miércoles, 20 de marzo de 2013

MISA POR EL PAPA FRANCISCO: UN ANTICIPO DE LA ALEGRÍA PASCUAL.

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La tradición de celebrar la misa con ocasión de la elección de un nuevo papa ha sido doble este año por una alegría nueva. Los franciscanos de la Custodia, el custodio, el presidente (1) del Santo Sepulcro y toda la asamblea, que habían invitado al Santo Sepulcro al delegado apostólico, al patriarca latino, a todos los ordinarios de Tierra Santa, los cónsules generales de los cuatro países denominados «protectores de los Santos Lugares» y, excepcionalmente, al embajador de Argentina ante Israel y Palestina, así como a todos los fieles de Jerusalén deseosos de unirse a la misa, se han alegrado especialmente por la elección del nombre por parte del nuevo papa, con referencia a su padre fundador Francisco de Asís.

Los patriarcas de las Iglesias ortodoxas de Jerusalén, así como los representantes de las autoridades civiles locales, han sido invitados a participar en la celebración y han respondido con su presencia o enviando representantes.

Los textos elegidos para la misa, presidida por el patriarca Mons. Fuad Twal, han sido los de la festividad de la Pascua, lo que ha permitido al custodio decir en su homilía que «toda la Iglesia anticipa –si se puede decir así- la fiesta de la Pascua con esta alegría incontenible que nos caracteriza a todos: por haber tenido un nuevo obispo de Roma, un nuevo sucesor de san Pedro, un discípulo de Ignacio de Loyola, que ha querido ser también en cierto modo hijo de san Francisco. La simplicidad con la que se ha presentado ha conquistado ya a todos».

Así, tanto antes como después de la celebración, en todos los comentarios se podía escuchar el elogio de esta simplicidad y alegría comunicativas que el papa Francisco ha demostrado en cada intervención.

Entre los franciscanos, si todos se alegran por el nombre que ha elegido, los religiosos de América Latina acogen al nuevo papa con una alegría especial: «El primer papa de lengua española, un papa capaz de llevar la esperanza a un continente entero». Según fray Ulises, «en Argentina vivimos una realidad eclesial muy viva. Como arzobispo, el papa Francisco ha demostrado una atención y una exigencia particular por la evangelización. Lo que ha hecho en la archidiócesis puede servir de ejemplo. Se ha preocupado, en nombre de la diócesis y personalmente, por los pobres y vemos que quiere continuar en este sentido». Una preocupación pastoral que interpela especialmente a los franciscanos.

Tras el canto del Te Deum, himno litúrgico de agradecimiento por excelencia, y antes de la bendición, el nuncio para Israel y delegado apostólico para Palestina y Jerusalén, Mons. Giuseppe Lazzarotto, ha tomado la palabra para saludar, a su vez, el don que Dios ha hecho a la Iglesia en la persona del papa francisco. «Es un momento de gran alegría. Su invitación a la oración es una llamada a la responsabilidad de cada uno no solo en apoyarlo en su ministerio sino también para asumir nuestra responsabilidad personal frente a las necesidades de la Iglesia y en caminar como testigos alegres y generosos del Señor resucitado». S. E. Mons. Lazzarotto ha expresado también su «esperanza de ver al papa visitar Tierra Santa, aquí donde Pedro recibió el mandato de confirmar a sus hermanos en la fe. Y en espera de este momento, tenemos que seguir apoyando al papa Francisco con nuestro afecto, nuestro amor y también con nuestra oración, esforzándonos concretamente por hacer realidad la gran novedad que el Espíritu Santo ha dado a la Iglesia, porque el Espíritu es fuerza regeneradora que hace siempre nuevas todas las cosas».


Mañana, los frailes de la Custodia que puedan se unirán nuevamente a la oración de Roma, cuando el papa Francisco celebra la «santa misa de inicio del ministerio petrino de obispo de Roma», rodeado por el ministro general de los jesuitas y por el ministro general de los hermanos menores (franciscanos).

1. «Presidente» del Santo Sepulcro es el término oficial para designar al «guardián» o, aún más comunmente, el «superior» de la fraternidad franciscana del Santo Sepulcro.

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