Roma – El compromiso con los discapacitados mentales, inspirandose en la Madre Teresa, no sólo ha dado un cambio a su vida, sino que le ha allanado el camino de la fe, hasta ahora desconocida, que la ha llevado al bautismo y a asumir el nombre cristiano de Teresa, en homenaje a la Beata Teresa de Calcuta. Es la experiencia de Teresa Meng Weina, fundadora y presidente de Huiling , una organización no gubernamental china que el 20 de octubre ha sido galardonada con el Premio Internacional Vittorino Colombo.
Cuando el 1 de septiembre d 1985 Zhiling, hoy Huiling, abrió su primera escuela para 96 niños con discapacidades mentales - recuerda la fundadora - la noticia tuvo un gran impacto social y encontró amplia resonancia en el mundo de los medios de comunicación y entre las autoridades locales. Teresa Meng Weina y sus amigos eran “los pioneros en el campo del trabajo social en China”, y los primeros miembros de una realidad no gubernamental en hacer frente a este grupo social. Hoy, después de numerosas dificultades y obstáculos en casi 30 años, “con la ayuda del Espíritu Santo”, dice la fundadora, Huiling cuenta con más de un centenar de centros en las 13 ciudades principales de China, con cerca de 300 operadores que asisten a más de un millar de personas con discapacidad, y ha dado lugar a una red de Internet que permite a miles de personas con discapacidad conectarse entre sí todos los días. Huiling es considerado por las autoridades gubernamentales el modelo para el servicios social chino y para las otras Ong.“En el contexto actual de China, donde un número creciente de personas caen presa de la depresión, seguimos teniendo muchas solicitudes de asistencia - dice Teresa Meng Weina en una entrevista concedida a Fides -. En el futuro vamos a seguir mejorando nuestro trabajo, con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre las personas con discapacidad mental, para ofrecer un mejor servicio a nuestros huéspedes y sostener el desarrollo continuo de Huiling”.
Cuando el 1 de septiembre d 1985 Zhiling, hoy Huiling, abrió su primera escuela para 96 niños con discapacidades mentales - recuerda la fundadora - la noticia tuvo un gran impacto social y encontró amplia resonancia en el mundo de los medios de comunicación y entre las autoridades locales. Teresa Meng Weina y sus amigos eran “los pioneros en el campo del trabajo social en China”, y los primeros miembros de una realidad no gubernamental en hacer frente a este grupo social. Hoy, después de numerosas dificultades y obstáculos en casi 30 años, “con la ayuda del Espíritu Santo”, dice la fundadora, Huiling cuenta con más de un centenar de centros en las 13 ciudades principales de China, con cerca de 300 operadores que asisten a más de un millar de personas con discapacidad, y ha dado lugar a una red de Internet que permite a miles de personas con discapacidad conectarse entre sí todos los días. Huiling es considerado por las autoridades gubernamentales el modelo para el servicios social chino y para las otras Ong.“En el contexto actual de China, donde un número creciente de personas caen presa de la depresión, seguimos teniendo muchas solicitudes de asistencia - dice Teresa Meng Weina en una entrevista concedida a Fides -. En el futuro vamos a seguir mejorando nuestro trabajo, con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre las personas con discapacidad mental, para ofrecer un mejor servicio a nuestros huéspedes y sostener el desarrollo continuo de Huiling”.
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