La paquistaní cristiana de once años se enfrenta a la pena de muerte por «blasfemia». La acusación advierte de que si no es condenada, los islamistas se vengarán
«No hay esperanza para Rimsha». Ese es el sentimiento mayoritario entre la comunidad cristiana en Pakistán, y ha crecido aún más desde ayer, cuando el Tribunal de Islamabad decretó que la menor debe permanecer catorce días más en una prisión común bajo condena de pena de muerte.
Rimsha, de once años y con deficiencia mental, fue encarcelada el pasado 14 de agosto por «blasfemia». Su delito fue quemar unas hojas de un libro utilizado para el estudio del Corán. Desde ese día, Rimsha está en la cárcel y la familia de la menor permanece escondida por miedo a represalias. El 27 de agosto fue examinada por varios médicos en la cárcel de adultos en la que se encuentra. Éstos realizaron un informe en el que se constataba que la menor «tiene 14 años y sufre un retraso mental». Según el director de la Liga Interconfesional de Pakistán, Sajid Ishaq, el dictamen médico fue remitido al Tribunal de Islamabad para que «fuese validado por expertos judiciales».
En la vista celebrada ayer, la acusación declaró que «no reconoce ese informe médico» porque no fue realizado por el Tribunal, y por tanto, no puede ser utilizado como prueba para liberar a la niña. Además, con el fin de retener a Rimsha en la cárcel, la acusación señaló que el Gobierno está «favoreciendo» a la menor «debido a la presión internacional». Tras esto, el tribunal decidió que la niña debía permanecer 14 días más en prisión. El abogado de Rimsha apela a la legalidad del informe médico y ha decidido recurrir la sentencia del tribunal y solicitar que la menor sea liberada este mismo fin de semana. Miguel Ángel Ruiz, misionero salesiano en Pakistán, aseguró a LA RAZÓN que «la presión internacional es la única baza con la que juega Rimsha», ya que es la única manera para que el Gobierno interceda. Rimsha se ha convertido en un símbolo para cristianos y musulmanes. Para unos, representa la opresión en la que viven, y para otros, un símbolo de odio hacia las minorías, en este caso, los cristianos. Este misionero de Lahore asegura que «Rimsha no puede pasar más de 24 horas en la calle porque los musulmanes se vengarán» y moriría linchada. La misma advertencia que realizó ayer la acusación paquistaní, que advirtió de que si el Gobierno la libera, «los islamistas se tomarán la justicia por su mano». La solución podría pasar por la intervención de alguna potencia internacional que acepte acoger a la niña en su embajada en Pakistán y negocie con las autoridades locales la salida de niña y de su familia del país. El caso de Rimsha ha vuelto a poner de manifiesto la intolerancia religiosa en Pakistán.
LA POLÉMICA LEY DE LA «BLASFEMIA»
SIN PRUEBASRimsha está acusada de quemar unas hojas de un libro sagrado. Con esta ley, no son necesarias pruebas, con los testigos es suficiente para ser encerrado. Rimsha, en la imagen inferior.
USADA POR VENGANZA
Es la ley más utilizada por los musulmanes con el fin de rendir cuentas personales entre los ciudadanos más que por hacer valer su contenido. Si un cristiano es acusado, no existe ningún tipo de ley que lo ampare, por eso muchos utilizan esta ley para manifestar su odio hacia esta religión.
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