miércoles, 23 de mayo de 2012

CARLOS ABELLA PRESENTA SU ÚLTIMO LIBRO EN LA FUNDACIÓN INTERECONOMÍA.


  •  
    Cultura | La Gaceta
    Alfredo Dagnino, Miguel Ángel Ochoa, Carlos Amigo y Carlos Abella
    CARLOS ABELLA Y RAMALLO

    'Este libro nos ayudará a reflexionar sobre el pasado común de Europa'

    23 MAY 2012 | REDACCIÓN
    En la sede de la Fundación Intereconomía de Madrid, el diplomático Carlos Abella y Ramallo ha presentado su último libro "Confesiones del Palacio (Si las paredes hablaran)".
  • En la sede de la Fundación Intereconomía de Madrid, el diplomáticoCarlos Abella y Ramallo ha presentado ayer su último libro"Confesiones del Palacio (Si las paredes hablaran)" (Editorial Ciudadela), acompañado por el Presidente de la Fundación Intereconomía, Alfredo Dagnino, el cardenal franciscano Carlos Amigo y el diplomático y académico de la RAE, Miguel Ángel Ochoa Brun.
    Frente a una sala abarrotada, Abella y Ramallo explicó que su obra "Confesiones del Palacio (Si las paredes hablaran)" se centra en el Palacio de España en Roma, famoso bastión de las relaciones de España con la Santa Sede, donde el autor relata sus recuerdos durante los casi ocho años que vivió ahí como embajador de España en la Santa Sede. “Este libro deja patente la importancia del cristianismo en las raíces europeas”, explica el autor que no ha dudado en afirmar que muchos clasificarán su obra de “anacrónica”. “Sin embargo, -continuó el autor-, Churchill decía que los pueblos que ignoran su historia no tienen futuro. Por ello pienso que es importante leer este libro en los tiempos que corren, porque puede ayudar a reflexionar sobre el pasado común de Europa y avanzar en nuestro futuro”, explicó Abella. Así, este libro evoca numerosos recuerdos y , sobre todo, la importancia del Papado en la construcción de Europa y en particular de España. Por esos recuerdos pasan papas, reyes, cardenales, ministros y embajadores que contribuyeron hacer grande su historia y a convertirlo en el Palacio de la Embajada más antigua del mundo. Su memoria palaciega ensalza a aquellos que supieron cuidarlo y utilizarlo en su importante misión y critica, y a veces vapulea a aquellos otros ignorantes, ineptos, desavisados o perezosos que pasaron por su Palacio dejando mal recuerdo y mermando la gloria y el nombre de España.
    Durante la presentación, el presidente de la Fundación Intereconomía destacó el enorme compromiso “de Carlos con su biografía y, sobre todo, con su trabajo”. Por su parte, el académico Ochoa Brun, compañero de carrera y amigo del autor, señaló que “adentrarse en este libro, es adentrarse en Roma, que es la plaza del mundo, donde todo cuenta, lo pequeño se convierte en grandioso y lo efímero en eterno”. Y el cardenal Amigo señaló que “este es un libro de muchas confesiones. Las paredes necesitan un portavoz a quién confiar las anécdotas a alguien que presente credenciales de objetividad y neutralidad. Las paredes del palacio de España en Roma han elegido a Carlos para ser su portavoz”.
    El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, amigo de Abella y Ramallo, no pudo asistir a la presentación debido a la votación en el Congreso. En su lugar, asistió su mujer y Alfredo Dagnino leyó en su nombre unas palabras de clausura en las que Fernández Díaz hizo especial hincapié en la importante labor diplomática que ejerce la Iglesia y recordó el papel de Juan Pablo II en el Caída del muro de Berlín así como las últimas visitas de Benedicto XVI a Cuba.
    El autor
    Carlos Abella y Ramallo (La Coruña, 1934) ha desempeñado varios y diversos puestos diplomáticos durante cuarenta años ininterrumpidos de servicio a España, desarrollados en cuatro continentes, incluyendo la embajada de España ante la Santa Sede.

    En los siete años y medio de su embajada ante Juan Pablo II, en el Palacio de España recibió a innumerables personalidades pontificias e internacionales que acudían a las numerosas beatificaciones y canonizaciones, las muchas conferencias y memorables recepciones y conciertos, convirtiéndose de nuevo el Palacio de España en Roma en un gran salón de nuestra cultura en Italia, por lo que al jubilarse recibió la Cruz de Gran Oficial al Mérito de la República Italiana y Juan Pablo II le nombró Gentilhombre de S.S., por lo que, ya jubilado, sigue muy vinculado a la Santa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario