lunes, 1 de octubre de 2012

MÁS BASSANI Y MUCHO MÁS; POR ENRIQUE GARCÍA-MÁIQUEZ.


egmaiquez.blosgpot.com


Con nostalgia por El jardín de los Finzi-Contini, he visitado la poesía de Bassani en versión de Carlos Manzano en Epitafio(Lumen & Visor, 1985). De poeta, Bassani me ha parecido básico, con sus versos arbitrariamente cortados y siempre centrados, aunque tiene unos cuantos aciertos plenos y, si uno fuese fiel a su principio de que a los poetas hay que juzgarlos por sus cumbres y no por sus valles o simas, pues tendría que aplaudirlo a rabiar. Éste poema sí que se lo aplaudo

EN MEMORIA

Era a la Poesía a la que aspirabas con 
P mayúscula y todo y a ella
sólo

¿Tu vida? Esa también tú te
la has bebido

Está muy bien, y espero que no me guste tanto porque me identifico con el poema. Yo aspiro a que mi vida nos la bebemos en todo caso entre todos y a sorbitos lentos, para que dure. Y, aprovechando, ahí un brindis a Leonor con cuatro versos de Bassani:

exacto
El amor cuando acontece es siempre
algo
distinto

[Del poema de hermoso título "En el monte Pollino", 
título que tanto hubiese gustado a nuestro Cristóbal Serra]


Aunque mi favorito es:

DE VERDAD QUERIDOS NO SABRÍA DECIROS

De verdad queridos no sabría deciros
por qué
caminos desde tan lejos 
he conseguido después de tanto
pero tanto tiempo volver

Sólo os diré que me dejé
guiar en la obscuridad
por alguien que me había
cogido en silencio de la
mano


El poema deja desde luego mucho en la penumbra, y en una tan espesa que quizá por eso el traductor le haya puesto esa "b" a su oscuridad, que está muy bien puesta para ensombrecerla más. Pero yo al leerlo recordé ipso facto el poema "Ciego total" de Balaverde. Creo que ambos hablan de lo mismo, aunque el de Balaverde sea, paradójicamente, más clarividente y explícito. 

Y entonces otra mano me cogió a mí y, con los dos poemas por delante, me solucionó una duda que me ha estado atormentando (poco pero sí) estos últimos meses. ¿Hasta qué punto la poesía tiene que ser misteriosa o puede permitirse el lujo y la cortesía de ser clara? De pronto, lo entendí: tiene que ser misteriosa cuando el poeta de verdad y queriéndonos no sepa decirnos más. Cuando pueda decir más, tiene que decirlo de verdad, queridos, porque puede y no va a andar jugando al escondite para hacerse el interesante. El secreto está, pues, a la vista: en el "De verdad, queridos". 

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