Jesús de la Salud partió de la Catedral en la tarde-noche de ayer por el centenario de su refundación ante la mirada de cientos de cofrades ávidos de procesiones
MANUEL GALVÍN SERRANO / CÁDIZ | ACTUALIZADO 02.09.2012 - 06:58
El Doce quedará en la memoria por algún que otro acto excepcional en la vida rutinaria de la capital gaditana. Aunque sin duda entre todas las memorias, las de los cofrades tendrán un mayor recuerdo si cabe de este 2012.
Cigarreras se encargó en el día de ayer de recuperar el incienso por las calles, y como no, el calor de los fieles no brilló por su ausencia pese a que en otras ocasiones pudo observarse mayor cantidad de público. Con una puntualidad digna de mencionar, la cruz de guía de la hermandad salía por el dintel de la puerta de Arquitecto Acero ya que esta vez no estaba habilitada la rampa que suele colocarse en la Semana Mayor. Tras la cruz de guía, el banderín conmemorativo del centenario que se contemplaba en la calle por primera vez.
Como punto negativo, algunas furgonetas de tamaño considerable impedían la visibilidad idónea del cortejo desde ciertos ángulos. No obstante, el hecho de que no hubiera aglomeraciones de personas provocaba que este obstáculo pudiera sortearse.
La comitiva previa al paso de misterio estaba compuesta por hermanos de la cofradía principalmente. La Junta de Gobierno junto al párroco dominico, Pascual Saturio, precedían al cuerpo de acólitos.
Los candelabros dorados del imponente misterio asomaban entre la oscuridad del interior de la seo gaditana. El paso iniciaba una última revirá para ponerse de frente a la puerta que le llevaría al reencuentro con los gaditanos en un día tan emotivo para los hermanos cigarreros.
La maniobra de salida a priori se barruntaba fácil, nada comparable con las puertas ajustadas de algunos templos gaditanos, aún así la nueva cuadrilla de Juan Antonio Moreno Gallardo precisó de un importante esfuerzo.
Tras esto el señor de la Salud quedaba nuevamente a merced de la brisa que recorre Cádiz a los sones del Himno Nacional. Uno de los mejores misterios que posee la ciudad en su nómina de pasos procesionales regresaba con su habitual majestuosidad.
La primera levantá antecedía al pequeño escalón que esta vez era visible al no estar la pequeña rampa de Arquitecto Acero. En el transcurso del Cristo de la Salud por esta zona pudo evitarse algún cambio brusco en el momento de sortear el leve desnivel del suelo.
Con un andar clásico iniciaba el camino de vuelta a Santo Domingo Jesús de la Salud acompañado por la agrupación musical Sagrada Cena, quien interpretó en primer lugar 'Ángeles de Santa María'. La llegada al túnel de Compañía supuso el momento de tensión, por ello el misterio paró justo antes de entrar para que le fueran colocadas las ruedas y así adentrarse en la estrechez de la vía con menores dificultades. La recogida estaba prevista en torno a las una de la madrugada para finiquitar un día histórico.
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