-
- REPORTAJE
- 01 MAY 2012 | BLANCA RUIZ ANTÓN. ROMA.
- Los responsables de la exposición Lux in Arcana explican a ÉPOCA los criterios utilizados para desvelar uno de los lugares más reservados del Vaticano.
Los secretos que guarda el vaticano
- El Vaticano se enorgullece de los 85 kilómetros de estanterías que tiene su Archivo Secreto. De los 425 millones de documentos que se guardan en este lugar, tan solo 100 de ellos han salido de los muros vaticanos para exponerse en el corazón de Roma, en los Museos Capitolinos. Este centenar de secretos son los que forman la espectacular exposición Lux in Arcana. El Archivo Secreto Vaticano se desvela. El archivo de los papas cumple 400 años y lo celebra sacando a la luz sus mejores galas.Más de 200 personas han trabajado literalmente día y noche para mostrar al mundo los secretos del Vaticano. Tan solo cuatro de ellos tenían el poder suficiente para elegir o descartar qué documentos se expondrían al mundo y cuáles no.Un año y medio de trabajo para escoger, de entre todas las piezas únicas que custodia, las más importantes, las más vistosas, las más secretas. Este grupo de cuatro expertos está dirigido por el cardenal Rafaelle Farina y monseñor Sergio Pagano, prefecto del Archivo Secreto Vaticano; ellos han estudiado, valorado y seleccionado en equipo las joyas que ahora se exponen en Lux in Arcana.Dos de estos elegidos entre los elegidos son Alessandra Gonzato y Pierpaolo Piergentili, que explican los criterios de selección de esos cien documentos escogidos y expuestos al mundo. Cada uno de los documentos que se muestran en la exposición Lux in Arcana tiene un significado preciso y especial. Han sido elegidos no sólo para satisfacer la curiosidad del público, sino para dar una visión completa de los informes y del ambiente del archivo. Es decir, hacer entrar de manera simbólica a turistas y curiosos en el interior de uno de los lugares más reservados del Vaticano.Pocos saben que en el Archivo Secreto Vaticano se encuentra una bula que prohibía las corridas de toros o una bandera italiana encontrada en la casa de un revolucionario en el año 1854. Dos fracciones de la historia de España y de Italia que, a pesar de su importancia, belleza y simbología no fueron elegidas para esta exposición.“Queríamos dar una visión mundial, histórica y completa de la importancia de los archivos que se custodian”, asegura Alessandra Gonzato, responsable de comunicación del proyecto, “una visión realista y verdadera de lo que hay en el interior del Archivo. La bula sobre la corrida de toros y la bandera italiana no se escogieron porque, a pesar de que su valor es incalculable, representan una pequeña parte de la historia del mundo”.El proceso comenzó hace un año y medio cuando se hizo una preselección de 1.000 documentos, de la que, bajo criterios como universalidad, relevancia histórica e impacto visual, fueron descartándose poco a poco los que no cumplían con estas condiciones o no entraban dentro del perfil. La elección de los documentos ha sido una competición silenciosa pero implacable.“No es educado hablar mal de quien no esta delante”, dice Pierpaolo Piergentili, responsable de la exposición y archivero del Archivo Secreto Vaticano entre risas, refiriéndose a los documentos descartados. “Pero –asegura– no haber expuesto algunas de las joyas que hay en el Archivo aumenta el valor de las que sí fueron escogidas. Son verdaderamente las más valiosas, las más representativas”.Repercusión histórica y mediáticaPiergentili y Gonzato aseguran que organizar de cero una exposición de tal envergadura y tanta repercusión histórica y mediática fue muy difícil, pero se hizo prácticamente sola. “Conforme elegíamos los documentos y descartábamos otros, los títulos de las siete salas que tiene la exposición se iban definiendo casi sin darnos cuenta”, asegura Pierpaolo Piergentili. “Teníamos claro que queríamos dedicar una sala a las santas, reinas y cortesanas, porque es un tema que no esperas encontrar en una exposición del Vaticano y además, tenemos muchos documentos que queríamos mostrar”, prosigue Piergenitli. Como una carta de Lucrezia Borgia, la hija del Papa Alejandro VI que fue elegida de entre las cartas que su madre Vannozza Cattanei, amante de Alejandro VI le escribió también. La carta de la hija del Papa fue seleccionada por su relevancia histórica.Los títulos de las salas son arriesgados y la escenografía en el espacio dedicado a los herejes es provocadora, ya que varias pantallas de la habitación simulan el fuego. Temas, documentos y, en muchos casos, historias de traiciones e intrigas que forman parte de la historia de la Iglesia y del mundo que los organizadores no han tenido miedo de mostrar al público. “No se puede juzgar el pasado en el presente”, asegura Alessandra Gonzato, responsable de la exposición; “no podemos asombrarnos de que hace 400 años se hicieran cosas que ahora son impensables”.Ese espíritu de veracidad y claridad se puede apreciar durante toda la muestra. Una escenografía que impacta al visitante por la claridad de quien no tiene nada que esconder y que se desvela.Los imprescindibles“Como las actas del proceso a Galileo Galiei, había algunos informes, documentos, archivos que no podíamos no exponer. La firma de Galileo es uno de ellos. Teníamos claro que el mundo quería ver su escritura, de su propio puño y letra”, afirma Alessandra Gonzato.O la bula de canonización de san Francisco Javier, que se seleccionó de manera casi automática por cumplir dos requisitos. Por un lado, representaba el acta de canonización, es decir, el documento firmado por el Papa mediante el cual se certifica que una persona es santa, y por otra parte elevaba a los altares al famoso apóstol de las Indias, conocido en el mundo entero. Según Gonzato este certificado de la santidad de San Francisco Javier competía con otros de la talla de san Juan Bosco, fundador de los Salesianos o santa Teresa de Ávila.Alessandra Gonzato explica que otro de los requisitos que los documentos debían cumplir para ser seleccionados es “que cuenten una historia completa por sí solos. Que no necesitaran de otros informes relacionados para ser entendidos”.Sin embargo, hay otros documentos cuya selección fue especialmente difícil. Casi una competición. Es muy poco probable que se vuelva a dar una exposición como Lux in Arcana por eso será casi imposible que salgan a la luz las joyas que el Archivo Secreto Vaticano custodia y que no fueron seleccionadas por Alessandra Gonzato y Pierpaolo Piergentili, entre otros.Conocer los documentos que fueron descartados aumenta el valor de los expuestos porque significa que son, según los expertos del Archivo, sin duda los mejores. Gonzato los describe como “la respiración del mundo de la época. La Santa Sede mantenía relaciones diplomáticas con todas las civilizaciones, por eso el Archivo Secreto Vaticano y ahora estos cien documentos que se exponen son gran parte de la memoria histórica del mundo”.Carta de los indios canadiensesSin ir más lejos, los descendientes de los indios de Canadá no sabían de la existencia de una carta escrita en corteza de bétula de los indígenas ojibwe de Canadá al papa León XIII hasta que se comunicó que se expondría en la sala Custodes de la Memoria. Un documento vital para la historia de esta tribu, no sólo por el soporte particular, sino por los datos únicos que aporta.La carta está escrita en la lengua nativa de los indígenas y dirigida al “gran maestro de la oración”, es decir al Papa. Fechada el “21 del mes de las flores”, es decir el 21 de mayo de 1887 y proveniente de “allí donde están las grandes hierbas” que en la actualidad corresponde a Grassy Lake en Canadá. En este documento los indígenas canadienses ponen de manifiesto la evangelización que los jesuitas realizaban en la zona y agradecían a León XIII haber enviado a su tierra al “guardián de la oración”, es decir, a Narcisse Zéphirin, vicario apostólico de esa zona.Es también en la sala Custodes de la Memoria donde se encuentra la firma de Lorenzo Bernini en un aviso de pago. Se trata de un documento de ordinaria administración pero que cuenta con gran valor si se conoce la historia que rodea esta factura. Después de menos de 24 horas de la muerte del papa Clemente IX, Bernini pedía al mayordomo del Palacio Apostólico que pagara 150 escudos a Giovanni Battista Marcone por dos bloques de mármol para esculpir las estatuas que están ahora en el Ponte Sant’Angelo.El espectacular pergamino de 60 metros en el que se narra el proceso a 231 Templarios fue elegido por su espectacular presentación y “porque los templarios son conocidos en todo el mundo. Hay millones de personas interesadas en ellos”, asegura Gonzato. Estas fueron las razones que le valieron para derrotar a su contrincante más directo: un pergamino de 50 metros escrito en griego con letras de oro. Lo escribía el emperador de Oriente Manuel I Comneno al papa Eugenio III sobre las cruzadas. Otro de sus rivales fue un impresionante mapa del río Tevere de unos cuatro metros de longitud, que también fue desbancado.Una de las salas más esperadas es la que se ocupa sobre el Periodo Cerrado, es decir la documentación que la Santa Sede produjo y recibió durante los años de la II Guerra Civil y del pontificado de Pío XII. Se exponen algunos informes como la carta del nuncio de Holanda a la Secretaría de Estado del Vaticano que comunicaba la muerte de Edith y Rosa Stein. Se llama Periodo Cerrado porque los archiveros del Archivo Secreto Vaticano todavía están ordenando los informes recibidos para comenzar después a estudiarlos en profundidad,por lo que todavía no pueden ser consultados por el público.Gonzato y Piergentili se pasean por la muestra con frecuencia. Pasan inadvertidos entre los más de 2.000 personas que entran allí cada día, pero se enorgullecen al ver la sorpresa en los ojos de los visitantes que se paran admirados ante las vitrinas que contienen los documentos que ellos mismos han elegido. Un trabajo y una selección que durante un año y medio ha mantenido en vela a Alessandra Gonzato y Pierpaolo Piergentili, dos de los artífices de una de las exposiciones que hará historia en Roma. Los responsables de sacar de los muros vaticanos los documentos más preciados de su Archivo Secreto en una exposición que no se sabe cuándo se volverá a repetir.
Blog católico que se fundamenta en la defensa de los valores del Humanismo Cristiano (Fundado: 7 octubre 2011)
martes, 1 de mayo de 2012
LOS SECRETOS QUE GUARDA EL VATICANO.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario