domingo, 22 de abril de 2012

A SU SANTIDAD BENEDICTO XVI.



Santo Padre:

Si le digo la verdad no quería que pasara de esta semana para felicitarle sinceramente, por medio de este blog, por su cumpleaños y por sus siete años de venturoso Pontificado.

Con el devenir del tiempo es cuando nos damos cuenta de todo y Dios actuó por medio del Espíritu Santo cuando fue elegido para ocupar la Cátedra de San Pedro, para ser nuestro Pastor, el que guiara a estas ovejas para que no se pierdan en unos tiempos nebulosos, llenos de inquietudes y desesperanzas.

Gracias a Su Beatitud que nos dirige con mano firme por los misterios insondables de la fe, nosotros todos los católicos del orbe mundial podemos estar tranquilos, podemos estar alegres y confiados porque Su Santidad vela por todos y cada uno de nosotros ante Dios Padre.

Escuchar y leer sus homilías, sus palabras, discursos y libros son como una ventana abierta a la inmensidad del cielo, meditar con sus reflexiones es un gozo para el alma y el espíritu que tan necesitados están de que le llenen de significado para ver claro ante todo lo que nos rodea.

Es un Papa valiente que ha actuado dando la cara contra los abusos a menores cometidos por algunos miembros de nuestra Religión Católica, ha actuado contra todo cuanto suponga violentar la vida del no nacido, de la familia como pilar básico de nuestra Sociedad, de los perseguidos por su fe, por sus creencias o por su forma de pensar, desde el primer momento ha intentado unir a todas las religiones y no se ha acobardado de tratar ningún tema por espinoso que fuera. Su Santidad no es ni ha sido nunca políticamente correcto, un cristiano y católico no puede serlo en la vida porque ya lo dijo Jesús: A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.

Algunos decían que tenía un carácter muy introvertido, que era frío, que no conectaba..., todo eso quedó destrozado ante la evidencia más palpable que vivimos en España el pasado mes de Agosto. La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) fue un antes y un después para muchos, no me incluyo porque soy un admirador de su figura, de sus escritos, estudios desde antes de que fuera elegido Papa, porque en Madrid vimos al Papa cercano, emotivo, cariñoso, que no le importaba que tronara ni lloviera por estar con esos cientos de miles de jóvenes que esperaban con ansias adorar a Dios con usted, con Su Santidad, como un peregrino más que en verdad es lo que era.

Esta semana ha cumplido años, ochenta y cinco, y quiero decirle que muchas veces le costará el levantarse, el seguir adelante, a todos nos pasa, pero usted tiene una fuerza que le quita todos los "achaques", tiene a Dios acompañándole en todo momento y la energía que le da el Padre le hace ser un servidor eficaz, lleno de ilusiones y sin ningún atisbo de cansancio.

En nombre de mi familia le felicito de todo corazón por sus dos aniversarios: El de su nacimiento y el de su comienzo de Pontificado, aunque creo que en verdad los que tenemos que ser felicitados somos nosotros, sí, por tener como nuestro Pastor, nuestro Papa, nuestro Santo Padre a Su Santidad, Benedicto XVI.

Rezo todos los días para que Dios le siga iluminando, dándole fuerzas para que nos guíe con pasos firmes por nuestra camino en la fe, por nuestro camino hacia la santidad. Asimismo rezo por la intenciones del Santo Padre, que son las intenciones de toda la Iglesia Católica.

B.S.A.

No hay comentarios:

Publicar un comentario