La Junta de Andalucía sigue su cruzada contra estos docentes, a los que el Gobierno desampara
La campaña contra el profesorado de Religión no cesa. Los docentes de esta asignatura denuncian que, a las constantes mentiras mediáticas que retratan la LOMCE como la ley de la asignatura de Religión, se le suman las discriminaciones legales de Comunidades como Andalucía. Y, entre tanto, el Ministerio renuncia a protegerlos en su labor
Seguiremos al pie del cañón por educar
a los alumnos, pero esta situación empieza
a ser insostenible y tiene que arreglarse
«Ahora estamos a la intemperie y peor que antes. Primero, porque el Gobierno no nos protege: ni hay Estatuto Docente, ni han querido meter el tema de los profesores de la Religión en las negociaciones con la Conferencia Episcopal; seguimos cobrando menos y sin tener un reconocimiento equiparable al resto de profesores, y encima parece que la LOMCE nos beneficia porque la izquierda la ha vendido como la ley de los obispos y de la clase de Religión, aunque sigue dejando discriminada nuestra clase. Segundo, porque la Junta nos ataca cada vez más. Lo último es decir que no podemos ir al recreo a cuidar niños, ¡a ver si les contaminamos! Y tercero, entre los profesores, porque hay de todo: los que te respetan sin entrar en el tema, los que te ayudan cuando se meten contigo, y los que te hacen la vida imposible y que están crecidos». Así resume Javier, profesor de Religión en un instituto andaluz, la situación que soportan los casi 15.000 docentes que imparten esta asignatura en España.
Su denuncia no es abstracta: «Hace poco, hablaba con compañeros de casos que conocíamos: directores que ponen la clase a última hora para que cada año vayan menos alumnos; centros en los que se olvida ofrecer la asignatura; jefes de estudio que ponen el grito en el cielo si se monta un belén en Navidad, pero llenan todo de monstruitos en Halloween; profesores que blasfeman cuando entras en la sala, o que sueltan chistes contra la Iglesia delante de los alumnos cuando estás delante, y algunos que, ahora, nos dicen que qué pintamos en el centro, que no somos profesores de verdad, que lo ha dicho la Junta». Y, en efecto, la Junta de Andalucía, uno de los Gobiernos autonómicos más beligerantes contra esta asignatura, emitió, a inicios de curso, una circular que prohibía la presencia de profesores de Religión en recreos o en tutorías, «porque no son profesores como los demás», y no son seleccionados «por sus méritos y su capacidad», sino «por la Iglesia», como justificó la Presidenta andaluza.
Por desgracia, «el problema de la clase de Religión está abierto, y viene de lejos, desde 1991 (cuando se implantó la LOGSE)», pues en aquel momento «quedó sin alternativa académica», como denunció el cardenal Rouco Varela, Presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Madrid, en el Foro Nuevo Siglo, de Valladolid, el pasado viernes. El cardenal Rouco explicó que, actualmente, «es muy difícil sostener la clase de Religión en estas condiciones», porque «los alumnos de Religión, de algún modo, quedan discriminados».
Esta difícil situación de alumnos y profesores ha llevado a muchas diócesis a organizar encuentros en los que se ponen en común experiencias de éxito a la hora de impartir esta asignatura y de enfrentarse a las trabas que imponen los centros. Jornadas como la que llevó a cabo el Arzobispado de Madrid, el pasado martes, bajo el lemaDe la formación, a la creatividad, y en la que se analizó la situación de la clase de Religión en la LOMCE, y se llevaron a cabo talleres que desarrollaron experiencias de innovación educativa y propuestas pedagógicas de vanguardia. Porque, como concluye Javier, «aunque la situación en muchos centros empieza a ser insostenible, nosotros seguimos al pie del cañón por educar a los alumnos».
José Antonio Méndez
El Gobierno aparca el Estatuto Docente
Hoy jueves, los sindicatos educativos participan en una nueva huelga contra la LOMCE, aunque no todos por los mismos motivos. Dos de los principales sindicatos profesionales, ANPE y CSI-F, no secundan la convocatoria de laPlataforma por la Escuela Pública -de marcada ideología de izquierdas-, sino que han lanzado sus propias convocatorias con argumentos no políticos, entre los que destaca que el Gobierno ha abandonado la redacción del Estatuto Docente, una de las medidas estrella prometidas por el PP. Don Adrián Vivas, Presidente Nacional del sector educativo de CSI-F, explica que, «después de todo lo que se ha hablado sobre el Estatuto, su redacción está en cero: ni un documento de trabajo, ni nada». Vivas aclara que, «el pasado julio, el Gobierno dijo que nos iba a convocar para darnos un guión, y los sindicatos profesionales mostramos voluntad de diálogo. Días después, la Plataforma convocó la huelga y, aunque los sindicatos profesionales no la secundamos, el Ministerio nos dejóvendidos y suspendió la negociación del Estatuto». Vivas lamenta que «esto supone que el Gobierno no tiene interés por dotar de un marco al profesorado. Si se suma a los recortes y a ciertas actuaciones que cuestionan la labor docente, parece que el Ministerio quiere ponerse a la escuela en contra, y eso es un error».
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