lunes, 25 de febrero de 2013

DR. ESTEBAN RODRÍGUEZ: "NO EXISTE UNA SOLA PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS EXENTA DE EFECTOS ABORTIVOS".

INFOCATOLICA.COM


LOS OBISPOS ALEMANES PARTEN DE ALGO IRREAL


El doctor Esteban Rodríguez Martín, portavoz de la Plataforma de Ginecologos por el Derecho a Vivir, ha publicado un artículo en InfoCatólica en el que asegura que no existe ninguna píldora del día después exenta de efectos que pueden impedir la implantación de un embrión si la fecundación se ha producido.
25/02/13 1:57 AM | Imprimir | Enviar

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(InfoCatólica) En ese sentido, afirma que «el punto de partida de los obispos alemanes de que sería lícito utilizar una píldora del día después si sus efectos no fuesen abortivos sino solo anticonceptivos, no es más que una ilusión, una «creencia» o un «pensamiento» que se mueve un terreno teórico y especulativamente irreal».
Según el doctor Martín, «podemos afirmar desde un punto de vista científico que las conocidas píldoras del día después (levonorgestrel) y de los cinco días ( acetato de ulipristal) no están exentas de efectos que pueden impedir la implantación de un embrión si la fecundación se ha producido, hecho que nunca será posible verificar hasta al menos cuatro semanas más tarde».
Por tanto, añade, «ambas tienen un efecto potencialmente abortivoNingún estudio científico hasta la fecha ha conseguido demostrar con solvencia que los citados fármacos no sean causa de abortos».
«De hecho», explica, «el propio fabricante de Norlevo, una de las dos PDD comercializadas en España, dice en su prospectoque: «Se cree que NorLevo actúa:- Evitando que los ovarios liberen un óvulo.- Evitando que un óvulo fecundado se adhiera a la pared del útero».
Respecto a Bayer, «la multinacional de la industria anticonceptiva, fabricante de la otra PDD comercializada, se expresa en su prospecto en términos equivalentes».
El ginecólogo advierte que «cuando se utilice un fármaco los días siguientes a un coito o durante todo el ciclo menstrual de una mujer (la clásica píldora) nunca podremos estar seguros de que no se haya producido la concepción o fecundación. Puesto que técnicamente resulta imposible, hoy por hoy, verificar que se haya producido la concepción hasta tres semanas después de la implantación del concebido».
El portavoz de los Ginecólogos por el Derecho a Vivir concluye que «apelando a la libertad de decisión individual toda persona, ya sea la mujer, el farmacéutico, el agente comercial, o el propio médico, tienen el derecho y el deber (más aun si son católicos) de no prestar su cooperación a los atentados contra la vida subsiguientes a la promoción de este tipo de productos de consumo».

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