lunes, 30 de junio de 2014

SI SOMOS DIFERENTES; POR JAIME ROCHA.

Blog: LA QUINTA COLUMNA
Entrada: SI SOMOS DIFERENTES
Enlace: 
http://jaime-rochalaquintacolumna.blogspot.com.es/ 
NOTA.-  En el desplegable de los meses se localizan los artículos anteriores, conferencias y entrevistas.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Maestro, te seguiré adonde vayas". (Evangelio del día). Esta decisión, que ha veces se hace muy a la ligera, advierte Jesús que hay que sopesarla bien. En Andalucía somos muy dados a "envalentonarnos" y a comernos el mundo, luego resulta que el mundo nos come a nosotros. ¡Cuantos proyectos se nos ha quedado en el camino o en el tintero! Jesús lo dice muy claro: "el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". Es verdad que desde nuestro corazón, tocado por el Señor, sale la entrega, la generosidad, la evangelización, el trabajo por el reino. Pero esto, o lo hacemos de la mano del Espíritu Santo o no hay garantía de que concluya. "Maestro, te seguiré adonde vayas" implica seguir a Jesús. Y, ¿dónde, aparentemente, acaba Jesús? ¡En la cruz! No seamos angélicos, si seguimos a Jesús, aceptemos que la cruz o ha llegado, está por llegar o llegará. Danos, Señor, capacidad de vivir nuestras cruces con Jesús, unidos a Cristo en su dolor y en mi dolor. Y danos suficiente capacidad de amor y caridad para sostener al hermano en sus cruces y errores. Santa María, compañera de camino, ruega por nosotros.

PARA MEDITAR.


La vida de toda persona tendrá un final; pero un final en el que habrá que enfrentarse con el examen de esa vida. 
Todos desearemos salir aprobados en ese examen. 
Para asegurarnos el "aprobado", no olvidemos que en el examen de la vida cada hombre se le examinará, no tanto por los trabajos que haya realizado, cuanto por los motivos que haya tenido en las cosas que haya ejecutado. 
Se le acreditarán más los esfuerzos que los resultados, pues no siempre éstos responden a la generosidad de aquellos. 
Se le mirará más el corazón que las manos. 
Al fin, si el corazón está limpio, será imposible que las manos no obren limpiamente. 

EL PAPA: HOY EN DÍA HAY MÁS MÁRTIRES CRISTIANOS QUE EN LOS PRIMEROS SIGLOS.




2014-06-30 Radio Vaticana
(RV).- (audio)  Hay más cristianos perseguidos hoy que en los primeros siglos: es lo que dijo Papa Francisco en Santa Marta, quien presidió la misa en el día en que recordamos a los santos Protomártires de la Iglesia Romana, cruelmente asesinados a los pies de la colina del Vaticano por orden de Nerón después del incendio de Roma en el año 64:
La oración al inicio de la Misa recuerda que el Señor ha “fecundado con la sangre de los mártires los primeros brotes de la Iglesia de Roma”. “Se habla del crecimiento de una planta”, afirmó el Papa en la homilía, y esto hace pensar en lo que decía Jesús: “El reino de los cielos es como un hombre que ha arrojado la semilla a la tierra, luego va a su casa y – duerma o esté despierto - la semilla crece, brota, sin que él sepa cómo lo ha hecho”. Esta semilla es la Palabra de Dios que crece y se convierte en el Reino de Dios, se convierte en Iglesia gracias a “la fuerza del Espíritu Santo” y al “testimonio cristiano”.
“Sabemos que no hay crecimiento sin el Espíritu: es Él quien hace la Iglesia, es él el que hace crecer a la Iglesia, es él el que convoca la comunidad de la Iglesia. Pero también requiere el testimonio de los cristianos. Y cuando el testimonio llega al final, cuando las circunstancias históricas nos piden un testimonio fuerte, allí están los mártires, los más grandes testigos. Y aquella Iglesia es regada por la sangre de los mártires. Y esta es la belleza de martirio. Comienza con el testimonio, día tras día, y puede terminar como Jesús, el primer mártir, el primer testigo, el testigo fiel: con la sangre”.
Pero hay una condición para que el testimonio sea verdadero, agregó el Papa – “debe ser sin condiciones”

“Hemos escuchado el Evangelio, el que dice al Señor que lo sigue pero con una condición: ir a despedirse o a enterrar a su padre... el Señor lo detiene: “¡No!”. El testimonio es sin condiciones. Debe ser permanente, debe ser decidido, debe ser con aquel lenguaje que Jesús nos dice, que es tan fuerte: “Que tu sí sea sí, que tu no, no”. Este es el lenguaje del testimonio”.

“Hoy - dijo el Papa - miramos esta Iglesia de Roma que crece, regada por la sangre de los mártires. Pero también es justo - continuó - que pensemos en tantos mártires de hoy, tantos mártires que dan su vida por la fe”. Es cierto que han sido muchos los cristianos perseguidos en la época de Nerón, pero “hoy - señaló - no son menos”:
“Hoy en día hay tantos mártires en la Iglesia, muchos cristianos son perseguidos. Pensemos en el Medio Oriente, los cristianos que deben huir de las persecuciones, los cristianos asesinados por sus perseguidores. También los cristianos expulsados de manera elegante, con guantes blancos: esta también es una persecución. Hoy en día hay más testigos más mártires en la Iglesia que en los primeros siglos. Y en esta misa, recordando a nuestros gloriosos antepasados​​, aquí en Roma, también pensamos en nuestros hermanos y hermanas que viven perseguidos, que sufren y que con su sangre hacen crecer la semilla de tantas pequeñas iglesias que nacen. Oramos por ellos y también por nosotros”.

(GM – RV)

VISITA PASTORAL A MOLISE.





Ciudad del Vaticano, 30 junio 2014(VIS).- El próximo 5 de julio, el Santo Padre visitará la región italiana de Molise. Saldrá a las 7.45 horas desde el helipuerto del Vaticano y tras una hora de viaje, aterrizará en el helipuerto de la Universidad de Molise en Campobasso. A las 9 de la mañana encontrará en el Aula Magna de la Universidad a un grupo de representantes del mundo del trabajo y la industria. A las 10.30 horas, en el ex Estadio Romagnoli de Campobasso celebrará la eucaristía y al finalizar, saludará a un grupo de enfermos en la catedral de Campobasso y comerá con los pobres en la ''Casa de los Ángeles'.
A las 14.30 se trasladará en helicóptero a Castelpetroso donde encontrará a los jóvenes de la diócesis de Abruzzo y Molise en la Plaza del Santuario de Castelpetroso. A las 16 horas se desplazará en coche a Isernia y allí encontrará a los detenidos de la prisión de la ciudad. Saludará a los enfermos en la catedral de Isernia y en la plaza circundante encontrará a todos los ciudadanos y anunciará el año jubilar Celestino (dedicado al Papa Celestino V).
Al finalizar, Francisco volverá a Roma desde el helipuerto del parque de bomberos de Isernia. Se espera su llegada al Vaticano a las 20.15 horas. 

CAMPAÑA "ABRE LOS BRAZOS A LA VIDA" PARA AYUDAR A MUJERES EMBARAZADAS EN MÉXICO.




Imagen referencial. Foto: Sara Musico (CC-BY-NC-SA-2.0)

Imagen referencial. Foto: Sara Musico (CC-BY-NC-SA-2.0)
MÉXICO D.F., 29 Jun. 14 / 10:06 pm (ACI/EWTN Noticias).- Una serie de instituciones de la sociedad civil se unieron para sumar esfuerzos y procurar la atención y cuidado a la mujer embarazada en situación de vulnerabilidad con en la campaña “Abre los brazos a la vida” que busca hacer que las familias aporten fondos para estas mujeres en México.
Según señala el SIAME, esta es una iniciativa nacida de la necesidad de atender a mujeres embarazadas que carecen de apoyo, sufren maltratos durante el parto o se vieron obligadas a abortar por distintas circunstancias.
En la campaña participan instituciones como: Red Familia, Red Materno Infantil, Yoliguani, IRMA y Vifac, mediante la integración de esta campaña que es promovida por 45 grupos de apoyo, a los que se han unido 530 promotores.
La mecánica de recaudación será mediante la organización y realización de cinco desayunos, uno por semana (que se anunciarán con anticipación), en donde se hará la recaudación de los donativos que generosamente sean aportados por familias asistentes, a través de sistemas de cobranza sistematizada, eventos en los que se tiene programada la participación de oradores y expertos en diferentes temas relacionados.
Los organizadores pidieron a las familias mexicanas que contribuyan para poder ver a las mujeres felices en compañía de sus bebés y sus familias, al tiempo que les hicieron ver que apoyar a la mujer es fundamental para formar núcleos familiares estables que propicien la generación de buenos ciudadanos para México.
De acuerdo con el presidente del consejo de Red Familia, Manuel Campero, lo recaudado será orientado a diversas acciones como: hospedaje y alimentación durante el embarazo, terapias psicológicas, atención médica, capacitación para el trabajo, cursos para el cuidado y educación de los hijos, así como acompañamiento en el parto, y lo más importante: de forma gratuita; y para hacerlo posible, se requiere que más familias se unan para beneficiar a este sector de la sociedad.
El Observatorio de Muertes Maternas señala que durante el 2012 fallecieron 960 madres por causas prevenibles durante el embarazo, mientras que el 73 por ciento de la mortalidad materna se atribuye a causas directas, como:aborto, enfermedades hipertensivas del embarazo, trauma obstétrico, hemorragias y sepsis.
Más información en: https://www.redfamilia.org/

EL REY FELIPE VI DE ESPAÑA BROMEA CON EL PAPA FRANCISCO: "¿QUÉ, EL MONAGUILLO PRIMERO, NO?



El Papa Francisco y los reyes de España (Foto Casa Real)

El Papa Francisco y los reyes de España (Foto Casa Real)
ROMA, 30 Jun. 14 / 10:34 am (ACI).- Al ser recibido este lunes por el Papa Francisco en el Vaticano, el Rey Felipe VI de España, bromeó con el episodio que su padre protagonizó hace algunos meses al encontrarse con el Papa Francisco en el Vaticano.
“Bienvenido Majestad, adelante”, dijo el Papa al recibir al monarca este medio día en el Palacio Apostólico del Vaticano. “¿Qué, el monaguillo primero, no?”, respondió Felipe VI. “¡Veo que se lo ha contado su padre!”, añadió el Pontífice.
En su visita de presentación como Rey de España al Vaticano, Felipe VI llegó acompañado por su esposa y una delegación compuesta por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel Garcia-Margallo; el subsecretario de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Cristóbal González-Aller; el Embajador de España ante la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga, entre otros.
Las dos hijas de los monarcas, la Princesa Leonor de Asturias y la Infanta Sofía, no participaron del encuentro.
Ambos mandatarios, acompañados por la reina Letizia, mantuvieron una reunión de 45 minutos donde abordaron temas de común interés, la importancia de favorecer el diálogo y la colaboración entre la Iglesia y el Estado para el bien de toda la sociedad española, y algunos problemas de carácter internacional y regional, con particular atención a las zonas en conflicto.
La reina Letizia vistió de color blanco, pero sin velo ni peineta, privilegio que solo puede ostentar la Reina de España debido a la relación histórica entre la Iglesia y la corona española.
Después de las conversaciones, el Papa Francisco saludó la delegación española, y les regaló un Rosario. Al concluir, el Rey Felipe VI concedió acercarse a uno de los fotógrafos de la Casa Real, quien estaba muy interesado en saludar el Pontífice. En ese instante el Papa Francisco por su propia cuenta, se dirigió a un armario, lo abrió, y tomó él mismo un Rosario que regaló después al muchacho mientras le saludaba.
Durante el habitual intercambio de dones, el Santo Padre regaló a los monarcas una medalla con el diseño de la Plaza de San Pedro antes de que fuera construida la Basílica. Por su parte, los Reyes entregaron al Pontífice un facsímil del libro "Oráculo Manual y Arte de Prudencia", del sacerdote jesuita aragonés Baltasar Gracián (1601-1658), cuyo original se conserva en la Biblioteca de “Los Talas”, situada en el distrito de Luján, en medio de la Pampa argentina.
Luego, los Reyes se reunieron con Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, con quien prolongaron las conversaciones. Está previsto que los Reyes regresen al Palacio de la Zarzuela hoy día.

LANZA APP PARA BEATIFICACIÓN DE ÁLVARO DEL PORTILLO.




Foto: Opus Dei
Foto: Opus Dei
MADRID, 30 Jun. 14 / 09:13 am (ACI).- Se trata de una aplicación disponible para iOS y Android que ya está disponible para ser descargada. Se llama ‘Don Álvaro’ y en ella se encuentra toda la información sobre la próxima beatificación de Álvaro del Portillo, primer sucesor de san Josemaría Escrivá de Balaguer, al frente del Opus Dei. A pesar de que actualmente tan sólo se ofrece en español, se prevé que en las próximas semanas se lance en otros idiomas.
En esta app se puede encontrar información completa sobre el futuro beato como un resumen biográfico con los principales hitos de su vida, testimonios de personas que le conocieron, noticias, vídeos y favores. Así como el itinerario seguido para su beatificación, una galería de imágenes descargables, mapas de Google con información de todos los viajes pastorales que realizó Álvaro del Portillo durante sus años como Prelado del Opus Dei, y numerosas iniciativas sociales que surgieron bajo su aliento.
A través de ella también se podrá tener información actualizada sobre los eventos que acompañarán a la beatificación de Del Portillo que tendrá lugar en Madrid el próximo 27 de septiembre, y sugerencias sobre cómo acudir, inscribirse o colaborar.
Durante los próximos meses se incorporará también el misal de la beatificación así como textos de Álvaro del Portillo para rezar que serán de utilidad para quienes tengan devoción a don Álvaro, una vez transcurrida la fecha de su beatificación.
Descarga directa en:

DIARIO "EL PUEBLO CATÓLICO" RECIBIÓ OCHO PREMIOS DE LA PRENSA CATÓLICA EN ESTADOS UNIDOS.




Foto: Sitio web oificial El Pueblo Católico
Foto: Sitio web oificial El Pueblo Católico
DENVER, 29 Jun. 14 / 03:07 pm (ACI/EWTN Noticias).- El diario “El Pueblo Católico” recibió 8 premios de la Catholic Press Association (Asociación de Prensa Católica de Estados Unidos y Canadá) el pasado 20 de junio.
La premiación se realizó el término de la Reunión anual de medios, realizada en la ciudad de Charlotte, North Carolina, del 18 al 20 de junio, y que reunió a periodistas de todo el país y de Canadá.
El Pueblo Católico es el periódico oficial en español de la Arquidiócesis de Denver, y llega mensualmente a más de 45 mil hispanos en el Norte de Colorado.
Los premios fueron los siguientes:
- Mejor Cobertura del Año de la Fe, 1er puesto – “Sección Redescubrir la alegría de creer”: La Iglesia, lugar de la misericordia y la esperanza de Dios; la alegría de ser católicos; ¿Existe la vida eterna? ¡Ayúdame a llegar al cielo! ¿Valió la pena el año de la fe? Por Lara Montoya, P. Jorge Rodríguez, Alexandra Salazar, Mayé Agama y Natividad García.
- Mejor Columna de Opinión, 1er puesto – Nadie me dijo/Gracias/Buscadores de la verdad, por Mayé Agama.
- Mejor cobertura de inmigración, 2do puesto – Por Mayé Agama, Jean Torkelson y Lara Montoya.
- Mejor noticia Nacional/Internacional, 2do puesto – “Cobertura especial de la JMJ Rio 2013”, por Mayé Agama.
- Mejor noticia originada en la publicación, 3er puesto – “La solidaridad brilló en el desastre” por Mayé Agama.
- Mejor reportaje, mención honrosa - “Una hermosa aventura de Fe en tierras mexicanas” por Lara Montoya y Mayé  Agama.
- Mejor cobertura de la transición pontificia, mención honrosa - “La radical fidelidad del Santo Padre,” “Especial: Homenaje a Benedicto XVI,” “Especial: Francisco, un Papa según el Corazón de Dios”, por el Arzobispo Samuel Aquila y su staff.
La publicación hermana de El Pueblo Católico, conocida como Denver Catholic Register también fue premiada por la Catholic Press Association. Ellos recibieron 4 premios.
Sobre los premios de El Pueblo Católico, la editora de la publicación, Mayé Agama, comenta que “con humildad y alegría recibimos estos premios, como una oportunidad para renovarnos en el compromiso de asumir el desafío grande y apasionante al que nos invita el Papa Francisco de servir con ‘energías renovadas y una imaginación nueva’ para transmitir a todos la belleza de Dios”.
Más información en: http://elpueblocatolico.com/ 

CONOZCA EL CONVENTO MÁS PEQUEÑO DEL MUNDO.









Foto: AICA
Foto: AICA
MADRID, 30 Jun. 14 / 04:25 am (ACI/EWTN Noticias).- Antes de entrar, fray José García, que sirve de guía en la visita al convento más pequeño del mundo, advierte: “Este mes tenemos una oferta especial: los tres primeros golpes son gratis, el cuarto lo cobramos”.
A los diez minutos, cuenta Armando Rubén Puente para la agencia AICA, uno de los que lo seguimos en el recorrido por el convento de la Concepción de El Palancar se golpea con una de las entradas (sin puertas) que solo miden un metro y medio de alto por uno de ancho.
San Pedro de Alcántara (1499-1562), franciscano, hizo en el año 1557 este convento, el más pequeño del mundo, ya que mide 72 metros cuadrados. “El conventino” lo llaman en la provincia de Cáceres, en España.
Allá pasó los últimos años de su vida San Pedro de Alcántara, que medía un metro 80 y que pasó de la pobreza y austeridad de la orden de los franciscanos descalzos a un grado extremo viviendo en una celda en la que es imposible estar de pie, ni acostado: solo se puede estar de rodillas o sentado sobre una piedra, que tiene delante un tronco y una cruz de madera.
Cuenta Santa Teresa de Jesús que durante 40 años solo dormía una hora y media diaria, sentado sobre la piedra, apoyando la cabeza en el tronco. Acostado no podía, ya que la celda tiene un metro y medio de largo por uno de ancho.
Fray José nos dice que es “un convento dentro de otro convento”, y así es, en efecto, puesto que actualmente está dentro del recinto de otro convento moderno, que cuenta con 20 habitaciones en las que pueden albergarse las personas –generalmente jóvenes– que van a pasar allí unos días de retiro espiritual.
“San Pedro de Alcántara mandó construir este convento después de llevar más de cuarenta años como fraile, y lo hizo para que fuera un freno a la ambición y la fantasía de la gente. Estamos hablando del Siglo de Oro, y lo del oro no era una metáfora; era la pasión de los hombres de aquella época como lo sigue siendo ahora”.
Como no le gustaban ni la España del momento ni la Orden franciscana de esos años, san Pedro de Alcántara aceptó el regalo que le hicieron de un terrenito en medio de un bosque de robles. El emperador Carlos V le pidió que fuera su confesor, cuando había renunciado al poder y se recluyó en Yuste, pero el fraile prefirió llevar una vida de ermitaño junto a siete frailes que ocuparon el minúsculo convento, en el que la sala más grande –de 5 por 3 metros– servía de comedor y lugar de reunión. Como en el resto del edificio tampoco podía estarse allí de pie y no había espacio para una mesa.
La otra “sala”, es un decir ya que mide 5 por 3 metros, era la capilla. Una decena de celdas –la más chiquita era la del santo– y una cocina minúscula y apenas iluminada por un agujero que servía de ventana, completaban el convento, que tenía en el centro un patio, “el jardín”, de 3 por 3 metros.
Los visitantes del convento más chico del mundo escuchan la anécdota con incredulidad, como todo lo que les cuentan los cuatro frailes que hoy lo cuidan. Pero el silencio y la paz del lugar terminan por hacerles sentir –o al menos intuir– que hay otras formas de vivir distintas a las que llevamos los habitantes de las grandes ciudades del siglo XXI.

UN REFUGIADO NARRA TODO LO QUE LA IGLESIA CATÓLICA HACE POR LOS DESPLAZADOS.



 

ROMA, 30 Jun. 14 / 02:16 am (ACI/EWTN Noticias).- El 20 de junio, en la Jornada Mundial del Refugiado, la agencia vaticana Fides destacó el testimonio de Miodrag Jirsa Yovanovich, un refugiado de guerra huido de la antigua Yugoslavia quien, después de toda una vida en Colombia, asegura que continúa con vida gracias a la labor social de la Iglesia.
“Mi nombre es Miodrag, soy apátrida, refugiado de la antigua ex Yugoslavia. Como estaba en el poder el Mariscal Josip Broz Tito en ese entonces, había que votar a favor del socialismo o en contra de la patria, mi papá votó en contra del socialismo y, automáticamente, se quedó sin trabajo, sin posada, sin comida, sin vestuario, sin absolutamente nada… le tocó desertar y escapar cargándonos a mí y mi mamá a la espalda”, explica Yovanovich en una entrevista difundida por la Pastoral Social-Caritas Colombia.
Su padre logró llegar a Trieste, Italia, en 1953, donde le ofrecieron viajar a América Latina. Poco después, a bordo de un barco de nombre Américo Vespucio, arribó a tierras colombianas.
Yovanovich es uno de los tantos millones de desplazados a causa de las guerras y los totalitarismos, que se vieron obligados a huir de sus casas para buscar una vida digna. Hoy día y según fuentes de ACNUR, más de 50 millones de personas en todo el mundo se ven obligados a abandonar sus hogares y tierras para huir y buscar refugio.
“Si no fuera por esto –Caritas Colombia-, yo no tendría recursos… y creo que habría sido desahuciado por los médicos y estaría muerto”, señala.
Yovanovich afirma que para los refugiados, comenzar de nuevo una vida no es una tarea fácil, su padre sufrió de por vida problemas psicológicos a causa de la guerra y, al igual que su madre, nunca terminó de acostumbrarse a la cultura del país.
Gracias a la ayuda de la Iglesia, la familia Yovanovich consiguió unas tierras para labrar que les permitieron mantenerse, pero él ha continuado siendo un ciudadano apátrida, lo que le impide gozar de una pensión y de otros derechos como el acceso a la salud.
“La Iglesia me ha ayudado a encontrar una tierra, mi tierra ahora está aquí en Colombia”, sostiene.
Ahora Yovanovich tiene una familia de la que se puede sentir orgulloso. Se casó con una colombiana con la que tuvo dos hijos, y tres nietos.
“La Iglesia ha hecho un territorio mejor para nosotros los refugiados… La ayuda de la pastoral para los migrantes es muy importante porque mucha gente llega sin dinero, desorientados, sin ayuda de ninguna clase... y si uno llega a otro país sin un peso ¿qué sería de nosotros sin la pastoral social?”, concluye.
Para ver el vídeo de Yuvanovich ingrese en: https://www.youtube.com/watch?v=lgGe2DA4M9k&feature=youtu.be
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ENTREVISTA DEL PAPA FRANCISCO AL IL MESSAGGERO.


Entrevista del Papa Francisco a Il Messaggero
«La vocación del político incluye la custodia de la vida humana»
El Papa Francisco ha concedido una entrevista a la revista Il Messaggero, en la que aborda, con sensibilidad, inteligencia y buen humor, cuestiones como la corrupción, la prostitución de menores, los próximos viajes pastorales o el papel de la mujer en la vida de la Iglesia. «La vocación para cualquier político incluye la custodia de la vida humana», afirma el Papa, al tiempo que denuncia que «este cambio de época alimenta la decadencia moral». Sobre los niños que ni siquiera saben hacer la señal de la cruz, «la Iglesia debe salir a las calles, buscar a la gente, ir a las casas, visitar a las familias». Ofrecemos la traducción de Aleteia
Noticia digital (30-VI-2014)

La cita es en Santa Marta, por la tarde. Una rápida comprobación y un guardia suizo me hace acomodar en una pequeña salita. Seis butacas verdes de terciopelo un poco liso, una mesita de madera, un televisor de esos antiguos, con la barriga. Todo en perfecto orden, el mármol enlucido, algún cuadro. Podría ser una sala de aspecto parroquial, una donde se va para pedir un consejo o para hacer los documentos matrimoniales.
Francisco entra sonriendo: ¡Finalmente! Yo la leo y ahora la conozco. Me pongo colorada. Yo en cambio le conozco y ahora le escucho. Se ríe. Se ríe a gusto el Papa, como hará otras veces en esa hora y pico de conversación sin tapujos. Roma con sus problemas de megápolis, la época de cambios que debilitan la política, la dificultad al defender el bien común; la reapropiación por parte de la Iglesia de los temas de la pobreza y de la solidaridad (Marx no inventó nada), el lamento ante la degradación de las periferias del alma, el resbaloso abismo moral en el que se abusa de la infancia, se tolera la mendicidad, el trabajo infantil y, no en último lugar, la explotación de las baby prostitutas de ni siquiera quince años. Y clientes que podrían ser sus abuelos; pedófilos: el Papa los define precisamente así. Francisco habla, explica, se interrumpe, vuelve. Pasión, dulzura, ironía. Un hilo de voz, parece acunar las palabras. Las manos acompañan el razonamiento, las entrelaza, las suelta, parecen diseñar geometrías invisibles en el aire. Está en magnífica forma, a pesar de los rumores sobre su salud.
Es hora del partido Italia-Uruguay. Santo Padre, ¿usted a quien apoya?
Ah, yo por nadie, de verdad. Prometí a la Presidenta de Brasil permanecer neutral.
¿Empezamos por Roma?
Pero ¿sabe que yo no conozco Roma? Piense que la Capilla Sixtina la vi por primera vez cuando tomé parte en el conclave que eligió a Benedicto XVI (2005). Ni siquiera he estado en los museos. El hecho es que como cardenal no venía mucho. Conozco Santa María la Mayor porque iba siempre allí. Y después a San Lorenzo Extramuros adonde fui para las confirmaciones cuando estaba don Giacomo Tantardini. Obviamente conozco la Piazza Navona porque siempre me alojaba en via della Scrofa, allí detrás.
¿Hay algo de romano en el argentino Bergoglio?
Poco y nada. Yo soy más piamontés, esas son las raíces originales de mi familia. Pero estoy empezando a sentirme romano. Quiero ir a visitar el territorio, las parroquias. Estoy descubriendo poco a poco esta ciudad. Es una metrópolis bellísima, única, con los problemas de las grandes metrópolis. Una ciudad pequeña posee una estructura casi univoca, una metrópolis, en cambio, comprende siete u ocho ciudades imaginarias superpuestas, a varios niveles. También a nivel cultural. Pienso por ejemplo en las tribus urbanas de los jóvenes. Es así en todas las metrópolis. En noviembre haremos en Barcelona un congreso dedicado precisamente a la pastoral de las metrópolis. En Argentina se han promovido intercambios con México. Se descubren muchas culturas entrecruzadas, pero no tanto a causa de las migraciones, sino porque se trata de territorios culturales transversales, hechos de pertenencias propias. Ciudades en la ciudad. La Iglesia debe saber responder también a este fenómeno.
¿Por qué usted, desde el principio, ha querido subrayar tanto la función del Obispo de Roma?
El primer servicio de Francisco es este: ejercer de obispo de Roma. Todos los títulos del Papa, Pastor universal, Vicario de Cristo etc., los tiene precisamente porque es Obispo de Roma. Es la elección primaria. La consecuencia del primado de Pedro. Si mañana el Papa quisiera ser obispo de Tívoli, esta claro que me echarían.
Hace cuarenta años, con Pablo VI, el Vicariato promovió el congreso sobre los problemas de Roma. Surgió el cuadro de una ciudad en la que quien tenía mucho, tenía lo mejor, y quien tenía poco, lo peor. Hoy, en su opinión, ¿cuáles son los males de esta ciudad?
Son los de las metrópolis, como Buenos Aires. Quien aumenta los beneficios, y quien es cada vez más pobre. No sabía de ese congreso sobre los problemas de Roma. Son cuestiones muy romanas, y yo entonces tenía 38 años. Soy el primer Papa que no ha tomado parte en el Concilio y el primero que ha estudiado la teología después del Concilio y, en ese tiempo, para nosotros la gran luz era Pablo VI. Para mi la Evangelii nuntiandi sigue siendo un documento pastoral nunca superado.
¿Existe una jerarquía de valores que respetar en la gestión de la cosa pública?
Cierto. Tutelar siempre el bien común. La vocación para cualquier político es esta. Un concepto amplio que incluye, por ejemplo, la custodia de la vida humana, su dignidad. Pablo VI solía decir que la misión de la política es una de las formas más altas de caridad. Hoy el problema de la política -no hablo solo de Italia sino de todos los países, el problema es mundial- es que se ha desvalorizado, arruinada por la corrupción, por el fenómeno de las comisiones. Me viene a la mente un documento que publicaron los obispos franceses hace 15 años. Era una carta pastoral que se titulaba: Rehabilitar la política, y afrontaba precisamente este argumento. Si no hay servicio en la base, tampoco se puede entender la identidad de la política.
Usted ha dicho que la corrupción huele a podrido. Ha dicho que la corrupción social es fruto de un corazón enfermo y no sólo de condiciones externas. No habría corrupción sin corazones corrompidos. El corrupto no tiene amigos, sino idiotas útiles. ¿Nos lo explica mejor?
Hablé dos días seguidos de este argumento porque comentaba la lectura de la Viña de Nabot. A mí me gusta hablar de las lecturas del día. El primer día afronté la fenomenología de la corrupción; el segundo día, de cómo acaban los corruptos. El corrupto, en todo caso, no tiene amigos, sólo tiene cómplices.
Según usted ¿se habla tanto de la corrupción porque los mass media insisten demasiado en el argumento, o porque de hecho se trata efectivamente se trata de un mal endémico y grave?
No, por desgracia es un fenómeno mundial. Hay jefes de Estado en la cárcel precisamente por eso. Me he preguntado mucho, y he llegado a la conclusión de que muchos males aumentan sobre todo durante los cambios de época. Estamos viviendo no tanto en una época de cambios, sino en un cambio de época. Y por tanto se trata de un cambio de cultura; precisamente en esta fase emergen cosas de este tipo. El cambio de época alimenta la decadencia moral, no solo en la política, sino en la vida financiera o social.
Tampoco los cristianos parecen brillar por su testimonio...
Es el ambiente el que facilita la corrupción. No digo que todos sean corruptos, pero creo que es difícil permanecer honrado en la política. Hablo de todo el mundo, no de Italia. Pienso también en otros casos. A veces hay personas que querrían hacer las cosas claras, pero se encuentran en dificultad y es como si fueran fagocitadas por un fenómeno endémico, a varios niveles, transversal. No porque sea la naturaleza de la política, sino porque en un cambio de época las presiones hacia una cierta deriva moral se hacen más fuertes.
¿A usted le asusta más la pobreza moral o material de una ciudad?
Me asustan ambas. A un hambriento, por ejemplo, puedo ayudarlo a que no tenga más hambre, pero si ha perdido el trabajo y no encuentra ocupación, tiene que ver con otra pobreza. Ya no tiene dignidad. Quizás pueda ir a Caritas y traerse a casa un paquete de comida, pero experimenta una pobreza gravísima que arruina el corazón. Un obispo auxiliar de Roma me ha contado que muchas personas van a los comedores y a escondidas, llenos de vergüenza, se llevan a casa comida. Su dignidad se ve progresivamente depauperada, viven en un estado de postración.
Por las calles consulares de Roma se ven chicas de apenas 14 años a menudo obligadas a prostituirse ante la indiferencia general, mientras que en el metro se asiste a la mendicidad de los niños. ¿La Iglesia es aún levadura? ¿Se siente impotente como obispo a esta degradación moral?
Siento dolor. Siento enorme dolor. La explotación de los niños me hace sufrir. También en Argentina es lo mismo. Para algunos trabajos manuales se usan niños porque tienen las manos más pequeñas. Pero los niños son también explotados sexualmente, en hoteles. Una vez me advirtieron que en una calle de Buenos Aires había niñas prostitutas de 12 años. Me informé y efectivamente era así. Me hizo daño. Pero aún más ver que se paraban autos de gran cilindrada conducidos por ancianos. Podían ser sus abuelos. Hacían subir a la niña y le pagaban 15 pesos que después servían para comprar los deshechos de la droga, el paquete. Para mi estas personas que hacen esto a las niñas son pedófilos. Sucede también en Roma. La Ciudad eterna que debería ser un faro en el mundo es espejo de la degradación moral de la sociedad. Pienso que son problemas que se resuelven con una buena política social.
¿Qué puede hacer la política?
Responder de forma clara. Por ejemplo con servicios sociales que sigan a las familias para entender, acompañándolas para salir de situaciones duras. El fenómeno indica una deficiencia de servicio social en la sociedad.
Pero la Iglesia está trabajando muchísimo...
Y debe seguir haciéndolo. Hay que ayudar a las familias en dificultad, un trabajo en aumento que impone el esfuerzo común.
En Roma cada vez más jóvenes no van a la Iglesia, no bautizan a los hijos, no saben siquiera hacer el signo de la cruz. ¿Qué estrategia hace falta para invertir esta tendencia?
La Iglesia debe salir a las calles, buscar a la gente, ir a las casas, visitar a las familias, ir a las periferias. Nos ser una iglesia que sólo recibe, sino que ofrece.
Y los párrocos no deben poner bigudíes a las ovejas...
(Ríe) Obviamente. Estamos en un momento de misión desde hace una decena de años. Debemos insistir.
¿Le preocupa la cultura de la baja natalidad en Italia?
Pienso que hay que trabajar más por el bien común de la infancia. Formar una familia es una tarea grande, a veces no es suficiente el sueldo, no se llega a fin de mes. Se tiene miedo a perder el trabajo o a no poder pagar el alquiler. La política social no ayuda. Italia tiene una tasa bajísima de natalidad, España lo mismo. Francia va un poco mejor pero la tasa también es baja. Es como si Europa se hubiera cansado de ser mamá, prefiriendo ser abuela. Mucho depende de la crisis económica y no solo de una deriva cultural marcada por el egoísmo y el hedonismo. El otro día leía una estadística sobre los criterios de gasto de la población a nivel mundial. Después de la alimentación, vestidos y medicinas, tres elementos necesarios, siguen la cosmética y los gastos para los animales domésticos.
¿Cuentan más los animales que nos niños?
Se trata de otro fenómeno de degradación cultural. Esto porque la relación afectiva con los animales es más fácil, más programable. Un animal no es libre, mientras que tener un hijo es algo complicado.
¿El Evangelio habla más a los pobres o a los ricos para que se conviertan?
La pobreza está en el centro del Evangelio. No se puede entender el Evangelio sin entender la pobreza real, teniendo en cuenta que existe también una pobreza bellísima del espíritu: ser pobre ante Dios porque Dios te llena. El Evangelio se dirige indistintamente a los pobres y a los ricos. Y habla tanto de pobreza como de riqueza. No condena de hecho a los ricos, si acaso a las riquezas cuando son idolatradas. El dios dinero, el becerro de oro.
Usted pasa por ser un Papa comunista, pauperista, populista. The Economist, que le ha dedicado una portada, afirma que habla como Lenin. ¿Se reconoce en estos modelos?
Yo digo solo que los comunistas nos han robado la bandera. La bandera de los pobres es cristiana. La pobreza están en el centro del Evangelio. Los pobres están en el centro del Evangelio. Tomemos Mateo 25, el protocolo sobre el que seremos juzgados: tuve hambre, tuve sed, estuve en la cárcel, estaba enfermo, desnudo. O miremos a las Bienaventuranzas, otra bandera. Los comunistas dicen que todo esto es comunista. Sí, como no, veinte siglos después. Así que cuando hablan, se les podría decir: pero vosotros sois cristianos (se ríe).
Si me permite una crítica..
Cierto...
Usted quizás habla poco de las mujeres, y cuando habla de ellas afronta el argumento sólo desde el punto de vista de la maternidad, la mujer esposa, la mujer madre, etc. Y sin embargo, las mujeres hoy presiden estados, multinacionales, ejércitos. En la Iglesia, según usted, ¿las mujeres qué puesto ocupan?
Las mujeres son lo más bello que Dios ha hecho. La Iglesia es mujer. Iglesia es una palabra femenina. No se puede hacer teología sin esta femineidad. De esto, usted tiene razón, no se habla bastante. Estoy de acuerdo en que se debe trabajar más sobre la teología de la mujer. Lo he dicho y se está trabajando en este sentido.
¿No entrevé una cierta misoginia de fondo?
El hecho es que la mujer fue tomada de una costilla... (se ríe con ganas). Bromeo, lo mío es una broma. Estoy de acuerdo en que se debe profundizar más en la cuestión femenina, de lo contrario no se puede entender a la misma Iglesia.
¿Podemos esperar de usted decisiones históricas, como una mujer presidiendo un dicasterio?, no digo el del clero...
(Se ríe) Bueno, muchas veces los curas acaban bajo la autoridad de las perpetuas...
En agosto usted irá a Corea. ¿Es la puerta a China? ¿Está usted apuntando a Asia?
A Asia iré dos veces en seis meses. A Corea en agosto para encontrar a los jóvenes asiáticos. En enero a Sri Lanka y Filipinas. La Iglesia en Asia es una promesa. Corea representa mucho, tiene a las espaldas una historia bellísima, durante dos siglos no tuvo sacerdotes y el catolicismo avanzó gracias a los laicos. Ha habido también mártires. En cuanto a China, se trata de un desafío cultural grande. Grandísimo. Y está el ejemplo de Matteo Ricci que hizo mucho bien...
¿A dónde va la Iglesia de Bergoglio?
Gracias a Dios no tengo ninguna Iglesia, sigo a Cristo. No he fundado nada. Desde en punto de vista del estilo, no he cambiado de cómo era en Buenos Aires. Sí, quizás alguna cosilla, porque se debe, pero cambiar a mi edad habría sido ridículo. Sobre el programa, en cambio, sigo lo que los cardenales han pedido durante las congregaciones generales antes del conclave. Voy en esa dirección. El Consejo de los ocho cardenales, un organismo externo, nace de allí. Había sido pedido para que ayudara a reformar la curia. Cosa por otro lado nada fácil, porque se da un paso, pero luego surge que hay que hacer esto o aquello, y si antes había un dicasterio después se hacen cuatro. Mis decisiones son el fruto de las reuniones preconclave. No he hecho nada solo.
Una aproximación democrática...
Han sido decisiones de los cardenales. No sé si es una aproximación democrática, diría más sinodal, aunque la palabra para los cardenales no es apropiada.
¿Qué desea a los romanos para el día de los patrones San Pedro y San Pablo?
Que sigan siendo buenos. Son muy simpáticos. Lo veo en las audiencias y cuando voy a las parroquias. Les deseo que no pierdan la alegría, la esperanza, la confianza a pesar de las dificultades. También el dialecto romano es hermoso.
Wojtyla aprendió a decir: «volemose bene, damose da fa». ¿Ha aprendido usted alguna frase en dialecto romano?
Por ahora poco. Campa e fa’ campa’ (Vive y deja vivir, ndt.). (Naturalmente, se ríe).

ENTREVISTA AL PADRE ADOLFO NICOLÁS.



Entrevista al padre Adolfo Nicolás:
«Jesuitas y laicos colaboramos en la misión de Dios»
Con motivo de la creación de la Provincia de España de la Compañía de Jesús, el padre Adolfo Nicolás, superior general de los jesuitas, concedió la siguiente entrevista al Secretariado de Medios de Comunicación de la Compañía de Jesús en España. «A medida que las Provincias tienen menos gente, hay menos posibilidad de mantener un servicio de calidad», reconoce el padre Nicolás, pero sigue habiendo «mucha dedicación, hay pasión por lo que se hace, entrega, generosidad e imaginación» en la Compañía, cada vez más abierta a la colaboración con los laicos
Noticia digital (30-VI-2014)

¿Quién le enseñó a rezar?
Muchos, porque se reza de pequeño, de joven, de mayor, de laico y de jesuita. Aprendí en casa, teníamos juntos el mes de San José, era una devoción de mis padres. Nos pasábamos grandes juergas los hijos, buscando una equivocación para reírnos. Pero así aprendimos, por lo menos creo que es lo que queda siempre, que hay un recurso más allá de lo que pasa día a día. Eso queda en la mente del niño. Luego se aprende a rezar con la vida, con el Evangelio, con los acontecimientos, con la vida de Compañía, la vida de la compañía es la oración de ahora.
¿Hay tiempo para orar en la vida de la curia?
Por supuesto, hay que hacerlo por la mañana, porque luego durante el día no queda tiempo para nada.
¿Se encuentra a menudo con el Papa Francisco?
No, tanto él como yo evitamos una frecuencia que sea demasiado visible. Yo, en cuanto puedo, trato asuntos con él a través de otras fuentes. Es un hombre muy abierto a todos los canales, oficiales y no oficiales; procuro usar diferentes canales para no hacerme demasiado visible y que empiece una especulación sobre la relación del Papa con la Compañía, que no nos haría bien a ninguno.
Tenemos un voto de obediencia y queremos saber que nos pide el Papa Francisco ¿sabemos qué nos pide?
Esa fue la primera preocupación que tenía yo como General. El Papa Benedicto XVI nos dijo claramente qué esperaba de la Compañía: intensidad en el estudio, profundidad en el pensamiento y espiritualidad. He podido confirmar con el Papa Francisco que quiere lo mismo de la Compañía. Además de las prioridades que él tiene: contacto con la gente, servicio a los pobres, etc. Pero creo que nuestra función ahora en la Iglesia es procurar que haya profundidad, que no nos vayamos por lo que nos vamos todos: por lo periodístico, por lo inmediato, sino estudiar las cosas a fondo y tratar de responder a lo que la Iglesia necesita ahora.
¿Le sorprende el Papa Francisco?
No me sorprende. Un periodista italiano ha dicho que la revolución de Francisco es la revolución de la normalidad. Y no me sorprende que en la Iglesia podamos ser normales. Él es muy normal, muy natural, muy espontáneo y eso hace bien a la Iglesia y gusta a la gente.
Me he encontrado en mis viajes por todo el mundo con el agrado de la gente, de todos, africanos, asiáticos, latinoamericanos... por este estilo informal, cercano, de diálogo, que tiene con todos y esto corresponde también a su canonización del Beato Fabro. Le hizo santo porque  le tenía gran devoción desde joven, antes de ser jesuita, y en el Beato Fabro él encuentra apoyo, inspiración para lo que busca: diálogo, cercanía, apertura a todos, lleno de cariño, porque no es un hombre frío.
Como saber lo que un Papa quiere. Qué mecanismo hay para llegar al Papa.
Lo mejor es preguntar directamente. Es muy accesible y dialogante. Le gusta que las cosas se le digan. El me ha alabado a su secretario porque cuando no está de acuerdo se lo dice. Y a él le gusta esto, un lenguaje directo, espontáneo, sincero. Él es muy sincero. Lo que hemos ganado en cercanía lo hemos ganado en conocimiento de la persona, no hay nada oculto, es un hombre transparente.
Y para saber lo que el Papa pide a la Compañía y lo que pide Dios a la Compañía, ¿cómo lo hace padre Nicolás?
El mejor camino para saberlo es el discernimiento. San Ignacio nos dejó no solo el método sino las actitudes fundamentales, porque la realidad es uno de los mejores puntos de partida. San Ignacio es un hombre que no es abstracto, que camina sobre la realidad, se considera peregrino no solo porque físicamente caminó mucho, sino porque es un hombre en búsqueda, que va descubriendo nuevos campos y la realidad es siempre un punto de partida muy serio para él. Tanto, que cuando envía gente a la India o a otros sitios, siempre en sus instrucciones les deja total libertad para que disciernan sobre el terreno. El cambio de estructuras es normal en san Ignacio, porque no hay nada absoluto si no es la voluntad de Dios y el bien de los demás.
¿Llega bien la realidad a Borgo S. Spirito? ¿Cómo hace para acercarse a la realidad?
Llega muy bien. La Compañía tiene 500 años de experiencia, y siempre se ha ido puliendo, precisamente, el acceso a la realidad, a través de cartas, a través de una doble red. Me hizo pensar cuando estudié en Roma en los años 68-69; me pidió el secretario de la embajada japonesa que organizara un encuentro con tres profesores de la gregoriana, y le preguntaron a él por qué la embajada japonesa en el Vaticano, qué interés tenía Japón en dos embajadas en Roma si Japón no es un país católico. Él respondió claramente: por información, porque lo que decide el Vaticano afecta a los países latinoamericanos, y Japón tiene interés en saber eso. Y porque el Vaticano tiene dos redes de información, una oficial a través de los nuncios, y otra  informal a través de sacerdotes, religiosos, laicos, que están continuamente enviando información a Roma.
Entonces ¿lee todo lo que le mandan?
Mucho de mi trabajo es leer y escuchar. Las orejas se me han hecho un poco grandes. Tengo un equipo para eso muy bueno. El secreto del gobierno de la Compañía está en el equipo. Estoy muy agradecido a la Congregación General, no por elegirme sino, para perdonar eso, por el equipo que me dio. Tengo 9 asistentes regionales, que tienen distintas partes del mundo bajo su preocupación y luego 2 asistentes para las casas de Roma -que son casi 400 jesuitas- y otro para formación, que es la prioridad en la Compañía siempre. Entre todos, sé que podemos encontrar caminos para responder a distintos retos y eso me permite dormir en paz. Duermo bien gracias a saber que no tengo que solucionar yo todos los problemas.
Estamos en la creación de la nueva Provincia de España, ¿es porque somos menos?
Sería mentiroso si dijera que no ha influido. Es evidente que la cuestión de número nos ha hecho pensar, porque la reducción de número afecta inmediatamente al apostolado, nuestras instituciones, el gobierno de la Compañía, la misma formación. Nos estamos dando cuenta de que a medida que las Provincias tienen menos gente, hay menos posibilidad de mantener un servicio de calidad. Aunque empezó la reflexión a partir de los números sin embargo el acento está en lo apostólico, el servicio apostólico que damos a la Iglesia y a la gente, no se puede mantener en calidad sin recursos y estos recursos tienen mucho que ver con los números. De manera que tenemos ahora en la Compañía Provincias muy grandes que no quieren dividirse porque se dan cuenta de que siendo grandes pueden mantener un apostolado vivo, con recursos, con especialistas, cosa que no pasaría si se dividen, entonces la preocupación por mantener las estructuras básicas, formación, superiores, requieren tantos recursos que no quedan para compartir, intercambiar con otros...
Somos menos porque tenemos menos vocaciones, y tenemos menos porque lo estamos haciendo mal y Dios dice: «Ya no les mando vocaciones».
Es mucho más complejo que esto. Y sobre todo en el mundo moderno. Estamos tratando de dar sentido al hecho de que en el Vaticano II descubrimos la vocación del laico como tal, dentro de la familia, de las instituciones, la política, la empresa, y esto ciertamente afecta. Luego la natalidad ha bajado muchísimo en países que tradicionalmente nos han dado muchas vocaciones. Es difícil que la familia fomente vocaciones cuando tiene dos hijos en vez de cinco como antes.
A mí me preocupa más el hecho de que está disminuyendo el número de profesiones vocacionales: médicos disponibles 24 horas, enfermeras preocupadas por sus pacientes, maestros que están más preocupados por el salario que por los estudiantes... Está disminuyendo lo que es vocación, y esto nos afecta a nosotros, porque no todo el mundo mira la vocación de forma positiva.
Nos decía un hermano cisterciense que, antes, en Italia, todas las familias tenían un pariente religioso, y todos lo decían con orgullo. «Hoy si voy a una familia y me encuentro a un muchacho bien plantado y le digo que si se ha planteado ser sacerdote, toda la familia se me echa encima. ¡Padre, no le meta ideas extrañas en la cabeza!», nos decía. No es solo problema nuestro, hay toda una cultura que no favorece este tipo de vocaciones. Se favorece lo que es más relacionado con el marketing, la producción, un buen salario, y esto nos afecta naturalmente a nosotros.
Para la Provincia de España, esto es una oportunidad, ¿tenemos fortaleza?
No tenemos que pensar que España es diferente. Esto es un eslogan que no sirve. A mí me gusta decir que hay jesuitas para todo, pues también hay españoles para todo, pero hay fortalezas evidentemente. Por lo que he visto hay mucha dedicación, hay pasión por lo que se hace, entrega, generosidad e imaginación. Y esto es un valor que hay que cultivar más que nunca. La Iglesia necesita dedicación al estudio y esto no es muy español: un estudio árido, que se hace solo, o en una biblioteca, esto no es el punto fuerte del español. Al alemán sí le gusta estar en una biblioteca, pero al español le gusta el aire libre. Pero es parte de una idiosincrasia, y hay mucha inteligencia, dedicación y pasión en lo que se hace, por lo tanto la capacidad para ser creativos, para hacer diferencia en la vida es muy alta. Lo que espero que los superiores puedan hacer es motivar y canalizar esa energía, esa fuerza, en algo productivo pastoral y religiosamente.
Cada vez hay más instituciones vinculadas a la Compañía en las que hay una persona laica y no un jesuita. ¿Nos convertimos en una marca y dejamos de ser una congregación religiosa?
No, en absoluto, es un proceso normal. Es normal que en una institución se busque al mejor, y el mejor puede ser jesuita o no, puede ser un laico o una laica. Y entonces hay que escoger al mejor para que la institución vaya bien y el jesuita se tiene que ir acostumbrando a funcionar normalmente. Estamos acostumbrados a canalizar todo religiosamente y a mí me hacen preguntas en algunos sitios de si el director de una obra es laico, ¿tenemos que obedecerle? No es cuestión de obediencia. ¿Qué hace un profesor ordinario? Obedece porque hay que trabajar de una manera colaborativa y ordenada. El jesuita se tiene que acostumbrar a eso, a funcionar como una persona normal.
Pero corremos el riesgo de ser más que una orden con una espiritualidad, con una tarea evangelizadora, una prestadora de servicios sociales.
Creo que sí podría ser, es un peligro, pero ahora mismo hay en la Compañía un interés enorme por mantener la identidad de nuestras obras. Si llevamos una obra, un colegio, una universidad, una parroquia, hay una preocupación muy alta por mantener la identidad, y no solo en los jesuitas sino también en los laicos, porque ellos colaboran precisamente porque esa obra está ofreciendo algo distinto, particular, y los laicos son los primeros que quieren mantener esa identidad, y saben que no puede suceder sin un proceso de formación, programas, etc. En España hay programas, tanto en Loyola como en Andalucía muy bien estructurados de formación de nuestros colaboradores que forman equipo y quieren trabajar como comunidad.
¿Somos más capaces de trabajar con otras, con otros?
Nos vamos haciendo más capaces. Es un proceso y vamos aprendiendo. Al principio pensábamos en laicos colaborando con nosotros, en nuestras obras. Kolvenbach ya habló en la CG34 de que tenemos que hablar de lo contrario: jesuitas colaborando con laicos en sus obras. Ahora ya esa diferencia va disminuyendo y ya se habla de colaboración en la misión de Dios. Ya no se habla de la misión de los franciscanos, de los carmelitas, de los jesuitas, sino de la misión de Dios. Es Dios el que llama a los colaboradores y por tanto nuestro discernimiento será quien tiene el mismo corazón que nosotros para trabajar juntos, no quién tiene vocación o no para trabajar, eso Dios lo decide. Pero nosotros tenemos que discernir con quién podemos trabajar bien, en paz y en la misma dirección.
En 2016 vamos a tener Congregación General los jesuitas ¿para qué?
Primero para elegir General. Creo que los 80 años es una buena fecha para pensar en el relevo porque después de los 80 ya no hay ninguna garantía ni médica ni psicológica ni del sistema nervioso para que la mente funcione bien, y ciertamente no puedo someter a la Compañía a años de decadencia personal. Después de los 80 ya entra uno en ese proceso de decadencia. Yo prefiero moverme fuera del trabajo, cuando todavía tengo capacidad de pensar y no esperar a que los jesuitas pregunten por ese viejito de Roma sigue allí que no es muy positivo. Hay que hacer las cosas con cierta lucidez y es mejor empezar ya a prepararlo.
La Congregación General no es solamente para elegir General.
Aunque la prioridad sea elegir General hay todo un proceso y en ese proceso entran las Congregaciones Provinciales , que habrá que tener una en España también, y en esas Congregaciones Provinciales piensan qué tipo de problemática hay que ajustar, cómo entendemos la misión. En el futuro las CG sean de elección o no, lo único importante que tienen que hacer es ajustar la misión. Porque la sociedad va cambiando, y también nuestras estructuras tienen que cambiar. San Ignacio sería el primero en hablar de cambio. San Ignacio dio libertad a los que iban a la India, a Japón... para discernir sobre el terreno porque no todo se ve desde Roma, él sería el primero en decir, han pasado 500 años, las estructuras que tenemos ahora son de 500 años antes, ya es hora de cambiar porque el mundo ha cambiado muchísimo. El cambio no es porque algo no funcione, sino por ir ajustándose a las necesidades nuevas y a los tiempos nuevos.
¿Cuántos años lleva de General? ¿Ha cambiado mucho su visión de la Compañía estando en Roma?
Llevo seis años. Sí ha cambiado. Primero se juzgan muchas cosas desde fuera como amateur. El aficionado que ve las cosas sin información. Llega uno a Roma y se encuentra un alud de información  y cuando se conocen los problemas en detalle, y las personas, y por qué ha surgido un problema y su proceso, se ven las cosas ligeramente distintas. Hay apreciaciones que no cambian pero hay otras que sí. Y las que tocan a personas o instituciones concretas tienen que cambiar necesariamente con la información más completa que llega a Roma.
Y le cambia a uno también ser el padre General
No cambia uno en el carácter, el temperamento, como el Papa, sigue siendo él, pero ha cambiado su estilo, era más bien una persona adusta, ahora se ha hecho una persona muy cercana a la gente. Él lo atribuye a que así trabaja la Gracia. Él dice, yo no era así antes, era distante, serio... pero ahora me encuentro a gusto en esto, y él lo atribuye a la Gracia. Algo de eso pasa al ir a Roma. El carácter fundamental sigue pero tiene uno más información, tiene uno entrevistas como ésta, que antes no tenía, y uno es más consciente de que es una persona pública,  no hay tanto espacio para lo personal, para el gusto concreto.
La visita de Benedicto XVI y su discurso en la Congregación General fue emocionante. Nos habló de ir a las fronteras ¿Estamos los jesuitas en las fronteras?
Creo que sí, que una de las razones por las que tenemos tantos y muy buenos colaboradores laicos y laicas es por estar en las fronteras. Se encuentran que ahí hay que estar, donde están los jesuitas. Lo que pasa es que las fronteras no son unívocas. Una de las cosas que hemos hecho recientemente en Roma es rehacer el mapamundi. Hacer un mapa de fronteras porque cada continente tiene fronteras distintas. África no tiene las mismas fronteras que Oriente Medio o Europa. Los Provinciales de Europa han decidido que una de esas fronteras es la secularidad, que ciertamente es muy fuerte en Europa, y otra es el encuentro con otras religiones, sobre todo el Islam. La secularidad no ha entrado tan fuerte en África. Tienen el problema de la reconciliación, la guerra, la justicia, la paz, cómo trabajar por la paz, aunque el islam sigue siendo fuerte. En Asia tienen otras fronteras. En USA tienen el problema de la inmigración que es enorme. Cada continente tiene que decidir cuáles son sus fronteras y según eso organizar su apostolado y sus prioridades. Eso es lo que estamos haciendo en Roma, dos mapamundis, uno de fronteras y otro de puntos fuertes, porque cada continente tiene también puntos fuertes. Por ejemplo, USA, educación superior, es el único país donde tenemos 28 universidades. Tienen un saber hacer en la educación superior que no lo tenemos en otros sitios. El tercer mapa que queremos hacer es que nos den cinco o seis nombres de especialistas en esos puntos fuertes, para comunicarlos a toda la Compañía y que se les pueda pedir ayuda, de Asia, de Latinoamérica...  y esto está tardando en venir, porque los Provinciales hacen una lista larga, pero es más difícil una lista corta.
Hace poco firmó el prólogo de la nueva edición de la biografía de Arrupe escrita por Pedro M. Lamet. ¿Debemos seguir mirando hacia Arrupe?
Arrupe ocupó un puesto teológicamente providencial, clave en una transición muy importante en la Compañía. Arrupe nos enseña cómo hacer transiciones, porque de ahora en adelante vamos a tener varias. No solo es el Vaticano II y una nueva mentalidad que tiene que ver con situaciones sociales, etc. Arrupe nos enseñó cómo discernir en un momento difícil, clave, cómo encontrar la profundidad en lo nuevo que está emergiendo y eso nos va a ayudar mucho. Creo que tenemos que seguir mirando a Arrupe.
Lo que me preguntan siempre en todas partes es qué hay de su canonización. Hay que tener paciencia, no tenemos prisa en canonizar jesuitas porque tenemos muchos santos jesuitas y hay que dejar sitio a otros. Pero Arrupe seguirá inspirando, porque vivió en un momento clave y de una manera muy ignaciana, con todos los riesgos que tenía y con los que sufrió mucho.
Dios nos regala mucha santidad en la Compañía. Nos acaban de canonizar a dos compañeros, del siglo XVI, san Pedro Fabro y san José de Anchieta. Pero esa santidad ¿sigue vigente en la Compañía?
Sí, creo que sigue vigente. Una de las cosas que más me anima son las visitas a las Provincias. Viajo por todo el mundo y me encuentro jesuitas de primera. También hay de segunda..., no hay que glorificar todo lo que se ve, pero me encuentro jesuitas muy entregados. Por ejemplo, el padre Frank Van der Lugt, que acaban de matar en Siria. Es un hombre que conscientemente sabía que iba al martirio y cuando tuvo oportunidad e incluso con presión para salir, dijo que se quedaba, que mientras su gente estuviera sufriendo, se quedaba con ellos, y le han matado por eso. Era un testimonio tremendo, y su muerte ha sido un testimonio en todo el mundo, porque toda la prensa internacional lo ha tratado, y muy bien.
Hay dos compañeros más secuestrados en Siria y en Afganistán.
En Afganistán está el padre Prem y en Siria el padre Dall’Oglio, que lo más probable es que haya muerto ya, aunque no sabemos nada.
Padre, ¿le va a dar instrucciones al nuevo Provincial de España de lo que tiene que hacer?
Yo creo que sabe más que yo y no es porque esté presente... Sabe más de todo el proceso, de cómo ha ido la unión y de cómo incluso se ha adelantado porque ya estaba maduro el proceso y lo que queda por hacer. Creo que los próximos tres años van a ser de apuntalar cosas que están a medias o que la experiencia tiene que darnos nuevos datos, pero esto lo sabe él de sobra.
¿Hay procesos similares en otros lugares de la Compañía?
Sí, en noviembre tengo que ir a Brasil, porque son tres Provincias y una región, una región enorme, en la que cabe prácticamente toda Europa Occidental y parte de la Oriental, que es Amazonia y van a formar también una Provincia. Después convocaremos la Congregación General, porque esto afecta a la participación.
El último santo jesuita español canonizado vivió precisamente en Brasil. ¿Qué es la itinerancia para un jesuita?
Anchieta es un santo que nos dice mucho de lo que es la vida jesuítica, que es no estar apegado a nada, vivir respondiendo a distintos retos. Anchieta fue a Brasil enfermo, porque tenía problemas de columna, y montado en una mula fue por toda América, porque llegó hasta Perú, extraordinario. La itinerancia sigue siendo un modo de ser jesuita muy eficaz. No solo las instituciones que son necesarias, que tienen sus problemas, sino la itinerancia misma, que es una forma de ser jesuita, totalmente desapegado, el peregrino eterno, pero al servicio de los demás. Anchieta nos da un ejemplo.
El actual padre General también es itinerante. Nos puede bendecir, Padre, a toda la Compañía española.
Que tenga capacidad de ir en profundidad a las cuestiones. Este mismo lunes vino a saludarme el arzobispo de Canterbury y me dijo que sus relaciones con la Compañía son muy positivas y que admira dos cosas -y esa es mi bendición, que sigamos en esa línea- la capacidad de servir a los pobres, -desde San Pablo es una prioridad que no podemos olvidar- y la capacidad de tratar los problemas con rigor, incluso rigor académico. Poder ir profundo en las cuestiones. No quedarse en la hojarasca, en la opinión periodística, sino estudiar los problemas e ir a fondo para poder ayudar a la Iglesia en profundidad. Mi bendición sería una oración por que eso sea una realidad en España.