Mar en calma
El primer paso para superar este peor momento de la crisis que estamos atravesando es construir una imagen positiva hacia el futuro. Cierto que se han hecho muchas cosas mal, que la falta de austeridad en gastos evitables hace estragos en nuestra economía, que muchos corruptos se librarán de los procesamientos que merecen por haber potenciado esta dramática situación… pero no es momento de buscar culpables, sino soluciones. Soluciones por cierto que no gustan cuando se trata de recortes, impuestos… pero sí cuando escuchamos la palabra «prohibir» en referencia a las indemnizaciones millonarias otorgadas a los directivos de los bancos cuando abandonan la entidad financiera. Por supuesto que son escandalosas y abusivas, y que a la sociedad española le produce el más absoluto rechazo. Como también produce dolor, y sobre todo desesperanza, el gran número de familias y de empresas que se encuentran en quiebra. Cuando parece que ya no podemos ir a peor, se acerca el momento de resurgir de las cenizas, como el Ave Fénix. Superar la situación de déficit estructural es el primer objetivo. Pedir tiempo y paciencia es ciertamente atrevido, sobre todo sabiendo que con el actual nivel de ingresos no hay suficiente para cubrir ese gran boquete del que todos hablan, pero no perdamos la esperanza de que esta realidad cambie. España es un gran país y esa mirada positiva requiere confiar en que resurgirá.
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