sábado, 2 de junio de 2012

HA AMANECIDO UN NUEVO SÁBADO.

Ha amanecido otro nuevo sábado. Hoy se ha levantado el día más gris de lo acostumbrado para las fechas que estamos y le da un tono algo melancólico y lleno de romanticismo.

No me considero un  hombre al que le guste mucho dormir, todo lo contrario y a lo mejor también por eso, pero hoy cuando he abierto los ojos las manillas del reloj daban las diez de la mañana. ¡Qué alegría! Pensé. Diréis que es una tontería, pero después de dormir una media de cinco horas diarias el que haya pasado la noche profunda y tranquilamente dormido parece cosa que se asemeja a la irrealidad.

Aunque  me gusta el sol radiante y  penetrante que da vida y enaltece todo cuanto toca con sus poderosos rayos, tengo que  reconocer que los  sábados son, sin lugar a dudas, mis días. 

Hoy no tengo nada especial que  hacer hasta la tarde, bueno según como se mire. El hueco de la mañana lo quiero dedicar a varias cosas: Desayunar con Hetepheres, después estaré un rato leyendo, releyendo y ensayando el texto que he preparado para la Exaltación de la Eucaristía del próximo miércoles, que he preparado con la ayuda de Dios que dicta las palabras que han sido escritas directamente al corazón, después me dedicaré al blog que se ha acabado convirtiendo en un medio muy eficaz de evangelización aprovechando la autopista de la información que nos ofrece el siglo donde estamos inmersos y para acabar esta jornada matutina me iré al gimnasio para hacer un rato largo de deporte que es muy necesario para mí, vamos que lo tengo prescrito por el médico en mi tratamiento.

A mediodía almorzaré en casa de Conchita, que está pegada a la mía, y  después la sobremesa la pasaré, todo si Dios quiere, con mi mujer y seguramente con pitufino. Luego nos arreglaremos y  nos encaminaremos los tres para San Fernando para asistir a la Solemne Función que  mi Hermandad de los Afligidos dedica al Santísimo Sacramento y que terminará con la Procesión Claustral y después otra vez para casita llenos de gozo de haber disfrutado de Dios con nuestros hermanos, amigos en familia.

¿No os parece que es una forma magnífica de terminar el sábado? Terminar este día adorando al Amor de los Amores en unión y compañía de los que son tus hermanos en la fe, en comunidad de creyentes es un auténtico privilegio que muchos cristianos, muchos católicos no se pueden permitir por la severa persecución que está sufriendo por practicar nuestras creencias. 

¡Os deseo un buen sábado a todos en torno al Señor!

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