Acompañar un Habano, los mejores puros del mundo y vinos nacionales es la última tendencia que crece en Argentina, entre los que conocen de ambos placeres. Ambos productos se distinguen por la calidad de su “terroir” que les da un sabor único y demandado.
Hasta hace poco, la combinación Tabaco-Vino, era poco aceptada, sin embargo la variedad de vinos argentinos y la calidad creciente de otras bebidas que se producen en el país, como la grapa y espumantes, van cambiando los hábitos de consumo.
Ocho de los mejores sommeliers de Argentina que participan del primer curso de la Academia Habanos, que se realiza en Buenos Aires, aprueban novedosas combinaciones en catas, muchas de ellas a ciegas, que se incorporarán a las nuevas propuestas.
Para Silvia Hernández, gerente comercial de Puro Tabaco, quien dirige el curso de la Academia Habano, cada puro cubano, es una obra maestra única, elaborada completamente a mano, que lleva en sí, al igual que el vino argentino, las tradiciones y experiencias acumuladas en más de cinco siglos de historia.
Natural, al utilizarse solo hojas de tabaco en su composición la Denominación de Origen Controlado solo permite llamar Habanos a los puros fabricados en Cuba, considerados los mejores del mundo. Existen 27 marcas de Habanos y se requieren cuatro de los cinco sentidos a la hora de elegir uno.
Natalia Escudero, sommelier del porteño y elegante, Hotel Hytt-Palacio Duhau, uno de los pocos hoteles 5 estrellas, con espacio habilitado para fumadores, y una de las mejores especialista del país en coctelería, reconoce el singular impacto a la hora de combinar, no solo en una sobremesa, habano y vino, habano y grapa argentina.
A la par de esta nueva tendencia, el consumo responsable de ambos productos, en públicos diferentes, marcan el nuevo escenario: Consumir menos pero mejor.
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