Mantén siempre un espíritu de servicio, poniendo tus dones, capacidades y habilidades al servicio de los demás. Cuando obedezcas una orden o sigas unas instrucciones precisas, cuando trabajes en equipo, pero también cuando ejerzas el liderazgo, cualquier tipo de liderazgo, tenlo siempre presente: Tu capacidad no te ha sido dada para endiosarte, enriquecerte o para humillar al otro, sino para ponerla al servicio del bien común, esto es, al servicio de los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario