Antonio David y María del Carmen saliendo de la Iglesia de San Miguel recién casados.
Este post, que contiene nuestras vivencias en Villaluenga del Rosario, quiero dedicárselo al nuevo matrimonio formado por Antonio David y María del Carmen y en especial a mi querido y buen amigo Alexander Sellez Muñoz así como a sus padres y familia pues los considero un referente en todos los sentidos.
Es mi especial regalo y homenaje a todos ellos. Con mi admiración y cariño.
Jesús Rodríguez Arias
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Atrás han quedado tres maravillosos días en mi pueblo donde a fuerza de ir no sólo no nos cansamos sino que ansiamos el volver hasta poder instalarnos para siempre.
Tres días donde el calor se ha hecho presente aunque las noches refrescan, tres días de sana y buena amistad, de felices acontecimientos, de vivencias...
Llegamos el viernes a eso de las cuatro, el calor apretaba aunque hubiera muchos menos grados que en Jerez, y tras instalarnos nos dispusimos a pasar las primeras horas de la tarde de la mejor manera posible. Mientras Hetepheres veía un película yo descansaba durmiendo una plácida siesta. Tengo que aprovechar los fines de semana para recuperar algo de descanso porque en el día a día no duermo mucho.
A eso de las siete y cuarto de la tarde nos fuimos a darnos una caminata por “La Glorieta” que llegamos a rodearla hasta llegar por abajo hasta recorrer por el paseo que hay desde “Los Caños” hasta llegar a la entrada de Villaluenga viniendo de Benaocaz.
En este kilométrico paseo saludamos a muchos vecinos del pueblo y conversábamos con ellos. Dos horas tardamos en recorrer casi 7 km con algunas parada para conversar animadamente.
Al llegar a casa nos pusimos en el patio a leer un poco, en mi caso a terminar de actualizar el blog, y recibimos también la visita de un buen amigo con el que iniciamos una rica tertulia hasta cerca de las diez y media de la noche.
Cena muy liviana, algo de televisión y acostarnos a dormir en un silencio clamoroso.
¡Sólo en Villaluenga sé lo que es dormir del tirón! Ocho horas y una sensación de haber descansado.
Nos levantamos con la intención de ir a Benaocaz auque se quedó en eso pues el calor apretaba y hacía que no se nos apeteciera ni siquiera dar un paso. Desayunamos en la terraza de “La Posada” junto a Juande y de allí nos encaminamos a casa que mantenía su rico frescor. Me puse a actualizar el blog mientras Hetepheres adecentaba, a pleno sol, el patio. Fue una mañana donde la tranquilidad y la buena amistad se dieron la mano porque recibí la llamada de un amigo que queremos muchos por serlo de veras. Una rica conversación de más de una hora con Valero puede pasar en un santiamén.
Luego llegó el turno de la lectura pausada y sosegada así como tomar una buena copa de oloroso seco junto a unos frutos secos que hizo que, poco a poco, se fuera abriendo el apetito.
Almorzamos viendo las noticias, es decir, corriendo un gran riesgo de sufrir un corte de digestión ante tantas malas noticias. No hubo sobremesa pues casi enseguida, craso error por mi parte, me acosté para dormir la siesta ya que a las cuatro y media tenía que estar levantado para ducharme y arreglarme, medianamente, para ir a la boda de Antonio y María del Carmen, hermana de mi querido amigo Alex, que recibirían el Sacramento del Matrimonio en la Iglesia de San Miguel a las cinco y media de la tarde.
Antes en la Alameda mi querida mujer se había encontrado con un gatito pequeño, muy delgadito y cariñoso, que había llevado a casa.
La Iglesia estaba bellamente exornada. Todo estaba cuidado al mínimo detalle y un Coro Rociero venido de la cercana localidad de Grazalema y donde el padre de la novia fue, en sus tiempos, parte integrante del mismo.
Nos pusimos en la Alameda y allí pudimos ver llegar la comitiva. El novio y su querida madre. Algo más tarde, según mandan los cánones, hacía su llegada la novia junto a su padre en un precioso coche de época. La natural elegancia y belleza de la novia se unía al señorío de su padre que la llevaba emocionado al Altar para desposarla.
Muchas caras conocidas en la Iglesia: Berna, Antonio Benítez y esposa, Leti y un largo etcétera de buenos y queridos amigos que compartían con esta pareja su compromiso mutuo de ofrecerse en Matrimonio ante los ojos de Dios teniendo como testigos a los presentes en esta Ceremonia.
Celebró la misma el Párroco D. Francisco Párraga que estuvo muy cercano y cordial con la pareja.
A la hora, después de hacerse la foto de Familia a los pies de la venerada Patrona, la Santísima Virgen del Rosario, el nuevo Matrimonio salía con todos los honores por la Puerta del Templo.
Allí los pudimos saludar así como al bueno de Alex que también destacaba por su elegancia y saber estar. Al rato nos marchamos para casa cuando ya los novios, padrinos y demás se marchaban.
En el patio nos encontramos al gatito al cual Hetepheres ya había bautizado como “canijo” y le dimos de comer y beber mientras nos desvetíamos para darnos otro nuevo paseo cuando las temperaturas habían refrescado y se podía caminar sin dificultad.
El pensamiento único fue el de buscar dueño para este encantador gatito. La Glorieta fue testigo de nuestras conversaciones. En medio de nuestro caminar nos encontramos con Juan Rosa, un vecino con el cual estuvimos charlando largo rato Al llegar a casa nos encontramos que el nieto de Elena, nuestra vecina de abajo, estaba buscando al gatito para llevarselo para abajo cosa que hizo con nuestra alegría. Lo malo es que a la hora y media el pobre viendo la puerta abierta se escapó y al escuchar una pelea de gatos se lo dije a Hetepheres que bajó y lo volvió a rescatar. Este asunto “gatuno” nos tuvo liado gran parte de la noche.
Luego nos fuimos a cenar al Casino cosa que hicimos junto a Rubi y Carolina tras saludar a Juande y Espe que estaban en otra mesa.
Más de las doce serían cuando nos encaminábamos para casa después de saludar a Juana y María Moreno. Al final encontramos un dueño para “Canijo” y ahora está más que feliz con esta persona que lo cuida y protege.
Serían más de las dos de la madrugada cuando, en medio del agotamiento, nos acostábamos y nos disponíamos a dormir.
El domingo, para mí, amaneció a las nueve de la mañana con el tiempo justo para hacer mis rezos diarios, ducharme, tomarme en el patio mi primer café mañanero para posteriormente irnos a desayunar al Casino cosa que hicimos junto a Juande e Isra.
El tiempo pasaba sin darnos cuenta mientras saludábamos a Charo Oliva y a Toni. Así nos dieron más de las doce del mediodía, hora en la cual nos encaminamos hacia la Fábrica de quesos para adquirir varios frescos que me habían encargado. Al salir, con el producto en nuestras manos, el sol no calentaba como otros días y una rachitas de viento fresco nos animaba a dar un paseo bordeando el pueblo hasta la primera entrada viniendo de Ubrique.
Allí nos encontramos con Nazaret, que estaba guapísima, con ropa de montar y le dimos recuerdos para su marido Mateo que a esa hora estaría en su finca trabajando con el ganado.
Pasamos por la puerta de “La Posada” y saludamos a Berna con el cual, también, estuvimos charlando largo rato y así, poco a poco, llegamos a casa sobre las dos y cuarto de la tarde.
Descansar un poco en medio del silencio para irnos, de nuevo, a la Alameda para almorzar una ensalada, un picadillo de tomate con atún junto a una tapa de puntillitas. Disfrutamos de la compañía de Juande y de Rubi con el que estuvimos conversando.
No sé a que hora llegaría a casa, serían sobre las cuatro y media de la tarde, lo único que sé es que me fui directamente a la cama pues me encontraba agotado y necesitaba dormir una buena siesta, cosa que hice y que me sirvió para recuperar las fuerzas perdidas.
Cuando me levanté y ya estábamos recongiendo para marcharnos nos vinieron a despedir, en un gesto lleno de cariño que lo llevamos en el corazón, Juande, Isra y Fernando Jr cosa que también hizo Elena, nuestra querida vecina, y así de esta forma tan especial pusimos rumbo a Jerez después de pasar unos días en nuestro hogar, en Villaluenga del Rosario.
Solo me queda felicitar al nuevo Matrimonio formado por Antonio David y María del Carmen por su enlace y por lo bonita y cuidada que fue su Boda así como a sus respectivas familias porque se notó, y mucho, que tienen un gusto verdaderamente exquisito.
El próximo viernes, D.m., nos volvemos a ver en nuestro pueblo aunque el próximo fin de semana será mucho más “movido” pues estaremos en plena Fiestas Patronales, en plena Feria de Villaluenga del Rosario.
Hasta entonces, recibid todos un fuerte abrazo,
Jesús Rodríguez Arias
Tres días donde el calor se ha hecho presente aunque las noches refrescan, tres días de sana y buena amistad, de felices acontecimientos, de vivencias...
Llegamos el viernes a eso de las cuatro, el calor apretaba aunque hubiera muchos menos grados que en Jerez, y tras instalarnos nos dispusimos a pasar las primeras horas de la tarde de la mejor manera posible. Mientras Hetepheres veía un película yo descansaba durmiendo una plácida siesta. Tengo que aprovechar los fines de semana para recuperar algo de descanso porque en el día a día no duermo mucho.
A eso de las siete y cuarto de la tarde nos fuimos a darnos una caminata por “La Glorieta” que llegamos a rodearla hasta llegar por abajo hasta recorrer por el paseo que hay desde “Los Caños” hasta llegar a la entrada de Villaluenga viniendo de Benaocaz.
En este kilométrico paseo saludamos a muchos vecinos del pueblo y conversábamos con ellos. Dos horas tardamos en recorrer casi 7 km con algunas parada para conversar animadamente.
Al llegar a casa nos pusimos en el patio a leer un poco, en mi caso a terminar de actualizar el blog, y recibimos también la visita de un buen amigo con el que iniciamos una rica tertulia hasta cerca de las diez y media de la noche.
Cena muy liviana, algo de televisión y acostarnos a dormir en un silencio clamoroso.
¡Sólo en Villaluenga sé lo que es dormir del tirón! Ocho horas y una sensación de haber descansado.
Nos levantamos con la intención de ir a Benaocaz auque se quedó en eso pues el calor apretaba y hacía que no se nos apeteciera ni siquiera dar un paso. Desayunamos en la terraza de “La Posada” junto a Juande y de allí nos encaminamos a casa que mantenía su rico frescor. Me puse a actualizar el blog mientras Hetepheres adecentaba, a pleno sol, el patio. Fue una mañana donde la tranquilidad y la buena amistad se dieron la mano porque recibí la llamada de un amigo que queremos muchos por serlo de veras. Una rica conversación de más de una hora con Valero puede pasar en un santiamén.
Luego llegó el turno de la lectura pausada y sosegada así como tomar una buena copa de oloroso seco junto a unos frutos secos que hizo que, poco a poco, se fuera abriendo el apetito.
Almorzamos viendo las noticias, es decir, corriendo un gran riesgo de sufrir un corte de digestión ante tantas malas noticias. No hubo sobremesa pues casi enseguida, craso error por mi parte, me acosté para dormir la siesta ya que a las cuatro y media tenía que estar levantado para ducharme y arreglarme, medianamente, para ir a la boda de Antonio y María del Carmen, hermana de mi querido amigo Alex, que recibirían el Sacramento del Matrimonio en la Iglesia de San Miguel a las cinco y media de la tarde.
Antes en la Alameda mi querida mujer se había encontrado con un gatito pequeño, muy delgadito y cariñoso, que había llevado a casa.
La Iglesia estaba bellamente exornada. Todo estaba cuidado al mínimo detalle y un Coro Rociero venido de la cercana localidad de Grazalema y donde el padre de la novia fue, en sus tiempos, parte integrante del mismo.
Nos pusimos en la Alameda y allí pudimos ver llegar la comitiva. El novio y su querida madre. Algo más tarde, según mandan los cánones, hacía su llegada la novia junto a su padre en un precioso coche de época. La natural elegancia y belleza de la novia se unía al señorío de su padre que la llevaba emocionado al Altar para desposarla.
Muchas caras conocidas en la Iglesia: Berna, Antonio Benítez y esposa, Leti y un largo etcétera de buenos y queridos amigos que compartían con esta pareja su compromiso mutuo de ofrecerse en Matrimonio ante los ojos de Dios teniendo como testigos a los presentes en esta Ceremonia.
Celebró la misma el Párroco D. Francisco Párraga que estuvo muy cercano y cordial con la pareja.
A la hora, después de hacerse la foto de Familia a los pies de la venerada Patrona, la Santísima Virgen del Rosario, el nuevo Matrimonio salía con todos los honores por la Puerta del Templo.
Allí los pudimos saludar así como al bueno de Alex que también destacaba por su elegancia y saber estar. Al rato nos marchamos para casa cuando ya los novios, padrinos y demás se marchaban.
En el patio nos encontramos al gatito al cual Hetepheres ya había bautizado como “canijo” y le dimos de comer y beber mientras nos desvetíamos para darnos otro nuevo paseo cuando las temperaturas habían refrescado y se podía caminar sin dificultad.
El pensamiento único fue el de buscar dueño para este encantador gatito. La Glorieta fue testigo de nuestras conversaciones. En medio de nuestro caminar nos encontramos con Juan Rosa, un vecino con el cual estuvimos charlando largo rato Al llegar a casa nos encontramos que el nieto de Elena, nuestra vecina de abajo, estaba buscando al gatito para llevarselo para abajo cosa que hizo con nuestra alegría. Lo malo es que a la hora y media el pobre viendo la puerta abierta se escapó y al escuchar una pelea de gatos se lo dije a Hetepheres que bajó y lo volvió a rescatar. Este asunto “gatuno” nos tuvo liado gran parte de la noche.
Luego nos fuimos a cenar al Casino cosa que hicimos junto a Rubi y Carolina tras saludar a Juande y Espe que estaban en otra mesa.
Más de las doce serían cuando nos encaminábamos para casa después de saludar a Juana y María Moreno. Al final encontramos un dueño para “Canijo” y ahora está más que feliz con esta persona que lo cuida y protege.
Serían más de las dos de la madrugada cuando, en medio del agotamiento, nos acostábamos y nos disponíamos a dormir.
El domingo, para mí, amaneció a las nueve de la mañana con el tiempo justo para hacer mis rezos diarios, ducharme, tomarme en el patio mi primer café mañanero para posteriormente irnos a desayunar al Casino cosa que hicimos junto a Juande e Isra.
El tiempo pasaba sin darnos cuenta mientras saludábamos a Charo Oliva y a Toni. Así nos dieron más de las doce del mediodía, hora en la cual nos encaminamos hacia la Fábrica de quesos para adquirir varios frescos que me habían encargado. Al salir, con el producto en nuestras manos, el sol no calentaba como otros días y una rachitas de viento fresco nos animaba a dar un paseo bordeando el pueblo hasta la primera entrada viniendo de Ubrique.
Allí nos encontramos con Nazaret, que estaba guapísima, con ropa de montar y le dimos recuerdos para su marido Mateo que a esa hora estaría en su finca trabajando con el ganado.
Pasamos por la puerta de “La Posada” y saludamos a Berna con el cual, también, estuvimos charlando largo rato y así, poco a poco, llegamos a casa sobre las dos y cuarto de la tarde.
Descansar un poco en medio del silencio para irnos, de nuevo, a la Alameda para almorzar una ensalada, un picadillo de tomate con atún junto a una tapa de puntillitas. Disfrutamos de la compañía de Juande y de Rubi con el que estuvimos conversando.
No sé a que hora llegaría a casa, serían sobre las cuatro y media de la tarde, lo único que sé es que me fui directamente a la cama pues me encontraba agotado y necesitaba dormir una buena siesta, cosa que hice y que me sirvió para recuperar las fuerzas perdidas.
Cuando me levanté y ya estábamos recongiendo para marcharnos nos vinieron a despedir, en un gesto lleno de cariño que lo llevamos en el corazón, Juande, Isra y Fernando Jr cosa que también hizo Elena, nuestra querida vecina, y así de esta forma tan especial pusimos rumbo a Jerez después de pasar unos días en nuestro hogar, en Villaluenga del Rosario.
Solo me queda felicitar al nuevo Matrimonio formado por Antonio David y María del Carmen por su enlace y por lo bonita y cuidada que fue su Boda así como a sus respectivas familias porque se notó, y mucho, que tienen un gusto verdaderamente exquisito.
El próximo viernes, D.m., nos volvemos a ver en nuestro pueblo aunque el próximo fin de semana será mucho más “movido” pues estaremos en plena Fiestas Patronales, en plena Feria de Villaluenga del Rosario.
Hasta entonces, recibid todos un fuerte abrazo,
Jesús Rodríguez Arias
La Iglesia bellamente exornada.
Coro Rociero de Grazalema
Alexander Sellez
Antonio Benítez y su esposa.
La novia llegando a la Iglesia.
Los novios y Familia a los pies de la Virgen del Rosario.
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