La Amazonía está en peligro. Y el Papa Francisco lo sabe muy bien. Por eso, sus palabras a los obispos de Brasil, durante su estancia en el gigante del Sur con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ): "el Amazonas es un test decisivo, un banco de prueba para la Iglesia y la sociedad brasileña".
Los datos que arrojan estudios e investigaciones de los propios brasileños y de sociedades internacionales de protección al medio ambiente, no dejan lugar a dudas. Según el Instituto del Hombre y del Medio Ambiente de la Amazonía, en octubre de 2012, "la Amazonia brasileña perdió 487 kilómetros cuadrados de área forestal, 377 por ciento más que lo perdido en el mismo mes de 2011.
“Sean corajudos”, pidió el Papa Francisco
El “test” para la Iglesia y para la sociedad es enorme. Recordemos que la selva del Amazonas abarca 6.7 millones de kilómetros cuadrados, donde habitan 30 millones de personas y alberga 40 mil especies de plantas, 3 mil de peces así como mil 300 de aves. Esta biodiversidad se ha visto amenazada de muerte.
Y si la Iglesia ama la vida, ha reflexionado el Papa, no puede dejar perder ni la vida espiritual de esos 30 millones de brasileños que habitan la Amazonía ni dejar perder especies que son necesarias para mantener la cadena ecológica y la biodiversidad mundial
De acuerdo con informes de la World Wild Foundation, aún se conserva el 83 por ciento de los hábitats nativos de la selva amazónica, considerada como una de las siete maravillas naturales del mundo. Pero, de seguir el ritmo depredador actual para 2050 se habría perdido la mitad de la selva. Su pérdida acarrearía consecuencias serias para América del Sur y para todo el planeta
Por este motivo, la Comisión Episcopal para el Amazonas, presidida por el cardenal Cláudio Hummes, Arzobispo Emérito de San Pablo, incentivada por las palabras del Santo Padre, decidió realizar un gran encuentro en Manaos, en octubre de este año.
El Papa Francisco reiteró que la obra de la Iglesia debe ser más incentivada y relanzada, pues "faltan formadores calificados, especialmente formadores y profesores de teología, para consolidar los resultados alcanzados en el campo de la formación de un clero autóctono", además de "sacerdotes adaptados a las condiciones locales", para de esta forma, conseguir consolidar el "rostro amazónico" de la Iglesia. "En esto les pido, por favor, ser corajudos", solicitó el Pontífice.
Desde Aparecida y el Papa Benedicto XVI
"Esta será la primera vez que un congreso reunirá obispos, coordinadores pastorales, laicos, institutos y huéspedes de todo el Amazonas, para que juntos podamos debatir y planear los proyectos de 2014", explicó la Hermana Irene Lopes, asesora de prensa de la Comisión.
En el año 2007, durante la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en Aparecida, el entonces Papa Benedicto XVI resaltó la importancia de que la Iglesia brasileña defienda el Amazonas
En el número 475 del documento conclusivo de Aparecida, redactado, entre otros, por el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, los obispos de América Latina y El Caribe pidieron crear conciencia “en las Américas sobre la importancia de la Amazonia para toda la humanidad” y el establecimiento “ entre las iglesias locales de diversos países sudamericanos, que están en la cuenca amazónica, una pastoral de conjunto con prioridades diferenciadas para crear un modelo de desarrollo que privilegie a los pobres y sirva al bien común”.
Más adelante, los prelados del continente pidieron “apoyar, con los recursos humanos y financieros necesarios, a la Iglesia que vive en la Amazonia para que siga proclamando el evangelio de la vida y desarrolle su trabajo pastoral en la formación de laicos y sacerdotes a través de seminarios, cursos, intercambios, visitas a las comunidades y material educativo”.
La Conferencia de los obispos que rodean este pulmón de la humanidad se han dado ya a la tarea de confeccionar en acciones las ideas vertidas en Aparecida y empujadas con las palabras del Papa Francisco.
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