Cómo preveíamos no pudimos acudir a la Eucaristía de despedida del Padre Salvador Rivera Sánchez como Párroco de la Iglesia del Santo Cristo de San Fernando tras su traslado para dirigir la Parroquia de San José de Cádiz. Motivos de salud de la madre de Hetepheres, Conchi, hicieron imposible que nos pudiéramos desplazar tan temprano a San Fernado. Según me informaron todo estuvo muy solemne, digno y bastante emotivo, lo normal que sucede en una despedida de tal categoría.
Llegamos poco antes de que dieran las diez de la noche al restaurante "Yeyo" situado en el Polígono Industrial de Fadricas en San Fernando. Al igual que nosotros muchos coches y personas se dirigían a la entrada del centro hostelero donde se estaba sirviendo una copa que servía para abrir boca para la cena que estaba a punto de comenzar.
Entre los asistentes muchas caras conocidas, casi todas de la Comunidad Parroquial del Santo Cristo, este evento tomaba un carácter íntimo y privado ya que entre los comensales no había ningún medio de comunicación ni ningún representante político. Aunque creo, permitidme la licencia, que se podía haber hecho extensiva esta cena-homenaje de despedida a los miembros de la Corporación Municipal así como a los MM.CC. locales porque el homenajeado había tenido mucha relación con ellos a razón de su cargo de Arcipreste de la Ciudad en los últimos años.
Pude ver entre las personas que, poco a poco, se iban congregando en el patio de entrada del citado restaurante al Presidente y Vicepresidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradía, Manolo Rivera Barrera y Juan Ramón Prieto Massoni respectivamente, el Hermano Mayor y algunos miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad de Afligidos, Hermano Mayor y miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad de Vera-Cruz, Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío, Hermano Mayor de la Hermandad del Nazareno, muchos cofrades, colaboradores y amigos del Padre Salvador Rivera así como el Párroco de la Iglesia de San José Artesano, Secretario del Arciprestazgo de San Fernando y Canónigo de la Catedra, Padre D. Rafael Vez Palomino y el Vicario del Santo Cristo, Padre D. Antonio.
Momento de expectación y emoción contenida por la gran mayoría de los asistente a esta cena cuando apareció el homenajeado junto a su madre, Doña Paca, acompañado de su hermano y cuñada. El, hasta ahora, Vicepresidente del Consejo de Pastoral; D. Manuel Lora hizo entrega de un precioso ramo de flores a Doña Paca que lo recogió acongojada.
El Padre Salvador fue saludando uno por uno a los asistentes a la cena y cuando llegó a mi le di un sentido abrazo y le deseé todo lo mejor en su nueva Misión en Cádiz así que le dije que me alegraba por él porque, como buen gaditano que es, sé que ama a la Tacita de Plata y puede ser muy feliz en la Comunidad Parroquial de San José donde el Padre Óscar deja un Parroquia viva y llena de actividad evangelizadora. La trayectoria del nuevo Párroco de San Antonio podemos calificarla de verdaderamente ejemplar.
Una vez situados en nuestra mesa, que coincidimos con nuestros queridos amigos, Pepe Macías y su mujer Cari así como hermanos del Rocío que hizo que se entrelazaran entre todos nosotros verdaderos sentimientos fraternales y de regocijo. Fue una de las cenas que recordaré toda la vida por los acompañantes de la mesa que nos tocó en suerte.
Terminados de degustar los platos que nos ofrecieron, antes de los postres, tomó la palabra D. Manuel Lora para hacer un breve panegírico del Padre Salvador al cual dedicó sentidas y nobles palabras salidas del corazón ha marcado su vida, la de su familia y la de todos los que componen la Comunidad Parroquial del Santo Cristo. Terminadas las emocionantes palabras que le ofreció fue obsequiado con un precioso cuadro que le entregó un antiguo y querido amigo del Padre Salvador. Puedo suponer, sin temor a equivocarme, que al nuevo Párroco de San José le emocionó, en su verdadera dimensión, que fuera precisamente D. Manuel Muñoz Jordán el que le hiciera entrega del regalo porque él conoce de la valía del ex-Presidente del Consejo y Pregonero de la Semana Santa de este año 2012. Antes de este obsequio se le regaló un precioso broche a doña Paca, madre del Cura agasajado en la noche de ayer viernes 24 de agosto.
Después José Antonio, un destacado miembro de la Comunidad Parroquial, le hizo entrega de otro detalle, una cruz de San Francisco, que encandiló y emocionó, aún más, al Padre Salvador. Posteriormente le tocó el turno de palabra al Hermano Mayor de la Hermandad de los Afligidos. D. Benito Rodríguez-Pastoriza, el cual rememoró sus experiencias así como mostró el eterno agradecimiento de la Hermandad que representa porque el Padre Salvador fue quien normalizó la situación de la Cofradía en la Parroquia del Santo Cristo después de haber vivido en la penumbra durante los años que la Parroquia estuvo dirigida por el Padre Juan Piña, de triste recuerdo para todos los hermanos de Afligidos.
Siguieron turnándose las intervenciones tocándole a D. Rafael Valverde que representaba a la Hermandad de Vera-Cruz, el cual dirigió sentidas palabras de agradecimiento al homenajeado y le obsequió con un bello relicario. El Presidente del Consejo también redundó en los méritos del Padre Salvador en un sincero discurso. Una imagen de la Virgen del Carmen fue el regalo que tributaron al Cura que se despedía de sus feligreses y de San Fernando. Después le tocó el turno al Hermano Mayor del Rocío que pronunció un sentido y emocinante panegírico de un Sacerdote que siempre será recordado en su Hermandad y, en nombre de la misma, le hicieron entrega de un marco con el Sinpecado del Rocío isleño.
Pero la intervención de la noche estaba por llegar, sin estar anunciado tomó la palabra Manolín, el Sacristán del Santo Cristo, que improvisó un emotivo discurso lleno de genialidad y de recuerdos vividos junto al Padre Salvador Rivera y su señora madre.
Una vez tomado el postre dirigió el brindis el Vicario de la Parroquia del Santo Cristo que estuvo, en todo momento, muy ocurrente.
Y con esto terminó una cena-homenaje al un Sacerdote que ha desempañado durante ocho años su labor en el Cristo, antes lo había hecho seis en la Parroquia del isleño barrio de la Bazán, así se ponía final a catorce años de presencia en la sociedad isleña de un Cura que ha cumplido con la misión encomendada y que pone rumbo a Cádiz para seguir llevando el Reinado de Dios a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Cuando me iba me despedí del Padre Salvador con un abrazo cuando éste acompañaba la mesa donde estaba representado el pasado, presente y futuro de la Hermandad de los Afligidos. Manolo Muñoz Jordán y su esposa Melu, Juan Carlos Muñoz y Patricia, Manolo Muñoz Rivero y Rosa, Antonio Villena y Oliva así como José Antonio Rodríguez y su esposa. De todos es sabido del cariño, recíproco, que existe entre la Familia Muñoz-Rivero y el Padre D. Salvador Rivera Sánchez.
Cuando salía por la puerta no pude de dejar de mirar a su interior y allí vi caras emocionadas, tristes que intentaban que la sonrisa no se perdiera ni un momento; Pepe Macias, Juan Martín Pacheco, Rafael Valverde, Benito Rodríguez-Pastoriza, Luis Zaragoza, Manolo Muñoz Jordán, sus hijos y nueras, Antonio Villena, Manolo Lora así como la inmensa mayoría de los miembros de la Comunidad Parroquial del Santo Cristo. Todos reflejaban en sus rostros la sensación de melancolía y extrañeza por despedir al Cura con el que han convivido tantos años.
Querido Padre Salvador: Ahora te vas a iniciar un nuevo camino en tu Parroquia de toda la vida. ¡Las cosas que hace Dios! ¿Quién te iba a decir que ibas a tener el honor de regir los designios de esa Comunidad Parroquial que tan unida está a tu existencia? Te deseo todo lo mejor, que Dios te guíe y te guarde así como elevo una oración al Cielo para que el Jesús y Su Bendita Madre sean los que te indiquen en todo momento que paso dar para llevar a todos tus nuevos feligreses por el camino que lleva directamente al Cielo.
Quiero hacer llegar un abrazo cordial al Padre Salvador, su Madre, toda su familia así como a toda la Comunidad Parroquial del Santo Cristo y tantos amigos que ayer se congregaron para darle sentido homenaje en la Eucaristía y en la cena.
Querido Padre Salvador: ¡HASTA SIEMPRE!
GALERÍA FOTOGRÁFICA DE LA CENA-HOMENAJE AL PADRE SALVADOR RIVERA.
Me gustan estas palabras, incluso de alguien que ha tenido que sufrir en los últimos tiempos el desprecio del citado párroco. ¿Y la presencia del Arcipreste en la exaltación de la Eucaristía?
ResponderEliminaryo estuve en esa cena y me sorprendió muchas cosas, abrazos que no eran tales, palabras que meses antes decían otra cosa y sobre todo me dio pena que el padre Salvador no fuera el que brindara sino el vicario del Cristo. Pero bueno me imagino que ese es el ser humano.
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