LA RAZÓN
La prensa castrista informa que el español conducía sin el carné en regla
La diplomacia española trabaja para conseguir que Ángel Carromero, el vicepresidente de las Nuevas Generaciones del PP, involucrado en el accidente en el que fallecieron los cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, salga de la isla cuanto antes. Sin embargo, las informaciones que se vierten tanto desde La Habana como desde Madrid hacen presagiar que, si ya lo tenía complicado el día 22, fecha del fatídico accidente, la batalla por su puesta en libertad va a ser de las más duras en el terreno diplomático.
El Gobierno de Raúl Castro tiene en sus manos a un dirigente de Nuevas Generaciones, que, según el diario «Granma», es «cercano a los connotados anticubanos José María Aznar y Esperanza Aguirre». Tiene la versión, compulsada por el sueco Jens Aron Modig, que ya se encuentra en Estocolomo, de que estaban allí sufragando a la «contrarrevolución» y cometieron «actividades netamente políticas contra el orden constitucional» pese a tener visado de turista.
Además, ayer se filtraron algunos pasajes del pasado al volante de Carromero, que no le dejan, precisamente, bien parado. En primer lugar, el joven perdió en 2010 seis puntos de una vez, y la Jefatura de Tráfico de Cuenca le puso una multa de 520 euros. Este tipo de penalizaciones suelen ser por infracciones por conducción temeraria, exceso en más del 50% de la velocidad de la vía, o consumo de alcohol al volante. Dos años después, en abril de 2012, Carromero perdió la vigencia para conducir. La Jefatura Provincial de Tráfico de Madrid intentó notificárselo en su domicilio, pero no lo logró, por lo que recurrió a la publicación, en mayo pasado, en el Bocam (el boletín oficial de la Comunidad de Madrid).
Fuentes del PP desconocen si Carromero había renovado o carecía de su carné de conducir, al igual que tampoco sabían que éste se encontraba en Cuba. En un primer momento, los medios cubanos aseguraron que había sido Carromero quien alquiló el Hyundai Accent matrícula T31402, por lo que se abriría un nuevo interrogante.
La bloguera Yoani Sánchez opinaba desde La Habana a LA RAZÓN que el caso ya es más político que penal. «Especulo que será condenado, probablemente no al máximo de la condena, y se intentará establecer una negociación para disminuirla o mandarlo a España a que termine de cumplirla. Carromero ya no es el posible responsable de un homicidio involuntario, sino fundamentalmente una carta de canje y de presión política», asegura.
Modig no hablará sobre Cuba
Fuentes del partido demócratacristiano sueco aseguraron a LA RAZÓN que el político Jens Aron Modig no comparecerá ante los medios ni responderá a preguntas «por el proceso que está teniendo lugar en Cuba», donde se halla, sin acusación formal, Ángel Carromero.
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