La Reina y el Príncipe han acudido esta noche al hospital Quirón San José de Madrid
La tercera operación del año fue «plenamente satisfactoria» y «mínimamente invasiva». El Príncipe asegura que «los mecánicos son buenos y el paciente es único».
Sobre las siete de la tarde de ayer, Su Majestad el Rey entró en el hospital Quirón San José para someterse a la tercera intervención de cadera en este año. Don Juan Carlos llegó al centro médico, de copiloto y con la ventanilla medio bajada, para dirigirse a los periodistas que lo esperaban en la puerta del centro médico de la madrileña calle Cartagena, congestionada por reporteros y curiosos: «¡Qué cantidad!», se sorprendió ante la congregación, antes de comentar que «hoy sí que voy al taller».
Desde que el pasado viernes 16 Don Juan Carlos anunciara por sorpresa su intervención quirúrgica ante los máximos mandatarios en la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, el Monarca se ha sometido a distintas pruebas preoperatorias a lo largo de esta semana, y finalmente la del pasado jueves, de densitometría ósea, dio luz verde a la operación. Sonriente y animado, el Rey descendió del vehículo ya dentro de las instalaciones del hospital, donde fue recibido por el traumatólogo Ángel Villamor, quien le operó en la anterior intervención de cadera, y también del pie y la rodilla. La operación, que duró 90 minutos según el parte médico, fue realizada bajo anestesia general y calificada de «plenamente satisfactoria». La técnica utilizada resultó «mínimamente invasiva», según el parte médico.
Sin riesgos
El Rey entró sin muletas en el área hospitalaria, y a las ocho y diez de la tarde entró en el quirófano. Según informan desde Zarzuela, esta operación apenas suponía riesgos ya que sólo hay que implantar una prótesis en la cadera izquierda. El pasado mes de abril el Monarca fue operado por una rotura en tres fragmentos de la cadera derecha, a raíz de una caída durante un viaje cinegético a Botsuana. En aquel momento le instalaron asimismo una prótesis. Ya entonces, el doctor Villamor anunció que el Rey sufría una artrosis en las dos partes de la articulación formada por los huesos superiores de la pelvis.
Dos semanas después, volvió a ser intervenido para reducir una luxación debido a un mal movimiento tras una reunión en Zarzuela con el ministro emiratí de Asuntos Exteriores. «Estoy deseando retomar mis obligaciones», reveló entonces el Rey, ya recuperado. Pero ha sido, en gran parte, su apretada agenda la que ha provocado un deterioro en la parte izquierda de su cadera. En ese sentido, la agitada actividad del Rey en el reciente viaje a India fue decisivo.
Según informan fuentes de la Casa Real, antes de esta última operación, el Rey estuvo atareado durante toda la jornada de ayer. Trabajó por la mañana en Zarzuela en el despacho, donde mantuvo audiencias privadas. Más tarde, firmó los decretos aprobados en el Consejo de Ministros antes de acudir al hospital. Diez minutos después de que comenzara la operación, la Reina se presentó en el hospital y, tras saludar a los periodistas con aspecto relajado, entró en la cafetería del centro médico. El Príncipe llegó sobre las diez de la noche conduciendo su propio vehículo y se detuvo a estrechar la mano a dos personas antes de saludar también a los periodistas. A la salida, la Reina y el Príncipe se se detuvieron para explicar que no pudieron ver Su Majestad ya que pasó directamente al postoperatorio tras ser intervenido. Por su parte, el Príncipe fue rotundo: «Como diría el Rey, el taller es bueno, los mecánicos también y el paciente es único». La Reina no concretó cuándo regresará al hospital a visitar al Monarca. «Mañana, pasado...».
Será a las once de la mañana de hoy cuando el doctor Ángel Villamor ofrezca una rueda de prensa en el hospital Quirón San José para explicar detalladamente el desarrollo del implante de la prótesis en la cadera izquierda, así como la evolución médica del Rey. Don Juan Carlos, que ayer pasó la noche en la UCI, permanecerá ingresado en el hospital, aunque aún está sin determinar el tiempo de hospitalización. «Se informará con un parte médico diario», asegura el informe del hospital.
«¿Viene el Rey? ¡Pues de aquí no me muevo!»
La operación del Rey suscitó ayer una gran expectación, incluso para manifestantes ajenos. «Botín financia a jueces tipo Garzón», se leía en la pancarta de un señor entre carteles contra bancos y políticos. «¿Viene el Rey?», gritó una mujer desde un coche al ver el tumulto de periodistas. «¡Pues entonces de aquí no me muevo!», insistió antes de que los coches de detrás pitaran porque el semáforo estaba en verde. Segundos después, un grupo de activistas comenzó a cantar a favor de la Sanidad pública, «ambientando» la llegada del Rey, en la que las cámaras se convirtieron en una nube alrededor de su coche, que tuvo dificultades para acceder al recinto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario