Cuando el PP estaba en la oposición durante el Gobierno socialista de Zapatero ejerció una crítica feroz a la Alianza de las Civilizaciones. Ahora, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aprovecharán esta criticada iniciativa durante su asistencia esta semana a la Asamblea General de la ONU para promover la candidatura de España a uno de los puestos no permanentes en el Consejo de Seguridad para el bienio 2015-2016.
Según fuentes diplomáticas consultadas por EP, la entrada de España en el Consejo de Seguridad de la ONU será uno de los temas que abordará Rajoy en su intervención ante la Asamblea General. De hecho, defenderá el compromiso de su Ejecutivo con el multilateralismo, la paz y la seguridad. La elección para el puesto no permanente se realizará en 2014 y España tiene como rivales a Turquía y Nueva Zelanda. Las mismas fuentes son conscientes de que harán “una campaña modesta en términos económicos, pero ambiciosa en términos políticos”. Rajoy llegará hoy a Nueva York para asistir a la recepción que el presidente Barack Obama ofrecerá a los jefes de Estado y de Gobierno que participan en la Asamblea General de la ONU.
Uno de los puntos clave de estas reuniones versará sobre el Sahel, al que se da “la máxima importancia”. Se espera que se perfile la que será la futura estrategia de la ONU para esta región de vital importancia para la seguridad en África pero también en Europa. En este punto no se hablará sólo de seguridad sino también de gobernanza, desarrollo, lucha contra la corrupción y ayuda humanitaria. La estrategia diplomática contará con las conversaciones bilaterales que entablará García-Margallo con aquellos países que pueden ser clave para lograr el escaño en el Consejo de Seguridad.
De hecho, el ministro de Exteriores ya advirtió del riesgo que supone para la seguridad del norte del continente negro y por extensión de Europa la inestabilidad reinante en estos momentos en una parte de Mali. El ministro desarrollará durante la semana una intensa actividad diplomática con sus colegas de Irán, Brasil, Túnez o Rusia, entre otros. Dentro de esta, destaca especialmente el desayuno con el ministro marroquí, en el que se planteará una nueva iniciativa conjunta para la mediación en el Mediterráneo.
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