Invitado por la Organización Católica Canadiense para el Desarrollo y la Paz, la agencia caritativa de los obispos canadienses perteneciente a la Federación de Cáritas Internationalis, estuvo de visita en Quebec, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, Honduras, y presidente –justamente--de Cáritas Internationalis.
En su conferencia con los purpurados canadienses, monseñor Rodríguez Maradiaga recordó que cada comunidad cristiana “debe tener un corazón que ve las miserias que trágicamente persisten a su alrededor y puede atenderlas".
Educar en la caridad genuina
Reconocido por su actividad en Centroamérica sobre todo a favor de la difusión de la doctrina y el pensamiento social de la Iglesia y frente al fenómeno del pandillerismo, el cardenal hondureño pidió a los obispos del Canadá "educar a los fieles en el espíritu del compartir y en la caridad genuina"
Coordinador del grupo de cardenales consultores que se reunirán estos días con el Papa Francisco para iniciar una etapa de reformas en la Iglesia católica universal, monseñor Rodríguez Maradiaga pidió conocer de cerca la realidad de las personas y trabajar directamente con ellas, a nivel local, y con Cáritas.
La crisis actual "no es solamente una crisis económica, ni sólo una crisis cultural", dijo frente a los obispos canadienses monseñor Rodríguez Maradiaga, y más adelante afirmó que "la humanidad está en peligro (...), el cuerpo de Cristo está en peligro".
Recordando las afirmaciones del Papa Francisco sobre la “cultura del descarte” y la “globalización de la indiferencia”, el cardenal hondureño denunció que los seres humanos son desechados. "Si no sirve se desecha, ¡a la basura!, los niños, los ancianos y los foráneos: ésta es la crisis que estamos viviendo".
Llamados a dar testimonio
La respuesta caritativa de la Iglesia es la mayor respuesta que conoce el mundo, porque no es producto solamente del esfuerzo humano, sino de la gracia. "Para muchas personas en necesidad, Cáritas es el rostro amante de Cristo que trae alivio y bienestar, respeto y reconocimiento", expresó el purpurado centroamericano.
"Como Cáritas estamos llamados a dar testimonio de su amor y lo hacemos con entusiasmo. Sabemos que Dios es amor y sabemos y creemos que Él ha creado cada persona a su imagen", dijo el cardenal Rodríguez Maradiaga.
Y abundó "El amor por el prójimo, cimentado en el amor de Dios, es una responsabilidad primordial para cada miembro de los fieles", expuso el cardenal, "pero también una tarea de toda la comunidad eclesial a todos los niveles".
En este trabajo, el purpurado destacó la importancia de que las organizaciones actúen en unidad y comunión con los obispos, como parte de su deber eclesial. "Ellas no deben interpretar esto como un asunto disciplinario, sino como una expresión de nuestra pertenencia a la Iglesia”, concluyó diciendo monseñor Rodríguez Maradiaga.
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