Fallece calcinado un ciudadano británico de 78 años en Ojén. El fuego se reaviva tras quemar mil hectáreas y se cifra en 7.000 personas las afectadas
MARBELLA (MÁLAGA)- El incendio que se inició el pasado jueves mantiene en jaque a la provincia de Málaga y ya se ha cobrado una víctima: un ciudadano británico de 78 años que estaba en una casa de aperos, en el término municipal de Ojén, que había sido desalojada. El fuego ha devastado hasta el momento más de un millar de hectáreas y está provocando daños personales.
Además del británico, un matrimonio ha resultado herido de gravedad. El hombre fue trasladado a la unidad de grandes quemados del hospital Virgen del Rocío de Sevilla con pronóstico grave, ya que tenía quemaduras de segundo y tercer grado en el sesenta por ciento de su cuerpo. Su esposa –ingresada en el hospital Carlos Haya de Málaga– también tiene el 60 por ciento de su cuerpo quemado. Además, una madre de unos cuarenta años de edad y sus hijos de once y tres, respectivamente, recibieron atención sanitaria por diversas contusiones en el hospital Costa del Sol de Marbella, en el que también fueron asistidos tres enfermos crónicos a los que se suministró oxígeno.
El fuego tuvo su origen en la zona de Barranco Blanco, un paraje del término municipal de Coín, desde donde se propagó y extendió con gran virulencia dadas las condiciones meteorológicas adversas –el viento se convirtió en el gran enemigo durante toda la jornada– a las localidades de Alhaurín el Grande, Mijas, Marbella, Monda y Ojén. En esta última localidad, la totalidad de su población, cercana a los cuatro mil ciudadanos, fue desalojada durante la madrugada y realojada en diversos polideportivos de los ayuntamientos colindantes. En total, fueron siete mil los afectados. Durante más de diez horas, permaneció cortada al tráfico la autopista A-7. A medianoche de ayer, se logró controlar el foco cercano a Ojén, localidad a la que ya han regresado la mayoría de los vecinos.
Desde primera hora de la madrugada del viernes, el dispositivo desplegado mantuvo en la zona a más de 300 especialistas en extinción, componentes de 34 retenes; cinco brigadas de refuerzo y diez vehículos autobomba además de la Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones (UMMT), y la Unidad de Análisis y Seguimiento de Incendios Forestales (Unasif). A las ocho de la mañana se incorporaron los medios aéreos: 31 aeronaves, 22 de ellas contratados para Infoca por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, y nueve movilizadas por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Este dispositivo se dividió en seis aviones de carga en tierra, cinco helicópteros de gran capacidad, 13 helicópteros de transporte y extinción, cuatro aviones anfibio, además de tres aviones de coordinación y vigilancia. También apoyaron las tareas de extinción más de un centenar de efectivos procedentes del Consorcio Provincial de Bomberos, y los parques de los términos municipales de Málaga, Marbella, Benalmádena, y Torremolinos, así como el personal de Bomberos del aeropuerto de Málaga. Igualmente, la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegó en la zona a doscientos efectivos.
El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, anunció ayer que el Gobierno endurecerá las penas en los delitos relacionados con los incendios, y concretó que la decisión se hará extensiva para «las imprudencias y en los que provocan el fuego». En una comparecencia realizada en la localidad Soriana de La Rasa, el responsable ministerial advirtió de que «se sabía que este año iba a ser duro» en materia de incendios, para significar que el Ejecutivo central «se anticipó al problema y no se redujo el presupuesto, sino que se incrementó».
Arias Cañete, que comparecerá el jueves en el Congreso de los Diputados para hacer balance de la campaña y de los incendios, recordó que durante el verano han ardido 160.000 hectáreas, «casi el doble de la media anual de los últimos años».
La «maldición» de Mijas
Esta localidad de la Costa del Sol tiene un triste historial de incendios, ya en septiembre de 2011 fue escenario de uno, provocado por una negligencia, que calcinó cerca de cuatrocientas hectáreas. Mijas sufrió hace una década uno de los peores siniestros, ya que el fuego devastó más de un millar de hectáreas de pino y matorral, y de terreno urbanizable no construído, que obligó a desalojar a unas trescientas familias. El fuego, ocurrido el 18 de julio, tuvo su origen en la chispa de un coche averiado. El alcalde de Mijas, Ángel Nozal, declaró ayer que «la gente sabe cómo reaccionar ante estas catástrofes».
EL TURISMO PLANTA CARA A LAS LLAMAS
La Costa del Sol es uno de los destinos clave en el panorama turístico nacional, si bien distintos episodios relacionados con la corrupción urbanística o con catástrofes medioambientales han salpicado en no pocas ocasiones su imagen, que no obstante se mantiene imbatible y sigue siendo un referente en sol y playa. Pese a que el litoral malagueño sella el mes de agosto con la peor de las noticias, el hecho de que se haya producido a estas alturas de verano, no hace «peligrar» el a priori «optimista» balance que preparan los responsables del sector. Ayer mismo, estaba prevista la presencia en Málaga del consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Rafael Rodríguez, para hacer balance del periodo estival, si bien la comparecencia fue suspendida y aplazada sin fecha debido al incendio. Días atrás, el propio responsable autonómico avanzó que agosto concluiría con una ocupación media del noventa por ciento. En este sentido, el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Ahecos), José Carlos Escribano, expresó ayer su preocupación ante lo ocurrido, y las «nefastas consecuencias» de un incendio «que afortunadamente no ha afectado a servicios como el aeropuerto, el Cercanías o el AVE». Eso sí, dos establecimientos hoteleros ubicados en el paraje de Juanar, en el término municipal de Ojén, fueron desalojados ayer al traspasar las llamas la carretera que une esta localidad con la de Marbella. A falta de balance oficial, se estima que a final de temporada el porcentaje puede ser similar al del ejercicio anterior, siendo el turismo británico, con un incremento del 6%, el que hará compensar la caída de visitantes españoles, que se estima en un 4%.
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