viernes, 27 de septiembre de 2013

UN NUEVO AÑO DE MISIÓN MADRID.




Este viernes, 27 de septiembre, da comienzo de manera oficial el curso pastoral 2013-2014 en la diócesis con una Misa presidida por el Cardenal en la catedral de la Almudena. Un acto al que está convocado toda la diócesis -sacerdotes, miembros de la vida consagrada y seglares- para comenzar con ilusión una nueva andadura del Plan Pastoral Misión Madrid, que este año busca de manera especial la colaboración de las familias, parroquias y colegios. Y es que, puestos a evangelizar o a educar, esas tres realidades tienen que estar íntimamente relacionadas y estrechamente unidas
Noticia digital (27-IX-2013)

Los que tenemos hijos en edad escolar comprendemos y descubrimos la importancia del colegios -profesores, educadores, formadores- en la tarea educativa de nuestros hijos. La educación, si queremos que sea integral, no puede ser algo que les corresponda únicamente a los colegios. Tampoco debe ser algo reservado para los padres. Ni siquiera podemos dejarla en manos de la parroquia, en caso de que nuestros vástagos vayan a Misa o acudan a formación catequética en la misma.
Ambos tres -familia, colegios, parroquia- forman los pilares sobre los cuales asentamos la base de la educación y formación que queremos para nuestros hijos. Una tarea que comienza en la familia, que se complementa en el colegio; de hecho, los padres solemos elegir centros educativos no sólo por los conocimientos que puedan aportar a  las jóvenes generaciones, sino por la línea educativa que en ellos se sigue, y la formación humana y, en muchos casos, cristiana,  que ofrecen a nuestros hijos y que, entendemos, es tan necesaria o más como los conocimientos básicos. Y, por último, la parroquia como comunidad en la que nos integramos, a la que pertenecemos, que nos hace tomar conciencia de familia, y que nos ayuda a seguir creciendo en la fe y a vivir la misma, ofreciendo a un tiempo acogida y ayuda tanto en los buenos como en los malos momentos.
Como nos recordaba el señor cardenal, la Misión Madrid nos ofrece «tareas pastorales siempre vivas, nuevas oportunidades para dar a conocer a Jesucristo como único Salvador del hombre». Y para hacerlo realidad, este año pide nuestra colaboración a todos: a las familias, a los colegios y a las parroquias.
Una tarea que se presenta atractiva e ilusionante: vivir juntos, desde la conversión, y con la ayuda de la oración, ese empaparse de Cristo para saber llevarlo a los demás. Una labor para la que todos somos necesarios e imprescindibles. Seamos generosos.
María Dolores Gamazo

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