El pasado jueves día 3 de mayo pudimos disfrutar, lo que tuvimos el privilegio de asistir, de la presentación del libro: "No es bueno que Dios esté solo" obra del joven periodista madrileño, pero con profundas raíces jerezanas: Gonzalo Altozano. Gonzalo trabaja para un Grupo de Comunicación que es un auténtico referente en libertad de expresión, de valores y defensa del Humanismo Cristiano y como os podéis imaginar estoy hablando de INTERECONOMÍA.
Esta tuvo lugar en la Casa de la Hermandad de la Defensión y entre tantas riquezas y tanto gustosel salón estaba abarrotado de tal modo que tuvieron que habilitar otra sala contigua para que el numerosos público pudiera tomar asiento. Entre los asistentes estaba mi querido amigo, escritor y poeta Enrique García-Máiquez al cual quiero en su verdadera dimensión.
Fue presentado por el Sr. Hermano Mayor, D. Antonio García-Figueras, tío de Gonzalo, que lo hizo desde y para el corazón.
La exposición de este joven y exitoso escritor fue amena, llena de datos, anécdotas y la hora que estuvo en uso de la palabra Dios reinó en el ambiente porque todo cuanto decía y se ha escrito en este libro, todo rodea a Dios.
Mi tía Charo me lo regaló y lo leí enseguida, contradiciendo una costumbre mía que es cuando un libro o escrito me gusta lo ralentizo mucho para poder disfrutar más, pero este no, este libro se me escapaba de las manos y las palabras de los entrevistados afloraban la fe desnuda y en estado puro. ¡Qué lección más grande de creer en Dios! Desde el conocimiento, desde el estudio, desde situaciones límites, pues en él dejan sus testimonios; intelectuales, políticos, miembros de la judicatura, artistas, gente de la calle, enfermos terminales..., todo un compendio que se hace imprescindible para el cristiano su lectura. Es muy recomendable para, también, alimentar nuestra fe y nuestra espiritualidad.
En él dejan sus opiniones, entre otros, Miguel Durán, Ignacio Arsuaga, Petón, Miguel Aranguren, Fabio McNamara, Santi Rodríguez, Amparo Baró, Adolfo Suárez Illana, Marta Oriol, Alfredo Dagnino...
Os recomiendo su lectura porque nos abre el corazón y la mente a otros niveles y vemos que, aunque en muchas ocasiones no lo creamos así, Dios siempre está con nosotros y se manifiesta a diario en nuestras vidas.
Gracias Gonzalo por dedicarme el libro y por cumplir con el encargo que te di para nuestro común y querido amigo que tienes en nuestra casa de Intereconomía.
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