viernes, 27 de abril de 2012

MARCO RUBIO, ¿EL PRIMER VICEPRESIDENTE HISPANO?


    • Internacional | La Gaceta

      RESIDENCIALES EN EEUU

      Marco Rubio, ¿el primer vicepresidente hispano?

      27 ABR 2012 | RAQUEL CÉSPEDES
      De entre los candidatos a erigirse en el segundo de a bordo del candidato republicano Mitt Romney, hay un nombre que se repite en todas las quinielas: Marco Rubio.
    • Finiquitada ya la cuestión de la nominación republicana, que será encabezada por Mitt Romney, ahora queda dilucidar quién será su número dos en la campaña electoral para las presidenciales. Un puesto que tiene asignado el cargo de vicepresidente si en noviembre es un republicano el que arrebata la presidencia a Barack Obama.
      Aunque Romney insiste en que la búsqueda de un compañero de carrera “aún está en su etapa muy temprana”, ya hay encuestas que se dedican a pulsar las preferencias de los votantes republicanos.
      De entre los candidatos a erigirse en el segundo de a bordo del exgobernador de Massachusets, hay un nombre que se repite en todas las quinielas: Marco Rubio. Podría decirse que ha sido la revelación republicana de este año. Muchos albergan en él la esperanza de futuro para el partido. Es joven, con un discurso conservador que exhibe sin complejos su convicción religiosa y una retórica fluida y cercana, que hace recordar al bisoño senador por Illinois que actualmente ocupa la Casa Blanca. Además, su origen cubano es un gran reclamo para conquistar el codiciado voto hispano, que resultó clave en los comicios de 2008 para la victoria de Obama.
      Aunque Rubio evita pronunciarse directamente sobre el proceso de selección para acompañar a Romney en la campaña electoral, el joven senador no duda en dejar patente su apoyo al contrincante de Obama y en sus últimas intervenciones públicas ha definido su postura en asuntos de gran calado como la amenaza nuclear de Irán, el conflicto en Siria y la democracia en América Latina.
      “Tengo muchas ganas de formarte parte de este esfuerzo, y ayudar de cualquier forma para que los estadounidenses entiendan que tienen la posibilidad de elegir entre la dirección en la que vamos ahora y en la que deberíamos ir”, dijo Rubio este lunes en un acto de campaña en Pensilvania junto a Romney.
      Puente al voto hispano
      Cuando hace dos años Rubio consiguió, con solo 39 años, un escaño como senador de Florida en el Congreso todos los focos apuntaron sobre esta joven promesa. Se convirtió en uno de los favoritos del Tea Party, pero su discurso moderado le definía más como un conservador con ideas nuevas, más cercano al perfil que representa Mitt Romney.

      Su ascendente carrera parece no tener límites y su nombre también aparece en la lista de los principales aspirantes a liderar la candidatura republicana en 2016, si Romney pierde en noviembre.
      La creciente relevancia política de este senador por Florida, el hispano de más alto perfil dentro del Partido Republicano, hace que sus opiniones sobre la inmigración sean analizadas con especial atención. Un escándalo relacionado con sus orígenes puso en entredicho su postura en esta materia. Rubio insinuó en diferentes ocasiones que sus padres llegaron a EEUU como refugiados políticos tras huir del régimen castrista, pero un artículo del Washington Post reveló que los padres de Rubio llegaron como inmigrantes dos años antes de la revolución cubana. Tras esta revelación, Rubio, asumiendo su nueva categoría como hijo de inmigrantes y no de refugiados, tuvo que aportar propuestas más moderadas alejadas de la premisa republicana en esta materia: los inmigrantes ilegales deben marcharse de Estados Unidos.
      No apoya la ley DREAM ACT propuesta por los demócratas, que legalizaría a los indocumentados que realicen estudios universitarios o se enrolan en las fuerzas armadas, pero aboga por un proyecto más tolerante que el defendido por los republicanos, que son partidarios de la autodeportación. El proyecto de Rubio permitiría a los jóvenes traídos ilegalmente al país solicitar visas de no inmigrante que les permitiría estudiar, trabajar y obtener una licencia de conductor, pero no votar.
      Según una encuesta del Wall Street Journal, Obama retiene el favor del 69% de los hispanos, mientras que sólo el 22% se decanta por Romney.
      La ley de inmigración de Arizona, analizada esta semana en el Tribunal Supremo de EEUU, ha situado este asunto en un lugar destacado en el debate político. Con la irrupción de Marco Rubio en plena campaña Mitt Romney podría tratar de reconciliarse con el voto latino después de mantener posturas antiinmigración que ha provocado el rechazo entre los electores de esa comunidad.  La desafección del electorado hispano con los proyectos conservadores se justifica principalmente por la férrea posición en esta materia, y Rubio podría convertirse en la consecución del sueño americano de los más de 50 millones de hispanos que viven en EEUU sin contar con que un día se tornaría en pesadilla.

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