domingo, 27 de mayo de 2012

RAJOY DISEÑA UNA ESTRATEGIA CON TRES NIVELES DE PRESIÓN EN LA CRISIS DEL PEÑÓN.

Política | La Gaceta


  • GUARDIA CIVIL Y EL CONTROL DE LA VALLA, CLAVES

    Rajoy diseña una estrategia con tres niveles de presión en la crisis del Peñón

    27 MAY 2012 | LUIS RIVAS
    El Gobierno emplea a las Administraciones locales como interlocutoras de Gibraltar, mientras Margallo logra su objetivo de ser llamado a Londres gracias a la presión de la Benemérita.
  • Gran Bretaña ha cedido en su determinación de mantener la cuestión de Gibraltar vetada en sus conversaciones con España. La convocatoria de José Manuel García-Margallo a Londres el próximo martes para dilucidar un acuerdo que solucione la crisis de los pesqueros rubrica el éxito de la estrategia de tres niveles de presión alumbrada en La Moncloa. Desde que el Gobierno colonial de Fabián Picardo decidió conculcar unilateralmente los acuerdos de 1999 el objetivo de la Administración Rajoy ha sido, aparte de recuperar el sustento de los pescadores gaditanos, aprovechar el impulso para introducir la cuestión colonial en el diálogo con Reino Unido.
    En el camino que desemboca en la reunión bilateral de Londres el Ministerio de Asuntos Exteriores se propuso desde un primer momento “no intervenir bajo ningún concepto hasta que lo haga Reino Unido”. Desde el Palacio de Santa Cruz se insiste en que “este departamento no considera a Gibraltar un interlocutor válido, y no lo va a legitimar con respuestas o avisos a sus autoridades”. La premisa se ha cumplido con escrúpulo hasta que, con la entrevista concertada, el titular de Exteriores manifestó ayer la necesidad de “garantizar a los pescadores españoles el derecho a faenar donde lo han hecho toda la vida”.
    Margallo, asimismo, instó a lograr “un compromiso entre el Gobierno de Gibraltar y los pescadores españoles”, perseverando en su estrategia de no reconocimiento al Peñón, porque “no es un acuerdo que corresponda a los dos Gobiernos, sino un conflicto pesquero que deben suscribir el Gobierno de Gibraltar y los pescadores de los dos puertos, el de La Línea y el de Algeciras”. Mariano Rajoy ha confiado a José Ignacio Landaluce la interlocución con las autoridades de la colonia, al ser el alcalde de Algeciras y diputado del PP el delegado ideal de la voz de España en el diálogo con Picardo.
    Para las autoridades españolas, en cambio, no ha resultado tan sencillo articular su mensaje a través del Ayuntamiento de la Línea de la Concepción, regido por la socialista Gemma Araujo, quien se ha mostrado proclive a situarse del lado gibraltareño. Incluso, el pasado viernes acusó a España en general y a Algeciras en particular de “provocaciones teledirigidas” a la colonia, abriendo una vía argumental que Picardo no ha dudado en explotar.
    El respaldo del PSOE local a los socialistas de Gibraltar, no obstante, llegaba tarde, con Margallo prácticamente volando a Londres. En la presión a Gran Bretaña y en la corrección de la deslealtad del PSOE ha sido fundamental, como tercer nivel vertebrador, el desempeño del Ministerio del Interior y de la Guardia Civil, tanto en la escolta a los pescadores en la bahía como en los exhaustivos controles fronterizos que colapsan cada día el tráfico en el Peñón. Esta labor es definida a diario por los trabajadores de la zona de “sobresaliente” y provoca la histeria en la colonia, donde Picardo ha tildado a la Benemérita, en un pataleo que confirma la eficacia de las medidas, de “fuerzas paramilitares armadas”.  

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