El presidente de la Subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Juan Antonio Reig Pla analizaba en El Espejo de la Cadena COPE el contenido de la homilía del Papa Francisco en el Jubileo de las Familias y mostraba que la Eucaristía: “ha sido un acto hermoso donde toda la familia ha manifestado que el designio de Dios es un designio hermoso y que se puede vivir”.
“El corazón de las personas es débil, por tanto, cuando quieren vivir la gran aventura de un amor para siempre tiene que contar con Dios”, explica monseñor Reig Pla, que muestra la importancia de la alegría cristiana, que “es compatible con el sufrimiento y con la enfermedad, porque es un fruto del Espíritu Santo”.
Qué bonito es ver a tantas familias cristianas alrededor del Sucesor de Pedro, del Papa Francisco
Verdaderamente. En el año de la Fe ha sido un gran acontecimiento, porque no sólo estaba la Plaza de San Pedro llena sino también toda la Vía della Conciliacione. Ha sido un acto hermoso donde toda la familia ha manifestado que el designio de Dios es un designio hermoso y que se puede vivir.
El Papa Francisco nos ha dejado algunos mensajes bellísimos y sobre todo muchas preguntas. Por ejemplo: ¿Rezan alguna vez en familia? Qué importante es el rezar en familia…
Sí. Tomar la iniciativa. No se puede vivir simplemente como si no hubiera pasado nada en nuestro mundo y en nuestra cultura. Hoy los jóvenes que se preparan para el matrimonio tienen que tener entre sus propósitos el vivir una vida cristiana donde se reza, tanto los esposos con la oración conyugal; como entre los ministerios que se les confían pasarla a sus hijos y educarles y transmitirles también lo que significa tener siempre el corazón y el alma abierta a Dios. La oración en familia es uno de los signos más importantes porque fortalece el corazón de los esposos y crea el ambiente adecuado donde la fe pueda ser transmitida.
El matrimonio cristiano es cosa de tres: Dios está en medio…
Evidentemente. El Papa ha puesto en evidencia el sacramento del matrimonio, cuando dice que viene a dar las fuerzas que humanamente no tenemos. El corazón de las personas es débil, por tanto, cuando quieren vivir la gran aventura de un amor para siempre, como decimos en la fiesta de las familias del sábado, tiene que contar con Dios. Esta es la importancia del sacramento.
El matrimonio es una unidad sagrada y lo sagrado dentro del matrimonio nos da la capacidad que nosotros no tenemos de poder vivir no solamente momentos de aprecio, o momentos que producen cierta satisfacción o incluso emociones fuertes. El amor es un amor inteligente que tiene que perdurar a lo largo de la historia y esto se lleva con la gracia de Dios. Dios hace posible el don que los novios dicen en el consentimiento matrimonial: prometo serte fiel en las alegrías, en las penas, en la salud, en la enfermedad todos los días de mi vida…
Eso de todos los días de mi vida asusta, pero… ¿Merece la pena?
Claro porque es una aventura que como el Papa Francisco explicó se vive como Abraham. Él salía de su tierra y no sabía donde le conducía Dios, pero tenía toda su confianza puesta en el Señor. El matrimonio es igual, se vive desde la fe. La fe es la gran aventura que te pone en manos de Dios y te abandonas para que Él te dé la capacidad de que lo que hoy has dicho sea mañana y pasado mañana y por siempre, hasta que la muerte nos separe.
Otra pregunta que nos hace el Papa Francisco: “¿La fe cómo la conservo?” y nos dice… Nada de en una caja fuerte. ¿Qué hacemos entonces con la fe?
La fe aumenta y se acrecienta dándola, no la podemos tener guardada como un talento, sino ponerla en juego. Haciéndola efectiva a los hijos y comunicándola con otras personas. Es el dinamismo mismo de la vida. La vida no crece quedándote parado sino poniéndote en acción y en este caso significa vivir coherentemente a la luz del Evangelio, vivir las palabras del Señor y comunicar esta misma fe. El laboratorio de la familia es estupendo para la comunicación de la fe.
Finalmente el Papa Francisco nos ha dicho que la verdadera alegría cristiana no es algo superficial. Esa alegría, la que viene de Dios… ¿Es la característica de la familia cristiana?
Si. Porque la alegría arraiga y tiene su sede en el espíritu. No es la alegría de las emociones que también son buenas y estupendas. No es ni siquiera la alegría de los instintos que se satisfacen y dan gozo, sino que es una alegría que perdura y que se vive, como decía el Papa Francisco, en la simplicidad de aquellas personas que quieren vivir como la familia de Nazaret.
La alegría es hoy, mañana y siempre y es compatible con el sufrimiento y con la enfermedad, porque es un fruto del Espíritu Santo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario