Para la Guardia Civil la puesta en libertad de los dos miembros del GRAPO les ha provocado un gran malestar y se sienten «asqueados» e incluso lamentan que se haga distinción cuando todos formaban parte de la misma banda terrorista. Según Pedro García, portavoz de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) «había indicios suficientes para mantener a los tres miembros del Grapo en prisión y el juez sin embargo ha decidido dejarlos en libertad. Al igual que en el caso de los ERE en Andalucía, el juez ha vuelto a dejar en un segundo plano las diligencias hechas y se centra en investigar posibles irregularidades». Contundente, García destaca que «parece que a los jueces les da más publicidad ir contra la causa que investigan que contra los propios delincuentes». Por ello indicó que dentro del Cuerpo siempre se ha dicho que «hay que tener más miedo a los jueces que a los propios delincuentes». Aun así espera que el tiempo dé la razón a la ardua investigación realizada por la Guardia Civil durante 17 años.
Desde la Asociación de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo advierten de que «ya está bien de atacar tanto la labor policial siempre que se trata de detenciones que van contra los terroristas y en favor de las víctimas».
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