lunes, 28 de marzo de 2022

* REDENCIÓN

 

En tiempos recios, como los que estamos viviendo, necesitamos más que nunca la Redención que nos ofrece Cristo Jesús.

Y de la Redención va semanal tribuna de los lunes en Andalucía Información - Información San Fernando.

Jesús Rodríguez Arias

REDENCIÓN

Jesús nos liberó, rescató y salvó por medio de la Redención hace dos mil veintidós años y nos salva a cada instante.

Redención es la que encontramos cuando celebramos la Eucaristía pues en ella comulgamos el mismo Cuerpo de Cristo. Creo que no somos conscientes del privilegio que es el poder tener al mismo Dios dentro de nuestro ser. Redención es la que sentimos cuando vamos a rezar ante el Sagrario en el que habita Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.

La Cuaresma en sí es el camino hacia la Redención y más esta que estamos dejando atrás una de las peores etapas de nuestras vidas, también de la humanidad, por culpa de la pandemia del Coronavirus.

Cuaresma repleta, gracias a Dios, de cultos, vida en las respectivas casas de hermandad, de reparto de túnicas, de ilusionante organización de todo lo relativo a las salidas penitenciales o estaciones de penitencia. También de pregones, presentaciones, conciertos y el Pregón de la Semana Santa que tendrá lugar el próximo domingo tres de abril. El Real Teatro de las Cortes volverá a abrir sus puertas para albergar este importante acto después de dos años. Se da la circunstancia de que en dos mil veinte sí tuvimos pregón, aunque fue escrito y no declamado. La mejor herencia póstuma que nos dejó el recordado cofrade isleño Daniel Nieto Vázquez que ya descansa en la Misericordia del Señor y la Piedad de María.

Desde esta tribuna quiero desear todo lo mejor a nuestro pregonero, a mi querido hermano en Jesús Cautivo y Rescatado, D. José Luis Cordero Baro. Él mejor que nadie para abrir las puertas de La Isla cofrade a la Semana Santa.

Redención es también vivir en Hermandad, tener a Cristo y María como principio y fin de esta. Hermandad conformada por hermanos que viven desde la devota pasión este precioso carisma dentro de la Madre Iglesia.

Hay quienes entienden que hacer “hermandad” es tener actos de convivencias, con buen condumio por medio, y eso es más una peña de amiguetes que otra cosa. Nunca seremos hermanos en el Señor sin tener a Cristo inoculado en nuestro ser, haciendo de nuestras vidas un apostolado constante, sabiendo que vivir en la Redención de Jesús pueda suponer que incluso intenten acallarnos con el ostracismo más absoluto.

Redención para mí es Caridad, Afligidos y Amargura, Medinaceli y Trinidad, Prendimiento y Buen Fin, Expiración y Esperanza, Vera+Cruz y Soledad, Sentencia y Esperanza por siempre Macarena, Sagrada Pasión de Cristo, Padre Jesús y Dolores en su Soledad.  Salesiana, Madre de la Iglesia y Auxiliadora del Pueblo de Dios.

Redención es sentir el salvífico Amor de Cristo que nos rescata y libera de las garras de la muerte y el pecado. Redención es Jesús y Jesús es mi Redención.

Termino con la oración con la que concluí la presentación del cartel de la Semana Santa de mi querida Hermandad de la Redención Salesiana el domingo veinte de marzo en el Santuario de María Auxiliadora de Jerez de la Frontera.

“Malditos los labios que un beso traicionó, maldita la mano que una bofetá te pegó, malditos los látigos que tu piel quebró, malditas las espinas que la infamia te coronó, maldita la cobardía que a la muerte te entregó, maldita el agua que lavó el deshonor, malditos los que te hirieron con palabras, chanzas, insultos, salivazos, de los que hasta hace muy poco te llamaban el Mesías, el Señor, malditos los bravos centuriones sin corazón, maldita la impiedad, el poder por el poder y maldito sea por siempre el cobarde rencor. Y bendito Tu eres, mi Dios y Señor, Jesús, el Amor de mi vida, que nos regala Tu Redención. Vino al mundo, no lo quisimos, el mismo hijo de Dios. Se hizo hombre para ser nuestro Salvador y le pagamos con odio y demasiado rencor porque preferimos morir en el pecado que vivir en el Amor. Preferimos ser hombres del mundo que solo nos interesa las cosas del mundo y nos olvidamos la senda que nos lleva a la resurrección. Bendita María Tu eres entre todas las mujeres y bendito es el Fruto de Tu vientre Jesús, nuestro Redentor. Madre de Dios y de la Iglesia: Auxílianos. Y ayúdanos a ser verdaderos hermanos en Jesús de la Redención”.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 21 de marzo de 2022

* UN CABALLERO CRISTIANO


Hoy mi semanal tribuna de todos los lunes en Andalucía Información - Información San Fernando  a la persona y al cofrade de D. Manuel Muñoz Jordán: Un Caballero cristiano.

Jesús Rodríguez Arias



UN CABALLERO CRISTIANO

Fotografía María José de Alba

Eso en definitiva es lo que es mi querido D. Manuel Muñoz Jordán. Un caballero cristiano que nunca ha tenido una mala palabra ni un mal gesto con nadie. Un señor con esa clase de señorío que pienso va camino de extinguirse más pronto que tarde. Un padre de familia entregado a su mujer, hijos y nietos, un cofrade bueno que ha servido toda su vida, lo sigue haciendo aunque ya de otra forma, a su Hermandad de Los Estudiantes, de la que ha sido hermano mayor en una de las mejores épocas de la misma y que contó en su junta de gobierno con una buena tanda de esos cofrades de raza que tan bien definió mi admirado hermano Manuel Sánchez Casas, actual vicepresidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de San Fernando  el pasado sábado 12 de marzo en la Iglesia del Santo Cristo.

A mí Manolo Muñoz me ha demostrado su amistad en los peores y en los mejores momentos de nuestra vida. Ha sido el hermano en la Fe, el amigo de muchos años, que siempre ha estado ahí junto, y no decirlo sería injusto, a otro cofrade de raza como fue el bueno de Pepe Macías. Cristianos y cofrades que han llevado a sus vidas el Evangelio escrito con la sangre redentora del Señor.

Recuerdo su enjuta figura tan llena de augusta hidalguía recorriendo la calle Real para dirigirse a la sede del Consejo de Hermandades y Cofradías del que fue presidente varios mandatos en distintas etapas. Lo recuerdo saludando a todos con lo que se encontraba con esa abierta sonrisa, ese gesto tan suyo, que envolvía todo lo que le rodeaba de sincera amabilidad. Manolo que ha llevado a la práctica el lema que a las cofradías se viene a servir y no servirse de ellas.

Manuel Muñoz Jordán fue un magnífico presidente del consejo de hermandades y cofradías de San Fernando que se convirtió en pieza clave en la magnífica e histórica Procesión Magna que se celebró en el año 2010. Todo se coordinó al milímetro, todo se desarrolló a la perfección y todo porque cada hermandad, cargadores, músicos, pusieron de su parte y también porque había también un arduo trabajo de organización y coordinación entre las distintas instituciones entre las que estaba el consejo dirigido por ese caballero, ese señor, ese cofrade completamente de fiar como es Manolo Muñoz Jordán. Augusto cofrade que cuando la procesión magna hubo terminado se dedicó a dar las gracias a todos sin excepción rehuyendo de toda alabanza a su persona. Eso es lo que caracteriza a un cofrade de raza. Cofrades como él, que han partido a la casa del Padre, que nos enseñaron a ver y entender este apasionante apostolado como fueron Juan y Pepe Macías, Paco Pérez Barbudo, Arturo Ortega y Aurora Castro, Tolín Sánchez Mallou, Tito Collantes, Juan Rodríguez Añino o su bendita mujer Melu Rivero, entre otros que nos dejaron su sapiencia y sobre todo su ejemplar testimonio de vida.

Los mejores homenajes son los que se hacen en vida y Manolo ha podido recibirlo del mundo cofrade el sábado 12 de marzo a los pies de los titulares de su alma, el Señor de los Afligidos y la Madre de la Amargura, cuando Manuel Sánchez Casas y el Páter Gonzalo hicieron entrega a este buen cofrade del nombramiento como presidente de honor del Consejo de Hermandades y Cofradías de la Bicentenaria Ciudad de San Fernando con un largo aplauso de cuantos estaban presentes en dicho acto.

Solo por eso doy las gracias tanto al presidente como a la permanente del consejo porque no es normal ver este tipo de homenajes hechos en vida.

Ahora le tocaría a la Ciudad, como estamento civil, el que tomara nota y reconociera la labor de este ciudadano entregado por San Fernando, por este referente en el movimiento social, que mueve miles de personas, como son las hermandades y cofradías, este caballero cristiano en todos los sentidos. Pienso que la medalla de oro de la ciudad es lo mínimo porque en verdad tendría que ser uno de nuestros hijos predilectos.

Mi admiración y cariño más sinceros querido Manolo. Te mereces todo lo bueno que te pueda suceder por nobleza e hidalguía de corazón.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 14 de marzo de 2022

* DÉJAME CONTEMPLARTE

 

No son buenos tiempo para pararte a pensar, para la contemplación, de degustar en silencio todo lo bueno y bello que nos rodea y envuelve.

Demasiado ruido, demasiada información, demasiado sufrimiento, demasiadas guerras...

Por eso necesito parar, aislarme, contemplar...

Y de eso va mi artículo de este lunes en Andalucía Información - Información San Fernando.

Jesús Rodríguez Arias


DÉJAME CONTEMPLARTE



Contemplar que según dice el diccionario es observar con atención, interés y detenimiento una realidad, especialmente cuando es tranquila y placentera o cuando se hace con cierta pasividad. Reflexionar serena, detenida, profunda e íntimamente sobre la divinidad, sus atributos y los misterios de la fe.

Atendiendo a estas definiciones puedo atreverme a decir que casi todo el mundo tenemos algo de contemplativos pues a todos nos gusta detener la mirada en ese atardecer en el mar o el colorido amanecer en la montaña, nos gusta mirar detenidamente un riachuelo con su envolvente sonido, verdes campos o esas extensiones de tierra que pueblan miles de girasoles. También esto nos pasa con los pueblos que atesoran especial embrujo o con las grandes ciudades obra de la ingeniería humana.

Contemplar es abstraerte de todo y de todos para dejar que tu ser más íntimo y personal se abra a la belleza. Este ejercicio a la vez que necesario nos introduce en la plácida tranquilidad que hace que sea más propicio a que brote en nuestro interior lo que entendemos como reflexión personal tan inmensamente necesaria en un mundo tan lleno de intoxicado ruido que nos aleja del necesario pensamiento.

Puedes contemplar, desde el mesurado sosiego, tanto cosas, lienzos, fotografías, casas, lugares, una bella escribanía, como personas porque también estas son depositarias de lo que llamamos belleza. Contemplar desde el respeto y la educación nunca desde la zafiedad.

La Fe en sí tiene mucho de contemplación pues nuestros ojos se dirigen donde creemos encontrar a Dios. En las imágenes sagradas que representan a Jesús y a María bajo distintas y variadas advocaciones, en los sacramentales que no olvidemos son signos sagrados, muchas veces con materia y forma, por medio de los cuales se reciben efectos espirituales y que son actos públicos de culto y santificación como pueden ser el agua bendita, la más importante, objetos religiosos bendecidos, cruces, medallas, rosarios, y las “acciones” sacramentales como la bendición, ya que se implora la protección de Dios, o la señal de la cruz.

Pero donde la contemplación adquiere un sentido de sobrenatural trascendencia es ante el Santísimo Sacramento del Altar ya sea en adoración ante SDM o resguardado en el Tabernáculo. Allí, frente a Él, la contemplación adquiere su natural significado pues da sentido a todo.

La primera vez que te sientas ante el Sagrario no te enteras de nada pues estás más atento a las luces, los candelabros, las velas, las flores, la iluminación, el entrar y salir de fieles en la Iglesia… Es verdad que has rezado casi todo el repertorio con oraciones aprendidas, pero tienes la sensación de que el tiempo allí se para y como no estás acostumbrado no sabes que decirle a Jesús. Eso también nos pasa cuando vamos a confesarnos, que como pensamos que no hemos cometido ningún pecado verdaderamente grave nos preguntamos el que vamos a decirle al cura.

Contemplar poco, orar menos, pero rezar en verdad has rezado. Te dices a ti mismo que el estar ahí largo rato es un aburrimiento y decides que no vas a volver, que este tiempo lo puedes donar ofreciendo otra clase de servicio a los más necesitados, a iniciativas sociales, a la propia familia, o a las ocupaciones de uno mismo.

Pero, para tu sorpresa, al día siguiente vuelves porque hay algo que te llama, porque, aunque no lo quieras creer, ese rato que echaste delante del Santísimo degustaste lo que es en sí el tranquilo sosiego y la paz más absoluta. Vuelves y le pides al Señor te ayude para hacer día a día una adoración cada vez más contemplativa.

Por eso déjame contemplar un amanecer en la montaña, observar las callejuelas de un pueblo o admirar lo que fue la playa de la Casería con sus coloridas y pintorescas casetas de pescadores que era un oasis en medio de la ciudad. Déjame recrearme en esa pintura o en aquella fotografía que recoge un instante, admirarme de la lozana belleza de la mujer, de cuanto bueno ha hecho el ser humano.

Contemplar para ser mejor persona como lo fue San José que fue fiel a cuanto le encomendó el mismo Dios, que desde el alejamiento de todo protagonismo fue la persona, junto a María, que educó a Jesús.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 7 de marzo de 2022

*JUAN MANZORRO

Dedico mi semanal tribuna en Andalucía Información - Información San Fernando a la persona, también, al periodista, D. Juan Manzorro fallecido tras sufrir una larga enfermedad la pasada semana por su innegable testimonio de vida que nos ha dejado a todos.

También y por medio de este artículo quiero ofrecer un sincero homenaje a todos los periodistas y comunicadores que sacrifican sus vidas por mantenernos informados.

Jesús Rodríguez Arias


JUAN MANZORRO

No fuimos amigos, pero si lo conocí de forma personal y siempre me pareció un hombre muy educado, servicial y jovial. Han sido muchos los años que Juan Manzorro se ha prestado para colaborar en cualquier evento ya sea de carácter cofrade, carnavalesco, social, solidario o caritativo, aunque mi recuerdo se retrotraen unos años para atrás, no sé si al final del otoño o al principio del invierno, era un día de sol radiante y frío. Me lo encontré junto a su mujer Mónica en la Plaza Fernando Portillo de Villaluenga del Rosario.

Me preguntó con esa afabilidad que le era característica que por donde caía el camino de las minas, que le habían hablado y querían recorrerlo dando un paseo. Le indiqué de la mejor forma que pude y me confesó que le encantaba la Sierra de Cádiz y Villaluenga, que cuando podía se escapaban por estos lares. Después me los encontré admirando el pueblo desde la lejanía. Nos saludamos y cada uno siguió sobre sus pasos.

Juan era una de esas personas que uno ha crecido con ella y eso tiene el haber sido un verdadero referente en los medios de comunicación en general, así como en Canal Sur, tanto en radio como en televisión, en particular. Esa sensación de conocerlo de siempre la tengo también con Guillermo Riol, Fernando Pérez, Modesto Barragán, Paz García Santana, Fernando Crespo, Gabriel Álvarez Leiva, Carlos Alarcón, Laura Garófano, Santi Muñoz, Pepe Moreno Fraile, Keko Romero, José Carlos Fernández, José Cabeza, Antonio Atienza, Ángel Revaliente o Stilita Mosteiro, entre otros muchos. Son las voces, las imágenes, las palabras escritas, que nos han ido acompañando en el itinerario de nuestra existencia sean más mayores o jóvenes del que esto escribe.

Nacido en Vejer, donde lloran su pérdida, en una familia muy querida, se trasladó a Cádiz que es el lugar donde lo dio todo y que ahora lo recuerda como uno de sus hijos adoptivos más queridos. Amó el Carnaval, del que contó sus entresijos año tras año, hermano del Descendimiento, cofrade de pura sangre. Pregonero de la Semana Santa de Cádiz, exaltador, presentador de todo lo que hiciera falta pues era bien sabido que nuestro querido Juan Manzorro nunca daba una negativa por respuesta.

Conocí más de su persona por cuanto me ha contado uno de sus más queridos amigos, compañeros de fatigas radiofónicas y televisivas, como es el cofrade gaditano, pregonero de la Semana Santa gaditana, y próximo exaltador de la Santa Cruz de la hermandad de la Vera+Cruz de La Isla, mi querido amigo Jesús Devesa Molina con el que cenamos un día hace ya algunos años en Villaluenga.

Cuando anunció que padecía cáncer, enfermedad que a la postre le ha llevado a la tumba, os puedo decir que mi mirada se fijó en él y lo he estado siguiendo con interés y preocupación. Será que disfruto de esta segunda oportunidad que me regaló el Señor que cuando alguien enferma, lo conozca o no personalmente, me siento muy unido a él o ella. Me admiró su forma de enfrentarse a este terrible mal, plantándole cara desde el principio con esa clase de Fe y Esperanza que solo se ven en los momentos más difíciles y complicados. Me emocionó su artículo en el que nos contaba que estaba “resfriadito” asumiendo la realidad sin perder nunca de vista el lucero de su deseada curación para volver a disfrutar con Mónica, su mujer, así como también de los medios, del Carnaval, las cofradías, de vivir…

Seguro que no te aburres con todo lo que tienes que hacer por aquellos celestiales lares. Dicen que tu incomparable voz ya se escucha retransmitir en directo la salida del Greñúo por las Puertas del Cielo para venir al encuentro de todos nosotros.

Descansa en Paz mi admirado Juan y gracias por tu testimonio de vida. Mi pesar a Mónica, la mujer de su vida, su familia y legión de amigos que ha dejado aquí en este terrenal mundo.

Sirva este artículo como un homenaje a su persona, así como a todos los periodistas y comunicadores estén aquí en la tierra como en sus moradas del cielo porque ellos con sus voces, sus imágenes, sus palabras, han rellenado, muchos siguen haciéndolo, el diario de nuestras vidas.

Jesús Rodríguez Arias

martes, 1 de marzo de 2022

* LOS PAÑUELOS DE LA AMARGURA

No son milagrosos pero obran milagros a quienes los reciben...

El milagro de la Fe, de la Esperanza y Caridad.

Sí, porque los pañuelos de la Amargura son en sí una preciosa obra de Caridad...

Y de esto trata mi semanal tribuna de Andalucía Información - Información San Fernando en este martes 1 de marzo que es preámbulo de una nueva Cuaresma.

Jesús Rodríguez Arias


LOS PAÑUELOS DE LA AMARGURA

No son milagrosos, pero obran milagros a quienes los reciben. El milagro de la Fe que siempre mueve montañas, el de la Esperanza por este pedacito de tela que ha estado con la Santísima Virgen para aliviar muchas amarguras y el milagro de la Caridad que no debemos olvidar es Amor con mayúsculas.

Sí, los pañuelos de la Amargura son en sí una obra de Caridad tejidos con Fe y perfumados de Esperanza.

Esta iniciativa nació de mi querida amiga y hermana Aurora Ortega Castro, camarista de la Santísima Virgen de la Amargura de nuestra bendita Hermandad de Afligidos de San Fernando. Ella desde que nació y abrió sus ojos a la vida se encontró con los ojos de la Virgen de la Amargura y de Jesús de los Afligidos. Sus padres Arturo y Aurora le inculcaron un amor entregado y sin fisuras por nuestra amantísimos Titulares, por la Hermandad. Aurora  Ortega Castro es cofrade de Afligidos que ha recibido la devoción y la fidelidad a la Hermandad de Los Estudiantes por sus padres, tíos, abuelos… Pertenece a una señera saga familiar dentro de la cofradía del Lunes Santo isleño.

Aurori ha sentido, desde su más tierna infancia, el amor de Jesús de los Afligidos y la bendita Madre de la Amargura. Aprendió a caminar, se hizo la mujer que es hoy en día, bajo el amparo de Ellos. Una vida entregada a sus padres, a su Hermandad, a su trabajo como empleada municipal en el Ayuntamiento de San Fernando. Hace unos años para acá tuvo que beber de la vasija del dolor más absoluto cuando falleció su madre Aurora y la dejara sola en este mundo o al menos eso creía porque nunca lo estuvo. Nunca estuvo sola porque con ella estaba Jesús que es bálsamo de los Afligidos y con Él, María Consoladora de las Amarguras. Ellos estaban siempre como también el recuerdo permanente de sus padres, familia, amigos, y su Hermandad que nunca la dejó de la mano.

Ella es conocedora en primera persona del efecto sanador de almas que tiene la Santísima Virgen de la Amargura y por eso pienso que Dios la iluminó con una idea tan extraordinaria como maravillosa: Los pañuelos de la Amargura.

Iniciativa que fue puesta en conocimiento al hermano mayor de nuestra querida hermandad, D. Andrés Galán Gutiérrez, que la acogió entusiasmado, y que la trasladó a su junta de gobierno que la apoyaría de forma unánime. También fue consultado el director espiritual y párroco de la del Santo Cristo de San Fernando, Rvdo. Sr. D. Rafael Pinto Vega, que la apoyó decididamente.

Pañuelo de lino o algodón con el nombre de Amargura bordado que son bendecidos y colocados a la Santísima Virgen con el fin de entregarlos a esos hermanos o personas cercanas a la hermandad que estén pasando por un mal momento en cuanto a salud, tanto de alma como de cuerpo, así como por otras circunstancias. Este pañuelo que se regala en su Nombre es para que lo lleve la persona, para que la proteja, porque en él va condensado el Amor, con mayúsculas, de María Santísima de la Amargura. Para su entrega se empaqueta debidamente junto a una estampa de la Santísima Virgen y una tarjeta con alusiva nota en la que se explica lo que significa el pañuelo.

Ya hay varios hermanos y devotos que lo han recibido desde la emoción y gratitud. Desde la Fe, Esperanza y Caridad.

El extraordinario anuario “Siembra” que por vez primera ha editado nuestra hermandad deja constancia de este precioso proyecto. Si conocéis algún hermano o devoto que esté pasando por momentos delicados no dejéis de informar, desde la mayor confidencialidad, a los miembros de la junta de gobierno de Afligidos. Si quieres colaborar económicamente con esta preciosa obra de caridad ruego os pongáis en contacto con la Hermandad.

Debo reconocer que pocas veces me he encontrado en la vida con una iniciativa tan llena de Fe, Amor y Esperanza para con el prójimo y solo por eso doy mi felicitación más sincera a D. Andrés Galán Gutiérrez, hermano mayor, así como a la Junta de Gobierno de mi querida Hermandad de Afligidos. Y como no a mi querida amiga y hermana, Aurora Ortega Castro.

Jesús Rodríguez Arias