El lehendakari, que no cree que el Estado deba apretarse el cinturón en 10.000 millones para evitar derroches sanitarios y educativos, huye de esa drástica austeridad en el manejo de sus cuentas regionales. Prueba de ello es el contrato que está a punto de adjudicar sobre “servicios de agencia de viajes” para el programa “Juventud vasca cooperante”.
El montante asciende a 131.355,93 euros y está previsto que su plazo de ejecución concluya a finales del próximo octubre. Las prisas por que los jóvenes puedan irse a sus respectivos destinos en los meses de verano explica que el modelo de tramitación al que ha tenido que recurrir el Gobierno Vasco sea el de urgencia.
Según el pliego de condiciones técnicas al que ha tenido acceso este periódico, uno de los objetivos del citado programa es “fomentar el valor de la solidaridad entre los jóvenes vascos, teniendo en cuenta las acciones de cooperación al desarrollo en los países del Tercer Mundo que, durante los últimos años, se están impulsando” desde el Ejecutivo socialista. Asimismo, el documento señala que tal actuación se enmarca dentro de las competencias de la Dirección de Juventud de la Consejería de Cultura, órgano que tiene asignadas entre sus funciones “el desarrollo del voluntariado y el asociacionismo”. En pleno debate sobre las duplicidades administrativas, la ejecución de este programa no es ya cuestionable desde este punto de vista, sino que además atañe a un ámbito de actividades que, en realidad, suelen corresponder a las organizaciones no gubernamentales.
Sin embargo, a la vista de los hechos, el lehendakari quiere disfrazar al Gobierno Vasco de ONG con tal de ganarse el favor de los jóvenes que resulten seleccionados. En total, los viajes que se van a realizar son 100, según precisa el pliego, y los países de destino suman 17, repartidos por tres continentes. Además de viajar a Argentina y Bolivia, los cooperantes también se desplazarán a las repúblicas bolivarianas de Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela. Otros lugares exóticos donde aterrizará dicha expedición son Gonaïves-Artibonite, en Haití; Sahamagar, Bizrail y Mumbay, en India; Thika y Emuhaya, en Kenia; Wenou, en Benín; Matiatele, en Sudáfrica; o Kogo, en Guinea Ecuatorial. El sitio al que más viajes previstos se llevarán a cabo, nueve en total, será Colique, en el distrito peruano de Comas; seguido de Quito (Ecuador) con ocho.
El Gobierno Vasco, con el dinero de todos los contribuyentes de esta región, pone las máximas facilidades a los cooperantes seleccionados para que puedan experimentar su turismo solidario. De este modo, la empresa adjudicataria deberá proporcionar “billetaje aéreo, marítimo o terrestre, de ida y vuelta hasta la puesta en contacto con la ONG de desarrollo en el país de destino, aplicando siempre la mejor tarifa”. Además, el Ejecutivo de López fija que “en aquellos casos que sea necesario”, la firma tendrá que “realizar las reservas de alojamiento que se requieran”. También apunta el pliego que se fletarán autobuses desde el País Vasco a Madrid para los vuelos que salgan desde el aeropuerto de Barajas, completándose el viaje de regreso en las mismas condiciones. Mientras tanto, muchas familias vascas no podrán irse este verano de vacaciones.
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