VI Encuentro de Profesores católicos, organizado por la Conferencia Episcopal
A menudo, las universidades son un entorno hostil para los profesores católicos. Esto ha llevado a muchos a vivir su fe de forma anónima. Pero algo está cambiando: el encuentro con el Papa en El Escorial, durante la JMJ, ha despertado nuevas iniciativas que quieren ayudar a estos profesores a implicarse, a ser protagonistas del diálogo con la cultura en ese atrio de los gentiles que es su propio lugar de trabajo
Un momento del VI Encuentro de Profesores
católicos, en la Fundación Pablo VI
Del encuentro de los profesores universitarios con el Papa durante la JMJ Madrid 2011, muchos destacaron el magnífico discurso del Pontífice. Pero, para los profesores que participaron, tanto o más importante fue el aldabonazo que supuso para sus conciencias, sobre la inmensa labor que tienen por delante; o la posibilidad de encontrarse entre sí y empezar a compartir problemas e ilusiones. No sólo con profesores de distintas universidades; a veces, descubrían que algún compañero de Facultad también era creyente.
Este encuentro «fue muy alentador», apunta don Agustín del Agua, Secretario de la Subcomisión episcopal de Universidades de la Conferencia Episcopal Española. Para seguir tejiendo una gran red de profesores católicos, el curso próximo comenzarán a celebrarse periódicamente una serie de seminarios interdisciplinares. Se celebrarán por videoconferencia, y tendrán su propia página web. La Subcomisión ha alentado este proyecto, pero pretende que funcione de forma autónoma, gracias a la implicación de los propios profesores. Así se dará un paso más allá de los encuentros anuales de profesores universitarios. La semana pasada, se celebró en Madrid la sexta edición de estos encuentros, bajo el lema La universidad actual según Benedicto XVI. En el encuentro participó, entre otros, monseñor Melchor Sánchez de Toca, Subsecretario del Consejo Pontificio de la Cultura, que habló delAtrio de los gentiles.
La universidad está llamada a ser atrio, pero para ello -afirma el padre Del Agua- hay que seguir animando a los profesores a «compartir la misión de la Iglesia, y una parte de esta misión es entrar en diálogo con la cultura». Aún «hay profesores que viven su catolicismo de forma anónima. El profesor católico está solo. Por ser católico, le critican e incluso le insultan. Tenemos a gente preparadísima, pero hay que ayudarlos a ver y cumplir su misión. Tienen que saber unirse y hacerse oír, a través de la reflexión madura y serena».
Hacia una comunidad fraterna
Otros profesores ya se han puesto en marcha. Gracias al encuentro de El Escorial con el Papa, un grupo de ellos, a título particular, vieron la necesidad de prolongar esa experiencia de encuentro y reflexión que tanto les había enriquecido. Decidieron crear la página web Foro Universitario El Escorial. A partir de septiembre, el Foro ofrecerá textos de los Papas sobre la Universidad, artículos y blogs sobre distintos temas, e información sobre actividades que surjan en las universidades españolas. En el proyecto están implicados, entre otros, don Rafael Sánchez Saus, ex Rector de la Universidad CEU San Pablo, y don Alejandro Rodríguez de la Peña, profesor de la misma Universidad, que en El Escorial saludó al Papa en nombre de los profesores. Según don Alejandro, las universidades españolas se han convertido en fábricas de títulos, masificadas y deshumanizadas; un entorno en el que la evangelización es muy difícil. Por ello, espera que el Foro contribuya a crear una «comunidad fraterna de buscadores de la Verdad».
Sus palabras están en sintonía con las del Papa en El Escorial, en las que recordaba su experiencia como profesor universitario en la Alemania de la posguerra y cómo «la ilusión por una actividad apasionante, el trato con colegas de las diversas disciplinas y el deseo de responder a las inquietudes últimas y fundamentales de los alumnos» suplían las carencias materiales. Hoy, las carencias son otras, pero la respuesta puede ser la misma.
María Martínez López
Dispuestos a correr riesgos... como el Papa
Desde hace unos años, el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco, se reúne periódicamente con profesores universitarios. Uno de estos encuentros, a principios de curso, tenía como objetivo compartir la experiencia de la JMJ. Fue en este encuentro cuando doña Ana Llano, profesora de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, conoció el Aula Veritatis splendor, de la Delegación de Pastoral Universitaria. Esta Aula nació como parte de los preparativos para la JMJ. Ahora, doña Ana está ayudando a preparar la tercera Jornada cultural del Aula, que se celebrará en octubre, con el tema La pregunta por el Derecho y la Justicia en el siglo XXI. No se trata sólo de traer a ponentes interesantes a una conferencia: «Nos interesa ir creando una forma de trabajo a largo plazo». Por eso, antes de cada Jornada se celebran unos seminarios previos, por universidades. En la Facultad de Derecho, ya han tenido dos. Han sido «muy humildes» -reconoce la profesora-, pero han servido para que los profesores se conozcan, compartan experiencias y reflexionen juntos. Sin embargo, hay dos cosas que preocupan a doña Ana: «Queríamos que vinieran nuestros compañeros no católicos, para salir a su encuentro y al de nuestros alumnos. Con todo nuestro dolor, no lo hemos conseguido» todavía. También le ha dolido la reticencia de algunos compañeros, católicos y practicantes, a implicarse en la iniciativa. «No sabemos usar la razón en un entorno plural», lamenta. Pero tiene la certeza de que es lo que hay que hacer: «Este Papa, con su cabeza colosal y su fe a prueba de bombas, nos están invitando a no estar siempre a la defensiva. Nos quedan por delante décadas de trabajo paciente, de escuchar las críticas con mente abierta..., de correr el riesgo que corre él».
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