sábado, 14 de julio de 2012

A MONSEÑOR D. RAFAEL ZORNOZA: ¡GRACIAS POR TODO LO QUE ESTÁ HACIENDO!

Hoy en mi querida Isla es sábado de Feria. Recuerdo que  no hace muchos años atrás quedábamos un grupo de amigos para cenar y después pasar unas horas en la Feria de La Isla. Con el pasar del tiempo, con la  toma de algunas decisiones que conlleva ejercer la coherencia en tu vida ha hecho que muchas de esas amistades hayan quedado dormidas y, en algunos casos, atrás. Aunque, como dice, mi director espiritual: "Tiempo al tiempo, si Dios ve beneficioso para ti que esas amistades se restablezcan todo volverá a su cauce". No hay nada como que un Sacerdote santo te acompañe en tu vida espiritual.

Hoy sábado me he levantado con un firme propósito; escribir sobre una persona que está siendo valiente, que está tomando muchas decisiones, y que por eso puede estar en boca de muchos, al cual quiero manifestarle mi  total e incondicional apoyo y lealtad.

Les estoy hablando de Monseñor D. Rafael Zornoza Boy, Obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta.

Mi querido, respetado y admirado D. Rafael:

Dentro de unos meses se cumplirá su primer año como  nuestro Obispo Diocesano. Desde que usted tomara posesión se ha "pateado" todos los pueblos de su Diócesis, ha hablado con ingente cantidad de personas, ha tomado el pulso a una zona muy difícil y castigada por todo y por todos, se ha hecho usted popular y querido por cuantos le conocían, le conocíamos, porque es usted un Prelado cercano, cariñoso, con las manos y los  brazos siempre abiertos para acogernos, el Pastor que necesitábamos en los tiempos actuales.

Debo decirle que la línea de sus nombramientos han sorprendido a unos cuantos, al algunos les habrá llenado de inquietud, pero le puedo asegurar que muchos los hemos celebrado con gozo en nuestro interior.  La Diócesis, que usted dirige, necesitaba de este impulso que usted le está dando. La frase que más me impresionó cuando fue nombrado es la siguiente: "Soy un Obispo todoterreno".¡Y es verdad! A mis cuarenta y dos años, bien cumplidos, no conocía un Prelado con esa energía, con esa fuerza, con esa capacidad de llegar a todo el mundo como usted, D. Rafael. Desde luego Dios lo guía y bendice cada paso y decisión que toma.

Como diocesano, como católico que intenta llevar con la máxima coherencia posible su vida de fe, como fiel laico quiero darle las gracias por todo lo que está haciendo y quiero felicitarlo, muy sinceramente, por todos los nombramientos, necesarios al máximo que ha llenado de expectación e ilusión a muchos, por su apasionante línea apostólica, por saber llevar la mitra y sobre todo el báculo donde sustenta sus fuerzas y al cual nos agarramos muchos.

Creo que estas palabras, salidas directamente del corazón, no le cogerán de asombro porque sabe que lo quiero y  estimo en su verdadera dimensión. En casa es parte de nuestra familia y como parte de la familia está de forma permanente en nuestras oraciones.

Mi querido, respetado y admirado D. Rafael; reciba nuestra fiel lealtad, nuestra sincera amistad, nuestras oraciones y queremos decirle, aquí públicamente y a través de este blog, que estamos orgullosos de usted, de que sea el Obispo de Cádiz y Ceuta: ¡Nuestro Obispo!

Un fuerte abrazo en el Señor de,

Jesús y Hetepheres

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