Revista Ecclesia.
“Las noticias, que cada vez aumentan más, de actos de violencia contra niños cristianos son realmente perturbadoras, inquietantes. Para los cristianos, parece que vivir en Pakistán es cada vez más difícil. Son muchas las chicas cristianas secuestradas, violadas y convertidas al Islam por la fuerza o incluso asesinadas, como en el caso de Amaría Masih, la ‘Maria Goretti de Pakistán‘.
Hay niños secuestrados y asesinados por tráficos oscuros, como el reciente caso de Sunil Masih o el de Shazia Bashir. Ahora a los niños también se les acusa de blasfemia, como a Rimsha Masih. Si se daña a los niños es que realmente se ha llegado a un límite intolerable de abuso y crueldad”: lo declara a la Agencia Fides el dominico p. James Channan, OP, Director del “Peace Center”, de Lahore, muy comprometido en el diálogo interreligioso.
Después del caso de Rimsha, el Director, desde hace años al frente de la Comisión para el Diálogo de la Conferencia Episcopal de Pakistán, llama la atención sobre la ley de blasfemia: “Esta polémica ley, por la cual se ha derramado mucha sangre en Pakistán, sigue siendo una herramienta para perseguir a los cristianos, hindúes, pero también a los musulmanes. Es una ley injusta y ambigua. Nosotros los cristianos, pedimos desde hace tiempo que se derogue o se modifique para reducir los abusos a los que se presta. Y en esta batalla están a nuestro lado muchas organizaciones de derechos humanos creadas por ciudadanos musulmanes”.
Los cristianos en Pakistán lanzan un llamamiento: “Hacemos una llamada al gobierno para que asuma su responsabilidad, para que garantice el respeto de la dignidad humana y de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, sea cual sea el credo que profesan. Creo que también es necesaria la concienciación a nivel internacional: pedimos por tanto, una misión especial del Observador especial de la ONU para la libertad religiosa”. (PA) (Agencia Fides 24/8/2012)
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