¡Bien hallados! ¡Ya estamos de nuevo en casa, de nuevo en nuestro particular día a día! Se acabaron los días de recuperación, de sosiego, de tranquilidad.
Hemos vuelto y en casa nos esperaban con los brazos abiertos aunque parte de nuestro corazón se ha quedado en Villaluega del Rosario.
Aquí estoy, echado un poco en la cama porque me encuentro algo trastornado del viaje y con algunas molestias de mi enfermedad que, todavía, persisten.
Esta tarde quiero escribir dos artículos dedicados a nuestras vivencias en este bello pueblo de la Provincia de Cádiz, de sus gentes y de sus cosas.
Quiero agradeceros, muy sinceramente, vuestra fidelidad a "Sed valientes" porque aunque no se ha actualizado hasta estos momentos habéis seguido entrando en él.
Un fuerte abrazo y, como siempre, estoy a vuestra entera disposición.
Jesús Rodríguez Arias
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