Las células islámicas se esparcen por Damasco y no pierden oportunidad para infundir el terror entre ciudadanos sirios, refugiados iraquíes y cristianos de diversas ramas. Estos últimos mostraron sus condolencias e hicieron pública su "consternación" por el "ataque a civiles indefensos", según informa la agencia Fides.
La brigada paramilitar "Liwa al-Islam" asesinó en la mañana de ayer a una familia cristiana en la localidad de Bab Tuma. Los militares rebeldes hicieron a Nabil Zoreb, a su mujer Violeta y a sus hijos Jaime y jorge abandonar el coche en el que se hallaban para, finalmente, darles muerte en aquel mismo lugar.
Según revela "Catholic News Agency" (CNA), muchos cristianos de las localidades de Jaraman y Qassaa han tenido que abandonar sus casas y refugiarse en "colegios, iglesias, mezquitas y edificios públicos". Cáritas de Siria, el Patriarcado Ortodoxo Griego, el Consejo de Iglesias de Oriente Medio y la Comunidad de San Egidio son los principales proveedores de ayuda
En el sureste de Damasco, integrantes de la hermandad "Jehad al Nosra" asaltaron las viviendas de refugiados iraquíes. Saquearon sus casas, les obligaron a abandonarlas y les prendieron fuego."Cuadrillas de integristas islámicos nos persiguieron y atacaron", dijeron algunos de los refugiados.
La asociación pacifista Mussalaha-cuyo nombre significa "reconciliación"-llama a a dejar las armas tanto al Gobierno como a los insurrectos
Un nueve por ciento de la población siria es cristiana y hasta el momento, la revolución se ha cobrado la vida de más de 14.000 personas, entre ellos varios fieles cristianos y sacerdotes
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