Sección - Marinero en tierra
Salario
emocional
Hace unos días se presentó en Valencia el Forum de Excelencia y Liderazgo, donde participaron importantes expertos en
teoría y práctica de la administración, gestión y dirección de organizaciones.
En una de las intervenciones, el ponente animó a los directivos para que
recompensen a los equipos con salario emocional. Ante la falta de salarios
reales, recompensas o bienes externos que motiven a los equipos, se animaba a
los directivos para que apliquen esta nueva fórmula organizativa.
Este concepto no es fruto de la improvisación, es el
resultado de investigaciones neuronales que demuestran la importancia de la
vida emocional en la vida laboral. Resultado de las neurociencias, el salario
emocional se nos presenta como una interesante fórmula híbrida para ilusionar y
estimular procesos de innovación o creatividad empresarial. Desde Goleman y las
sucesivas teorías de la inteligencia humana, las emociones desempeñan un papel
central en las ciencias sociales y los mal llamados departamentos de recursos
humanos.
Aderezados con la jerga de la reinvención, brillantemente
expuestos ante auditorios cautivos y utilizando magistralmente el puntero o
material electrónico, este lenguaje tiene la capacidad de seducir a un público
ayuno de buenas noticias, buenos resultados y buenos ejemplos. El éxito de
estos encuentros y las sucesivas ediciones de los libros de autoayuda emocional
son una muestra clara de que para salir de la crisis nos agarramos a un clavo
ardiendo.
Es una pena que estos expertos desconozcan la Historia de la
Medicina y los trabajos de Ramón Turró,
quien a principios del siglo XX sostenía que el hambre es la fuente explicativa
del conocimiento. Además de agudizar el ingenio, condiciona la vida emocional.
La supresión de la paga de Navidad y el descenso del poder adquisitivo de los
trabajadores pueden ser interpretados como aplicación de este concepto a
nuestras vidas. También cabe una revisión del marxismo en términos emocionales.
¿Se imaginan la teoría de la plusvalía y el valor en términos de salario
emocional?
Quizá llegue el día del IVA y el IRPF emocional, cuando
ciudadanos, bancos y administraciones saldemos deudas con dinero emocional. ¡Ese
sí será un tiempo de bienestar! Sin facturas o hipotecas, tendremos crédito
emocional en una economía emocional. Las tasas o los requerimientos tendrán un
carácter emocional. Nadie pasará hambre porque pagaremos con tarjeta emocional
y, sobre todo, nadie perderá su casa, la podrá pagar con este salario emocional.
Agustín DOMINGO MORATALLA
Para el viernes 23 de Noviembre de 2012, en LAS PROVINCIAS.
GRUPO VOCENTO
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