martes, 29 de octubre de 2013

INMIGRACIÓN: 40 PERSONAS MUEREN DE SED EN EL DESIERTO ENTRE NÍGER Y ARGELIA.

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Al menos 40 emigrantes, entre los que había mujeres y niños, han muerto de sed en la frontera entre Níger y Argelia. El vehículo en el que viajaban se detuvo en el desierto, a decenas de km de distancia desde el oasis más cercano, a causa de una avería mecánica. Sobrevivieron diecinueve personas. Su objetivo era alcanzar las costas del Mediterráneo para llegar a Europa. Amedeo Lomonaco ha hablado con Enrico Casale, africanista de la revista “Popoli”.
 
La ruta para llegar de África a Europa meridional es, para estos jóvenes que la recorren. Estamos acostumbrados a ver las imágenes de estos jóvenes que atraviesan el Mediterráneo para alcanzar Lampedusa. Pero esta es solo la última etapa del viaje que inicia meses antes o quizás años antes. Me contaban que el tramo entre Jartum y el oasis de Koufra, en Libia, está diseminado de tumbas de jóvenes que han muerto intentando llegar a Europa. Estas personas parten del África subsahariana y sufren cosas terribles.
 
- Una enésima tragedia que nos recuerda una vez más la prioridad de una eficaz cooperación internacional…
 
Los emigrantes eritreos pero también los somalíes han pedido que se creen corredores humanitarios que gocen de la protección internacional. Estos corredores humanitarios deberían pasar por el desierto de África subsahariana y llegar a Europa. Esto sería un paso para evitar tragedias de proporciones bíblicas. Pero, veo también muchas dificultades en la organización, desde el punto de vista logístico, de una estructura de este tipo, sobre todo desde el punto de vista de los costes, porque exigiría un compromiso económico sustancioso por parte de los países europeos.
 
- La mirada de la Unión Europea se concentra sobre todo en el Mediterráneo. Europa parece ignorar, sin embargo, lo que sucede más allá de este trozo de mar…
 
Sí, el drama es que la Unión Europea y los países individuales que la componen continúan pensando solo en la contención, a nivel del Mediterráneo, de estos flujos. Pero aunque nosotros llevemos la contención más al sur, no tiene sentido. La Unión Europea y los países que la componen deberían tener en cuenta también las causas que desencadenan estos flujos migratorios. Demasiado a menudo Europa se desentiende de estas tragedias que tienen lugar en África subsahariana: recordemos la tragedia somalí, donde desde hace 20 años están en una guerra civil que está diezmando la población; pensemos en los regímenes como el eritreo, o bien en el tráfico de estupefacientes que desde el África Occidental atraviesa todo el Continente y que está llevando la criminalidad organizada también a África, con consecuencias devastadoras para la población.

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