Revista Ecclesia.
La “Marcha de la Esperanza”, que se celebró ayer, 1 de agosto, en 47 diócesis del Congo (véase Fides 1/8/2012), como parte de las iniciativas para oponerse a la llamada “balcanización” de la República Democrática del Congo (RDC), cuya integridad territorial se ve amenazada por una nueva rebelión armada en Kivu del Norte (véase Fides 25/7/2012) contó con una gran participación.
En la capital, Kinshasa, la marcha partió desde las distintas parroquias alrededor de las 6.30 de la mañana, después de la misa, convergiendo hacia los 14 decanatos de la Archidiócesis. Cada delegación parroquial llevaba una pancarta con el mismo mensaje: “No a la balcanización de la RDC, no al saqueo de nuestros recursos”. Los participantes han puesto el país, y sobre todo su parte oriental, bajo la intercesión de la Virgen María.
Según el diario “Le Potentiel” los manifestantes eran 200.000, mientras que según las autoridades de Policía de Kinshasa poco más de 100.000. La marcha transcurrió sin incidentes, gracias a la presencia de las fuerzas policiales.
Según los informes de RadioOkapi, el 31 de julio en Kisangani (capital de la Provincia Oriental), los representantes de diferentes religiones y de la sociedad civil han lanzado un “caluroso apelo” por la conversión de Ruanda y de sus líderes para que “redescubran en la República Democrática del Congo, en los congoleños, a un hermano y una hermana, a los que amar y no agredir”. Como se recordará, Ruanda está acusada de apoyar las acciones del M23, el movimiento guerrillero que ha llevado a Kivu del Norte al caos y la desesperación. Un hecho reconocido por los principales Partner internacionales de Kigali, como los EE.UU. y Gran Bretaña, que han suspendido el envío de ayudas militares y de otros tipos al régimen de Kagame (L.M.) (Agencia Fides 2/8/2012)
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