He leído con profundo sentimiento cristiano y amor fraternal el recuerdo que haces y los elogios tan sentidos que le dedicas a mi querido e inolvidable hermano Paco en el primer aniversario de la llamada a la Casa del Padre. Gracias.
Nuestros padres nos educaron e inculcaron el amor entre hermanos, siempre estuvimos juntos en lo bueno y en lo menos bueno, por eso al leer tus sentidas y expresivas palabras de amor me ha emocionado completamente. Pido a Cristo en su advocación de los Afligidos y a su santísima Madre en su Amargura materna que te amparen y te den todo el fruto de su Amor por tu bondad y te protejan siempre. Gracias.
Andrés Pérez Barbudo.
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