que me tienen siempre al igual que yo a ellos. Eso significa ser amigos, ser hermanos.

El tiempo pasa, la vida transcurre y la sociedad cambia por momentos. La pandemia además de muchas bajas también se ha llevado por delante lo que pensábamos era intocable. Ahora se teme todo un poco más, se intenta no quedar demasiado, vivir, como en la clausura, de puertas para adentro, de interrelacionarnos en vez de comunicarnos de forma personal. El Covid-19 aparte de un mundo temeroso y enfermizo nos ha hecho ser más individualistas, más alejados de todo y de todos. Eso hace más complicado que muchos vivan la Hermandad como debe ser vivida: Desde la entrega más absoluta, desde la fidelidad que se tiene con Dios y la Madre Iglesia.

Por eso es inmensamente necesario este nombramiento de Hermanos de Honor a estos buenos y queridos hermanos, porque ellos son ejemplo de vivir para y por la Hermandad. Cofrades de esta categoría ya van quedando pocos y no solo en San Fernando, cofrades entregados sin importar quién esté dirigiendo en ese momento su querida cofradía.

Sí, pienso que tanto Pepe Coto, Antonio Garnarez y Juan Guerrero son hermanos que sirviendo sin límite de tiempo y edad a la Hermandad también lo hacen con cada uno de los que la componemos y eso siempre es de agradecer.

Vosotros sabéis, por razones lógicas, lo importante que es para mí el artículo que escribo cada Lunes Santo y esta vez he querido dedicarlo a tres queridos cofrades con los que coincido en tan señero día, tres buenas personas, tres ejemplos a seguir, no solo en este particular apostolado. Tres Hermanos que gracias a su constante entrega también lo son de Honor.

Os deseo una santa semana vivida desde la profundidad espiritual que nos otorga la Fe. Vamos a vivir unos días únicos y muy especiales, vamos a dejarnos emocionar con los sentimientos a flor de piel. Vamos a vivirla como si fuera la última, vamos a gozarla y disfrutarla como lo que es: Nuestra Semana Santa.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 4 de abril de 2022

* MI TÚNICA

Hoy es uno de esos días en los que la mayoría no lee artículos de opinión pues o bien están recordando lo bien que estuvo el pregonero, los altares dispuestos para venerar a nuestros Titulares o están pensando en todo lo que hay que preparar la cada vez más inmediata Semana Santa...

Y por eso mismo hoy escribo desde la más íntima soledad dedicándole mi tribuna del lunes en Andalucía Información - Información San Fernando a "mí túnica".

Jesús Rodríguez Arias


MI TÚNICA

Hoy Lunes de Pasión es uno de esos días que pocos se paran a leer un artículo porque todavía están saboreando el mensaje, las palabras, los versos, que ha declamado el Pregonero el día anterior, recordando aquel momento o aquella conversación que mantuvieron en los siempre entretenidos mentideros cofrades.

Este lunes es un día que se tiene en la memoria los solemnes altares que las distintas hermandades han dispuesto para los respectivos actos de veneración a sus amantísimos Titulares o se fija en la mente los preparativos que hay que realizar para organizar la estación de penitencia, traslado de pasos incluidos, ante la inminente Semana Santa que comienza cuando se abren las puertas de la capilla de la Estrella y sale la cruz de guía de la siempre querida Hermandad de La Borriquita.

Hoy se puede decir que escribo en la más solitaria intimidad y quiero hacerlo de mi túnica.

Mi túnica es blanca con botonadura, es tan larga y ancha como lo es quién se revestía con ella, lleva fajín de abacá y el antifaz de color rojo que es el mismo que el de los botones. En dicho antifaz va una galleta con el escudo de la Hermandad bordado, escudo que no ha cambiado y que ya forma parte de la simbología cofrade de San Fernando.

Mi túnica descansa en sitio privilegiado de La Atalaya ya que desde el dos mil catorce no he podido revestirme con ella cada Lunes Santo. Siete años con otro tipo de penitencia, algunas incluso más duras que el no salir aferrado a un cirio en el lugar que por antigüedad me tocara en la fila de nazarenos en la que es la Hermandad de mi vida: Afligidos.

Siete años revistiéndome con el hábito penitencial que conforman los oscuros colores de chaqueta y corbata tras el imponente paso de misterio de nuestros Titulares o, en el peor de los casos, pasando en casa el duelo de ni siquiera poder ir tras Jesús de los Afligidos y María Santísima de la Amargura pues la salud no ha dado para más ese año. Esta situación para mí es la peor de las penitencias.

Penitencia solo salvada con momentos de honda emoción cuando en medio del silencio que me acompaña en ese día recibo la fotografía que me envía mi querido amigo y hermano Leo López diciéndome que me lleva en sus oraciones ese día tan especial, el recuerdo de Cheri o Gema, mis hermanos del alma, que me acercan a su modo y manera mis amados Titulares a La Atalaya. También Aurora Ortega Castro me hace llegar, fotografía de por medio, su mensaje y oración.

El Lunes Santo es un día muy largo cuando se está a kilómetros de distancia y no se puede viajar a La Isla por culpa de la enfermedad digestiva que padezco y me impide estar cerca de las imágenes de Jesús de los Afligidos y María Santísima de la Amargura de las que estoy rendidamente enamorado desde el Lunes Santo del año 1978. La mirada de Jesús buscando a su Madre en la Calle de la Amargura quedó prendida en mi alma para siempre y por mucha distancia que pueda existir nunca he podido olvidar.

Me emociona ver las túnicas preparadas de mis amigos y seres queridos, hábitos nazarenos que esperan el día y la hora para ser enfundados y así de este modo acompañar a Cristo y a María en cada particular estación de penitencia.

Túnicas como las de la Esperanza de la Yedra, de queridos amigos, Hermandad que embellece la Madrugá jerezana o las de mis hermanos de la Redención Salesiana que esperan revivir tantos sentimientos la tarde-noche del Jueves Santo.

Túnicas de todos los hermanos cofrades que son depositarias de atenciones de los hombres y mujeres que la llevarán cada día que dura la Santa Semana. Todos harán una indispensable protestación de fe pública porque todos, sin excepción, estamos llamados a ser verdaderos discípulos de Cristo y la Santísima Virgen María en un mundo que quiere acabar con la presencia de Dios en la calle.

Este año solo pido al Señor que me permita estar cerquita de mis Titulares en la bendita y bicentenaria ciudad de San Fernando.

Siete días, Lunes Santo: Super Omnia Christus.

Jesús Rodríguez Arias