Para conocer a Jesús, es necesario comprometerse con Él. Es lo que ha afirmado el Papa Francisco en la misa de esta mañana en la Casa Santa Marta. El Papa Ha dicho que a Jesús no se le puede conocer en “primera clase”, sino en la vida cotidiana de todos los días. Nos ha indicado tres lenguajes necesarios para conocer a Jesús: “el de la mente, el del corazón y el de la acción”.
¿Quién es ese, de dónde viene? El Papa Francisco ha comenzado su homilía partiendo de la pregunta que Herodes hace sobre Jesús. Una pregunta, ha dicho, que en realidad se plantean todos los que se lo encuentran. Es una pregunta, ha afirmado, que “se puede hacer por curiosidad” o se “puede hacer por seguridad”. Y observó que, leyendo el Evangelio, vemos que “algunos comienzan a sentir miedo de este hombre, porque le puede llevar a un conflicto político con los romanos”. “¿Pero quién es este que provoca tantos problemas?, nos preguntamos. Porque, ha dicho el Papa, “Jesús crea problemas”.
“No se puede conocer a Jesús sin tener problemas. Y yo me atrevo a decir: ‘Si quieres tener problemas, ve por el camino de Jesús. No uno, ¡tendrás muchos!’ ¡Pero es el camino para conocer a Jesús! ¡No se puede conocer a Jesús en primera clase! A Jesús se lo conoce en la cotidianeidad de todos los días. No se puede conocer a Jesús en la tranquilidad, ni en la biblioteca…Conocer a Jesús”.
Cierto, añadió, “se puede conocer a Jesús en el Catecismo”, porque el “Catecismo nos enseña muchas cosas sobre Jesús”. Y dijo, “debemos estudiarlo, debemos aprenderlo”. Así “conocemos al Hijo de Dios, que ha venido para salvarnos; entendemos toda la belleza de la Historia de la Salvación, del amor del Padre, estudiando el Catecismo”. Y, sin embargo, observó, ¿Cuántos leyeron el Catecismo de la Iglesia Católica cuando fue publicado hace veinte años?”
“Sí, se debe conocer a Jesús en el Catecismo. Pero no es suficiente conocerlo con la mente, es un paso. Pero a Jesús hay que conocerlo en el diálogo con Él, hablando con Él, en la oración, de rodillas. Si no rezas, si no hablas con Jesús, no lo conoces. Sabes cosas de Jesús pero no vas con el conocimiento que te da el corazón en la oración. Conocer a Jesús con al mente, el estudio del Catecismo; Conocer a Jesús con el corazón, en la oración, en el diálogo con Él. Esto nos ayuda bastante, pero no es suficiente… Hay un tercer camino para conocer a Jesús: es el seguirlo. Ir con Él, caminar con Él”.
Es necesario “ir por sus caminos, caminando”. Es necesario, afirmó, “conocer a Jesús con el lenguaje de la acción”. Entonces puedes conocer de verdad a Jesús con estos “tres lenguajes”, el de la mente, del corazón y de la acción”. Si “yo conozco a Jesús así, concluyó, me implico con Él”.
“No se puede conocer a Jesús sin implicarnos con Él, sin arriesgar la vida por Él. Cuando mucha gente, también nosotros, se hace esta pregunta ‘¿Quién es este?’, la Palabra de Dios nos responde: ‘¿Quieres conocerle? Lee lo que la Iglesia dice de Él, habla con Él en la oración y camina con Él por su camino. Así conocerás quien es este hombre’. ¡Este es el camino! ¡Cada uno debe hacer su elección!”.
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