jueves, 26 de junio de 2014

LA IGLESIA CATÓLICA CALDEA CELEBRA SÍNODO EN MEDIO DE LA PEOR CRISIS PARA LOS CRISTIANOS EN IRAK.

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Ankawa (Miércoles, 25-06-2014, Gaudium Press) El pasado 24 de junio comenzó en la ciudad e Ankawa, Irak, el Sínodo de la Iglesia Católica Caldea, con un Eucaristía solemne presidida por el Patriarca de Babilonia de los Caldeos, Su Beatitud Louis Raphael I Sako. Según informó la agencia Fides, los prelados de Irak se unieron para pedir a Dios el don de la paz, gravemente afectada por el avance de las tropas de grupos radicales islámicos hacia Bagdad y que amenaza con generar una guerra civil a gran escala en el país.
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Su Beatitud Louis Raphael I Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos. Foto: Iglesia Caldea.
El Sínodo cuenta con la participación del Nuncio Apostólico en Irak y Jordania, Mons. Giorgio Luna, y de los Obispos caldeos provenientes de Irak, Líbano, Siria, Irán, Canadá, Estados Unidos y Australia. Los prelados estarán reunidos hasta el día 28 de junio y tratarán como un tema primordial la supervivencia de las comunidades cristianas en el nuevo entorno de violencia en Irak.
"Obviamente la nueva situación en Iraq implica una cambio de agenda", comentó a la Agencia Fides el P. Albert Hisham, portavoz del Patriarcado de Babilonia de los Caldeos. "Los Obispos evaluarán nuevas emergencias que marcan la condición de la comunidad cristiana y de todo el país". El Sínodo pretendía inicialmente tratar el nombramiento de nuevos Obispos, el fomento de las vocaciones sacerdotales, el papel del laicado y el establecimiento de una liga caldea para apoyar el apostolado de la Iglesia. La reunión tuvo que trasladarse de Bagdad, capital del país y hoy amenazada por los enfrentamientos.
Se calcula que unos tres mil cristianos son los inmediatos damnificados por la avanzada de los grupos extremistas sobre la ciudad de Mosul. Según el Arzobispo caldeo de esa ciudad, Mons. Emil Shimon Nona, las familias tuvieron que abandonar el lugar y buscar refugio en los pueblos de la región de Nínive. Por este motivo, la Iglesia habilitó sus parroquias, escuelas e instituciones para acoger a los refugiados de todo tipo. La Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada comenzó una campaña de atención urgente para estas familias y envió una primera ayuda de 100 mil euros para aliviar la situación de los miles de cristianos que dejaron todo para preservar su vida.
Con información de Agencia Fides y Ayuda a la Iglesia Necesitada.




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