Numerosas personas presenciaron el cortejo procesional con la imagen de la devota advocación mariana · El palio estrenó los candelabros de entrevarales
EMILIO LÓPEZ | ACTUALIZADO 17.07.2012 - 07:03
La devoción a la Virgen del Carmen quedó demostrada nuevamente ayer con las numerosas personas que presenciaron el cortejo procesional con su imagen, que recorrió las calles de la feligresía de la parroquia carmelita coincidiendo con su festividad.
Muchas personas llenaban también la parroquia del Carmen para participar en la misa previa a la salida procesional, que se produjo a las ocho de la tarde, hora en la que se abrieron las puertas del templo para dar paso a la cruz de guía con dos faroles de acompañamiento, que iniciaba el cortejo.
Le seguían un nutrido grupo de devotas portando velas, el Simpecado de la hermandad, las representaciones de las cofradías de Jesús Caído, Borriquita y Prendimiento y la junta de gobierno de la archicofradía carmelita.
El Mediátriz precedía los hermanos portando velas, los hermanos mayores de las cofradías citadas y la presidencia de la que formaban parte el subdelegado de Defensa, capitán de navío Vicente Pablo Ortells, el concejal Pablo Chaves, el presidente del Consejo de Cofradía, martín José García, y el hermano mayor del Carmen, José Francisco Trigo Pérez.
En la representación de la comunidad carmelita se encontraban el director espiritual de la hermandad, fray Carlos Quijano, y el predicador de la novena, fray Serafín David Galindo, del convento de Úbeda (Jaén), y tras la misma un grupo de niños vestidos con el hábito teresiano.
A las ocho y veinte minutos de la tarde el capataz del paso de palio, Manuel Ruiz Gené, ordenaba comenzar la maniobra de salida del paso de palio, que estrenaba los candelabros de entrevarales, donados por un hermano y realizados en los talleres de orfebrería de Jesús Domínguez de Sevilla, y estaba adornado con flores y cera de color blanco.
La banda de música de la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora de la Oliva de Salteras (Sevilla) interpretaba la Salve Marinera mientras el paso avanzaba a ruedas hacia las puertas del templo, del que salió portado a brazo de sus cargadores, mientras sonaban el himno nacional y el numeroso público congregado en la Alameda le dedicaba un prolongado aplauso. Lo escoltaban reservistas voluntarios de Infantería de Marina de la Subdelegación de Defensa.
A las doce de la noche estaba previsto el regreso de la Virgen del Carmen a su casa, después de recorrer diversas calles de su feligresía.
La Virgen del Carmen volverá salir el domingo, al cumplirse el quinto aniversario de su coronación canónica.
Con ese motivo, a las ocho de la tarde tendrá lugar una concelebración eucarística, presidida por el provincial de los carmelitas, fray Francisco Berbell Samblás.
Tras la misma la imagen será trasladada hasta el altar mayor y situada sobre una parihuela, en la que recorrerá las calles de alrededor del convento, concretamente Alameda, Ustáriz, Carmen Coronada, Bendición de Dios y Alameda, acompañada por el coro Virgen del Carmen.
Los cultos se iniciaron el día siete y pasado domingo el obispo diocesano, Rafael Zornoza, presidió por vez primera la función principal de instituto.
Muchas personas llenaban también la parroquia del Carmen para participar en la misa previa a la salida procesional, que se produjo a las ocho de la tarde, hora en la que se abrieron las puertas del templo para dar paso a la cruz de guía con dos faroles de acompañamiento, que iniciaba el cortejo.
Le seguían un nutrido grupo de devotas portando velas, el Simpecado de la hermandad, las representaciones de las cofradías de Jesús Caído, Borriquita y Prendimiento y la junta de gobierno de la archicofradía carmelita.
El Mediátriz precedía los hermanos portando velas, los hermanos mayores de las cofradías citadas y la presidencia de la que formaban parte el subdelegado de Defensa, capitán de navío Vicente Pablo Ortells, el concejal Pablo Chaves, el presidente del Consejo de Cofradía, martín José García, y el hermano mayor del Carmen, José Francisco Trigo Pérez.
En la representación de la comunidad carmelita se encontraban el director espiritual de la hermandad, fray Carlos Quijano, y el predicador de la novena, fray Serafín David Galindo, del convento de Úbeda (Jaén), y tras la misma un grupo de niños vestidos con el hábito teresiano.
A las ocho y veinte minutos de la tarde el capataz del paso de palio, Manuel Ruiz Gené, ordenaba comenzar la maniobra de salida del paso de palio, que estrenaba los candelabros de entrevarales, donados por un hermano y realizados en los talleres de orfebrería de Jesús Domínguez de Sevilla, y estaba adornado con flores y cera de color blanco.
La banda de música de la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora de la Oliva de Salteras (Sevilla) interpretaba la Salve Marinera mientras el paso avanzaba a ruedas hacia las puertas del templo, del que salió portado a brazo de sus cargadores, mientras sonaban el himno nacional y el numeroso público congregado en la Alameda le dedicaba un prolongado aplauso. Lo escoltaban reservistas voluntarios de Infantería de Marina de la Subdelegación de Defensa.
A las doce de la noche estaba previsto el regreso de la Virgen del Carmen a su casa, después de recorrer diversas calles de su feligresía.
La Virgen del Carmen volverá salir el domingo, al cumplirse el quinto aniversario de su coronación canónica.
Con ese motivo, a las ocho de la tarde tendrá lugar una concelebración eucarística, presidida por el provincial de los carmelitas, fray Francisco Berbell Samblás.
Tras la misma la imagen será trasladada hasta el altar mayor y situada sobre una parihuela, en la que recorrerá las calles de alrededor del convento, concretamente Alameda, Ustáriz, Carmen Coronada, Bendición de Dios y Alameda, acompañada por el coro Virgen del Carmen.
Los cultos se iniciaron el día siete y pasado domingo el obispo diocesano, Rafael Zornoza, presidió por vez primera la función principal de instituto.
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