“Vivir y testimoniar a Cristo en cada hogar”. Este lema ha resonado en los corazones de todos los asistentes a la primera reunión de la Delegación Episcopal para la Pastoral Familiar, la Defensa de la Vida y los COF. Procedentes de toda la geografía de la Diócesis los componentes de la Comisión Diocesana han analizado y proyectado las actividades para el presente curso al hilo del Año de la Fe y del Plan Pastoral Diocesano. Arrancó la reunión con una oración al Espíritu Santo que continuó –como música de fondo- durante toda la sesión.
El P. Oscar –Delegado Espiscopal-, acompañado del P. Fernando Campos -Vicario General de Pastoral- presentó el plan general de objetivos de la Delegación a corto, medio y largo plazo. Destacó la importancia de la familia en el conjunto de la pastoral diocesana como “el lugar natural de la transmisión de la fe”, animando a los presentes a seguir trabajando por y para las familias. Remarcó el objetivo de la Diócesis para el Año de la Fe de “promover pequeños grupos en parroquias” para ayudar a las familias a “vivir y testimoniar a Cristo en cada hogar”. De esta forma serán familias evangelizadoras de otras familias testimoniando lo que la familia es en medio de una sociedad que infravalora el matrimonio y dificulta la educación, la natalidad, la misma fe y su transmisión.
A continuación se presentó el plan más concreto para este Año de la Fe, detallado en tres objetivos específicos: Qué Cada familia se encuentre con Cristo, que cada familia se sienta acogida por la Iglesia y que cada familia tenga una comunidad donde crecer y alimentarse.
Las acciones se estructuran en cuatro apartados: de organización (para la creación de la Comisión de Pastoral Familiar, Defensa de la Vida y Cof; así como la creación de una red de agentes por arciprestazgos, localidades y parroquias); de formación (promoviendo la participación de las familia y de los movimientos familiares en las catequesis elaboradas con motivo del Año de la Fe; la revisión y renovación de los cursillos prematrimoniales; así como iniciar el estudio de la posible implantación de la “catequesis familiar”); de celebración (promoviendo la participación de las familiar en las celebraciones que se convoquen con motivo del Año de la FE, promover misas con niños, así como Semanas de la Familia y Jornada Pro-Vida); de servicio a las familia (potenciando el funcionamiento y los servicios de los Centros de Orientación Familiar).
“Vivir y testimoniar a Cristo en cada hogar” sólo será posible si dejamos que Dios actúe en nosotros y aceptar con humildad y obediencia ser instrumento suyo, para cumplir el proyecto que soñó para cada uno de nosotros cuando nos creó. Cada uno de nosotros somos los primeros destinatarios de la Nueva Evangelización en el Año de la Fe; transformados por la acción de la gracia podremos evangelizar a otros, a todas y cada una de las familias que están esperando ayuda para descubrir o avivar su fe; y así poder “vivir y testimoniar a Cristo en todos y cada unos de nuestros hogares”. Nos lo recuerdan nuestros Obispos en la reciente para la Jornada de la Familia (30-12-2012): “Este testimonio de los padres, en la continua y progresiva educación familiar, marca un tenor de vida en todos los ámbitos de la existencia humana. Se desarrolla en la catequesis familiar, la introducción a la oración -“la oración es el alimento de la fe” dice Juan Pablo II-, la lectura meditada de la Palabra de Dios a través de la “Lectio Divina” y en la práctica sacramental de la familia en sintonía y colaboración con la comunidad parroquial.”
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