miércoles, 14 de agosto de 2013

DESPERDICIO DE ALIMENTOS: MÉXICO A LA CABEZA.

Logo Aleteia



México tiene hambre y hay muchas oportunidades para enfrentarla.  No obstante la labor que en las últimas dos décadas han llevado a cabo los bancos de alimentos en México, el país azteca es el número uno en América Latina en desperdicio de alimentos útiles para el consumo humano.
 
Este desperdicio de riqueza alimentaria, se da en campo y en las centrales de abastos, muchas ocasiones por no cumplir las condiciones de mercado o para no abaratar el precio al consumidor.
 
El vocero de la Federación Latinoamericana de Mercados de Abastecimientos (Flama), Alfredo Neme Martínez, señaló que de las 115 millones toneladas de alimentos producidos cada año en México, se pierden desde el campo cerca de 40 millones.
 
Según cifras de la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos (AMBA) cada día se desperdician en el campo 31 mil toneladas de alimentos.  La AMBA agrupa a 61 bancos de alimentos en el país y solamente logra recuperar el uno por ciento de lo que se tira a diario.
 
Neme Martínez indicó que los alimentos desperdiciados, bien podrían servir para alimentar a los más de 28 millones de mexicanos en pobreza alimentaria, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
 
Aunque la Cruzada Nacional contra el Hambre, que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto, haya fijado su meta en alimentar a 7.4 millones de personas que padecen hambre aguda en México, lo cierto es que hay millones más en pobreza alimentaria.
 
Trabajar en conjunto
 
El vocero de Flama, hizo un llamado al gobierno federal y al Congreso de la Unión a incluir a la cadena tradicional de alimentos en la planeación de políticas públicas, con la finalidad de garantizar el uso de esas mermas en la alimentación de quienes padecen pobreza alimentaria.
 
Si bien es cierto que AMBA ha logrado medidas oficiales para incentivar la donación altruista de alimentos en México, hay todavía mucho camino por avanzar, comenzando por prohibir en absoluto la destrucción de alimentos por no estar dentro de las normas de mercado, mucho menos de los exigentes mercados de exportación.
 
Los 61 bancos de alimentos, que operan en México bajo el lema de ser un puente entre la abundancia y la carencia, hacen la red más grande de bancos de América Latina y la mayor parte de ellos o surgieron o trabajan directamente con las oficinas diocesanas de Cáritas.
 
En México, recientemente, se dio a conocer el dato de que cada año mueren 8 mil 500 personas de hambre, lo cual es un escándalo para una de las 15 economías más desarrolladas del planeta.
 
Neme Martínez anunció que trabajará de manera conjunta con el nuevo presidente de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centrales de Abasto, Arturo Salvador Fernández, a fin de impulsar acciones que reduzcan las mermas de alimentos y la incorporación del sector en la Cruzada Nacional contra el Hambre.
 
Luchar contra el hambre incorporando a los mayoristas
 
De acuerdo con lo dicho, Neme Martínez considera necesario incluir en ese programa a los productores y comercializadores pequeños y medianos.  "No vemos viable una verdadera lucha contra el hambre sin considerar a los más de 90 puntos mayoristas de alimentos del país que comercializan más de 70 por ciento de la producción nacional de alimentos".
 
Estimó el vocero de Flama que tan sólo al considerar las etapas post-cosecha de la cadena (sin incluir las pérdidas de campo), las mermas y pérdidas de alimentos ascienden a 21 millones de toneladas.
 
Por ello, insistió en que el combate a la pobreza sólo será posible si se vinculan cada una de las fases de cadena alimentaria, como organizaciones y representantes de productores, transportistas, industriales, mayoristas, detallistas y consumidores.
 
Aunque todavía sin resultados palpables, ni mucho menos una organización que impulse estas medidas y otras muchas más que han propuesto organismos de la sociedad civil como el AMBA, lo cierto es que la Cruzada Nacional contra el Hambre ha permitido que organismos de la sociedad civil levanten la mano y comiencen a buscar estrategias conjuntas para evitar el desperdicio de alimentos en un país en el que 8 de cada 10 mexicanos viven en la pobreza o están en el umbral de ella misma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario