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  ENTREVISTA A INTERECONOMIA

  'Habría que esperar 20 años para afirmar que la adopción de homosexuales no afecta al niño'

  27 MAY 2012 | ROSA CUERVAS-MONS

  Así se expresa la directora del Centro de la Familia de la Universidad Católica de Chile, Carmen Domínguez.

• "No es posible saber ahora cómo afecta a los niños la vida con una pareja homosexual, puesto que hace muy poco que los niños son adoptados por ellas. Habrá que esperar quince años, veinte años para estudiar qué ha generado y qué ha producido". Con esta rotundidad se ha manifestado la abogada y directora del Centro de la Familia de la Universidad Católica de Chile, Carmen Domínguez, en una entrevista con Intereconomía dentro del VI Congreso Mundial de las Familias, que se celebra este fin de semana en Madrid y en el que Domínguez ha presentado la ponencia'Efectos de la experimentación social. La adopción por parejas homosexuales'.
  Domínguez ha añadido, además, que los estudios que manejan los defensores de esta práctica "contienen graves errores de forma, se han realizado por grupos o asociaciones que parten de un punto de vista favorable a la adopción homosexual" -quedando, por tanto, contaminados de inicio- "y además se preguntan si esta adopción afecta o no al niño, pero no se preguntan si le permite desarrollarse en plenitud y alcanzar eso que está llamado a ser".
  "Ante la pregunta de qué es lo mejor para un niño, que es la que rige este tipo de decisiones, las evidencias sobre conformación de la personalidad demuestran que lo mejor para el niño es un referente masculino y otro femenino y, de hecho, en las uniones homosexuales al final los miembros de la pareja asumen esos roles, uno el masculino y otro el femenino".
  ¿Y qué pasa, entonces, con los niños que crecen sin una madre o sin un padre, por fallecimiento o abandono? "Por supuesto hay personas que solo han tenido un referente, pero nosotros nos hacemos la pregunta de qué es lo ideal, qué es lo mejor para el niño", responde la abogada, que rechaza también otro de los argumentos más utilizados por los defensores de la adoción homosexual, aquel que esgrime que un niño está mucho mejor con una pareja homosexual que en un orfanato de La India o de China.
  "Son argumentos falaces que no reconocen la realidad nacional, y por tanto la que depende de la legislación nacional, de los países en los que viven. En España y en la mayoría de Latinoamérica no hay un montón de niños esperando encontrar un padre, sino un montón de parejas esperando adoptar un niño y, en ese contexto, hay que preguntarse qué es lo mejor para el niño y lo mejor para el niño es una familia, un padre y una madre".
  Sin embargo, la directora del Centro para la Familia explica que en su Chile natal hay una aceptación social en este sentido -lo lógico es que los niños vivan con parejas casadas y heterosexuales- y el pasado mes de febrero la Corte Interamericana emitió una sentencia que revela la deriva ideológica -similar a la europea- que comienza a observarse. El caso estudiaba la entrega de la tutela de tres niñas a su padre, después de que éste hubiera denunciado que, tres meses después de la ruptura matrimonial, la madre de las niñas -y entonces poseedora de la tutela- había iniciado una convivencia lésbica que generaba en las niñas problemas de identidad y aislamiento y discriminación por parte de su entorno habitual. La Justicia chilena concedió la tutela al padre y la Corte Interamericana aseguró después que se habían violando los derechos de la madre, al frustrar su proyecto vital y animó a los Estados a legislar manejando un "concepto amplio de familia".